Fergo Aisa sigue en el limbo concursal

Fergo Aisa, la inmobiliaria catalana presidida por el madrileño Carlos Fernández, se está saltando todos los plazos de la Ley Concursal. Siete meses después de que anunciara que iba a solicitar acogerse a concurso voluntario ante las amenazas de varios acreedores de interponer ante el juzgado la quiebra necesaria, la compañía continúa inmersa en la más absoluta indefinición con la venia del juez.

La única novedad es que no hay novedad, aunque se espera que la haya de un momento a otro. Bueno sí, una, que su deuda vencida e impagada sigue creciendo y ya ronda, los 153 millones de euros de principal e intereses, la mitad del pasivo financiero.

Se han superado con creces todos los plazos, con el beneplácito del juzgado, y solo un movimiento conocido, el de la consultora CB Richard Ellis, que presentó hace un mes, agotado el plazo legal del preconcurso, la solicitud de concurso necesario para intentar cobrar los 600.000 euros que, desde hace cuatro años, le adeuda el grupo promotor. En cuanto al previsible acuerdo con los acreedores para dar a luz un convenio que pudiera dejar entrever la viabilidad futura, nada de nada.

“Fergo Aisa informa que en estos momentos sigue con las conversaciones y negociaciones en curso con los principales acreedores y determinados grupos inversores, que permitan llegar a acuerdos que garanticen la viabilidad futura del Grupo. Estimamos que antes de 30 días se podrá remitir, mediante el correspondiente hecho relevante, una información definitiva sobre los resultados de tales negociaciones”, fue la nota remitida el pasado 25 de octubre a la Comisión Nacional de Valores (CNMV). Evidentemente, una vez más, se trataba de otra larga cambiada de Fernández para ganar tiempo y que el regulador lo dejara en paz por unos días.

A pesar de todo, Fernández, inaccesible al desaliento, sigue comentando a sus íntimos y a todo el que le quiera escuchar que en unos días todo estará solucionado. Dos meses lleva diciendo lo mismo sin entrar en más detalles, aunque a la vista está que la solución, de momento, no se atisba.

No obstante, la cautela se impone, y los acontecimientos se pueden desencadenar de manera rápida. La propia CNMV le multó en junio –50.000 euros a Fergo Aisa y 100.000 a él– por una infracción grave cometida en 2010 al comentar detalles de una operación a un medio que deberían haber sido comunicados como hecho relevante. ¿Qué dijo entonces Fernández al medio y no a la CNMV? Que solo faltaban las firmas para entrar en Libia, Brasil y Arabia Saudí. Nunca se firmaron los contratos, como tampoco los que–en este caso sí, a través del regulador– hace un año anunciaba para construir 20.000 viviendas en Colombia que supondrían unos ingresos de 450 millones de euros.

Habrá que esperar, por tanto, a lo que diga la empresa o a la inminente decisión que tome el juez en uno u otro sentido. Mientras, se sigue deteriorando el día a día de su gestión desde su sede del barcelonés Paseo de Gracia. Con unas pérdidas progresivas originadas, según la propia compañía, por una depreciación de 45 millones en el valor de sus activos. Hasta septiembre acumulaba pérdidas de casi 55 millones de euros y una deuda financiera reducida a 318 millones tras la venta de algunas filiales.

Una deuda que, al término del presente ejercicio, acumularía vencimientos impagados superiores a los 153 millones de euros, entre ellos préstamos por importe de 16,5 millones solo con garantías personales, no hipotecarias.