Banco público, Diplocat y multiconsulta

El documento de investidura de Sànchez amaga un proyecto de república virtual con estructuras de Estado propias de las repúblicas populares de Europa del Este

Escribir semanalmente una crónica de la marcha del procés no era la principal motivación de esta columna. Pepe Rosiñol, presidente de SCC afirmo un día que “estaría satisfecho el día que Societat Civil Catalana no tenga razón que ser”. Yo, copiando a Rosiñol, afirmo que aspiro a escribir sobre otro tema, con permiso del director y del editor.

Por ahora lejos de eso cada semana la duda siempre es elegir el prisma de análisis de las últimas ocurrencias procesistas, sus próximos pasos y lo que más me interesa, sus consecuencias para todos nosotros, los sufridos catalanes que llevamos siete año de matraca, desde que los hijos de Pujol y unos colegas diseñaron todo esto para tapar la corrupción.

El pleno convocado por Torrent para el lunes no se celebrará, ni Sánchez será presidente de la Generalitat. Eso lo sabía todo el mundo, especialmente los que lo propusieron que solo pretendían alargar el lio como un chicle y en ningún caso elegir a un presidente viable.

Llevamos siete años inmersos en el ‘procés’

Tampoco es novedad que el separatismo ya no es uno, sino múltiple. Partidos y personas, incluso dentro de los partidos, llevan distanciándose meses, y cada día es más evidente. En el pasado intentaban pactar entre ellos las discrepancias, ahora ya ni eso. Es como si estuvieran de precampaña electoral para unas segundas elecciones autonómicas. ¡Qué paradoja! ¡Gente que se siente tan poco española está a punto de emular la repetición electoral que vivimos hace algo más de un año!

En ese mundo de discrepancia creciente que es el separatismo puedes escuchar dos canciones superpuestas que crean un ruido malsonante:

Junqueras escribe un artículo llamando a ampliar mayorías horas después que su partido apruebe un documento para la investidura de Sànchez que llama a la vuelta a octubre y a la instauración de la República. ¿Tomadura de pelo? ¿Falta de coordinación? ¿Simplemente desfachatez? ¿O un poco de todo?

Mientras, Comín nos informa desde Bruselas que en esta nueva etapa van a engañar menos a la gente. ¿Es un reconocimiento implícito de que el pasado nos daban alpaca por plata o solamente su enésima metedura de pata?

Uno de los méritos del independentismo es su capacidad de reinventarse constantemente

Uno de los méritos de los independentistas es su capacidad de reinventarse constantemente, de crear nuevos mantras que enganchan a la gente. Por otra parte una de sus mayores ventajas es que el procés ha llegado a ser tan barroco y retorcido que la gente lee cada vez menos los documentos que emanan de la factoría indepe y les dan menos importancia.

Creo que no prestar atención a sus documentos es un error. Ahí siempre se encuentra por escrito, sin rubor alguno, sus planes y próximas fechorías. Casi todo estaba explicado en los papeles del Consell de Transició Nacional, que quizás no se leyeron si ellos mismos. 

La lectura de la propuesta de investidura presentada el jueves para investir a Sànchez da sentido a las quejas de los empresarios alemanes frente a Torrent. Si alguien alberga la esperanza de que todo lo que ha pasado haya dotado a los separatistas del menor atisbo de sentido común ya puede olvidarlo.

La propuesta de investidura para investir a Sànchez justifica los desplantes de los empresarios alemanes

El documento, en manos de cualquier agencia de raiting, fondo de inversión internacional o ejecutivo de multinacional con interés en España es una invitación a pasar de largo de Catalunya y un recordatorio de que Llarena, quizás por lo que está obligado a estudiarlos, es quién mejor les conoce.

Permítanme algunas perlas que ponen de relieve cuan lejos estamos de la normalización: 

El preámbulo del documento, de 46 páginas, termina con la frase: Ahora nos toca hacer República. Toda una apuesta por el retorno a la vida institucional cotidiana.  

En el apartado 1 del documento lejos de hablar de la recuperación del autogobierno se propone: Impulsar un proceso constituyente. En definitiva seguir con el proceso rupturista de la legalidad constitucional.

En el apartado 2 se habla de –no pierdan detalle– la Construcción de estructuras en el exilio para concretar en el apartado siguiente que se crearán en Bruselas una Asamblea de representantes de la República, se nombrará un President del Consell de la Republica, que será como no el inefable Puigdemont, y un Consell per la Republica. Todas estas instituciones, con menos valor legal que una tienda de todo a 100 como legación diplomática china no constan ni en el Estatuto catalán ni hay legalidad alguna que las ampare o garantice su elección democrática sino que buscan precisamente lo contrario, substituir las instituciones elegidas por todos los catalanes para ser suplantadas por un modo de soviets separatistas.

No es un olvido, ni un detalle menor en su irrenunciable vocación de ingeniería social que en la página 16, sin más, hablen del catalán como lengua primera de la enseñanza, y al hablar de “otras lenguas” solo citen al aranés. Del español ni rastro.

El documento describe la creación de una república popular al estilo de las de Europa del Este 

Si hasta aquí el documento describe la creación de una república popular al estilo de las de Europa del Este en los años ’50-’60-’70 y ‘80 o en la África de la descolonización, de la página 20 en adelante se adentra en la propuesta económica en forma de reliquia a caballo entre las recetas del COMECON y el populismo de Melenchon en Francia, que viene a ser lo mismo. La página 21 nos anuncia la creación de un banco público, la página 22 se carga todos los convenios colectivos e implanta un salario mínimo profesional de 14592 € / anuales, la página 33 mantiene el apoyo al Diplocat, la página 35 se compromete al desarrollo de la agencia tributaria catalana, la 38 al control público y soberanía de infraestructuras estratégicas (SIC) y como traca final como indudable apuesta por la estabilidad social y el progreso económico, no hemos tenido suficiente con dos referéndums singulares el 9-N y el 1-O, que ahora dicen que van a celebrar ….. una multiconsulta.    

La buena noticia es que la próxima semana seguirá vigente el 155 mientras los separatistas celebran una multiconsulta para saber quien será el próximo candidato, esta vez no será fallido, sino efímero, y todas las papeletas recaen en Turull, aunque como sus disonancias son tan evidentes, no podemos saber si serán capaces de seguir su propio guion. 

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