Intereses políticos y acopio de capital para controlar las ‘teles’

Entre inyecciones de capital y fichajes de relumbrón de profesionales del mundo de la comunicación o de la política –en ambos casos, lo mejor relacionados posible con las altas esferas de los grandes partidos, sobre todo ahora el Partido Popular– andan metidas las principales productoras audiovisuales españolas.

Se trata de estar bien colocado para la que se avecina, esa externalización de la producción o, si llega el caso y hay visos de rentabilidad futura, la compra de alguna cadena de televisión autonómica, propiciada tras la urgente modificación de la Ley de Comunicación Audiovisual que, promovida por el Gobierno, entró en vigor el pasado 3 de agosto.

El objetivo político está claro. Hay que acabar con la situación inviable de la mayoría de estas cadenas para facilitar la consolidación presupuestaria y el saneamiento de las cuentas de las Administraciones Públicas, y cada comunidad autónoma es libre de hacerlo como quiera. Gestión directa o indirecta, colaboraciones público-privadas o, si deciden dejar de prestar el servicio, convocar nuevos concursos para adjudicar las licencias. Y los principales actores se han puesto manos a la obra para aumentar el músculo financiero con el que hacer frente a esas externalizaciones y privatizaciones que se avecinan.

Vértice 360°, la compañía cotizada controlada en un 27,8% por Ezentis (ambas presididas por Manuel García-Durán) parte con cierta ventaja en esta carrera. La que le da su ya fuerte presencia en todas las cadenas generalistas y en casi todas las autonómicas, por cuya externalización de servicios factura 40 millones anuales.

También es la última que ha movido ficha. Una ampliación de capital de la filial de servicios audiovisuales (VSA) le permitirá conservar el 50,01% de esta participada, además de obtener una inyección de capital total de 20 millones de euros. Los 16 que pagará el fondo estadounidense HIG Capital por quedarse con el 49,99% restante y otros cuatro millones a través de un reparto de reservas disponibles de Vértice de Servicios Audiovisuales, una vez cerrada la operación, en un caso, y condicionado al cumplimiento de una serie de objetivos en 2012 y 2013, en otro.

El de HIG es un movimiento más, pero no será el último ni ha sido el primero. En abril, nada más conocerse las intenciones del Gobierno presidido por Mariano Rajoy, García-Durán se sacó de la manga la constitución de un rimbombante Consejo Asesor Independiente, a cuyo frente colocó al ex ministro y actual presidente de Vueling, Josep Piqué, y también a Luis Solana, ex presidente del RTVE, con la única intención de contar con los mejores contactos posibles ante la adjudicación de los futuros contratos.

En junio obtuvo la primera externalización audiovisual autonómica. La de la Aragón Televisión. Un contrato de 37,4 millones de euros por dos años para la explotación de medios técnicos, el suministro de equipamiento y el mantenimiento del Centro de Producción de Programas (CPP). Vértice participa con un 30% a través de Videoreport-Inevent, junto a otros dos socios, una filial de Telefónica y la editora de El Heraldo de Aragón. Y en agosto, a través de su filial vasca Erpin 360, se quedó, por un millón de euros, con los servicios de realización y suministro de contenidos de Canal Extremadura.

Tampoco hay que olvidar las cuatro delegaciones de Castilla-La Mancha TV y otros contratos menores obtenidos por filiales de Vértice tras la llegada a la presidencia de María Dolores de Cospedal. En el consejo de Vértice se sienta, desde hace cinco años, José Herrero de Egaña y López del Hierro, a la postre primo del marido de la también secretaria general del Partido Popular.

No es la única relación entre los parientes de Cospedal y Vértice. Hasta febrero de 2011, su marido, Ignacio López del Hierro, fue presidente del fondo Thésan Capital, el antiguo vehículo inversor del banco japonés Nomura, que mantuvo una posición muy relevante en Ezentis, el grupo que controla Vértice. Fue precisamente la venta del paquete de Thésan la que propició el desembarco de García-Durán en Ezentis.

Pero a Vértice, al margen de lo que pueda dar de sí su todavía no cerrada colaboración con Mediapro, le ha salido un grano, el de Secuoya. Y, además, con las mismas armas, la de rodearse de personas afines al Partido Popular para sacar el máximo provecho en el reparto del nuevo mapa televisivo. Su presidente, Raúl Berdonés, metió en el consejo del Grupo a Miguel Ángel Rodríguez, el ex secretario de Comunicación bajo la presidencia del Gobierno de José María Aznar, y también ha contratado como director general a Santiago González, hasta junio director de TVE.

De momento, Secuoya, que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), acaba de vender el 55% de la empresa a fondos gestionados por N 1 por 20 millones de euros, una operación que instrumentará mediante una oferta de compra previa a todos los accionistas de la empresa. Y también ha adquirido, por 1,4 millones, la agencia Vnews, e integrado en el perímetro de la sociedad a la productora New Atlantis. A través de su filial CBM (Central Broadcaster Media) gestiona los informativos de la balear IB3 y las coberturas informativas de Telemadrid.