Inédito: Sánchez anuncia subida de impuestos en campaña electoral

El presidente del Gobierno juega a dos bandas: quiere afianzar sus pactos con Cs mientras se erige como único espacio en la izquierda a costa de Podemos

En una semana se vota en Galicia y el País Vasco. La parte fundamental de esas elecciones ya está decidida: PP y PNV revalidarán sus gobiernos. La pedrea es lo que está pendiente: ¿Quién será segundo en Galicia? El BNG o el PSdG. ¿Sumarán en el País Vasco Podemos, PSE y Bildu una mayoría alternativa como pide Iglesias?

Habitualmente, en las campañas suceden dos cosas: se realizan grandes anuncios que luego no se cumplen o se esconden las verdaderas intenciones de los partidos para no asustar a los electores.

En esta campaña nada de eso está sucediendo. Es más, algo inaudito e inédito ocurrió esta semana cuando Pedro Sánchez anuncio en una entrevista a García Ferreras que iba a subir los impuestos. Nunca, ningún partido –excepto Podemos cuando habla de subir los impuestos a los ricos- había propuesto en plena campaña subir los impuestos, aunque luego todos, en mayor o menor medida, lo hagan.  

El partido gobernante en España no aspira a ganar el 12 de julio en ninguna parte. Es más, puede quedar tercero en las dos elecciones que se avecinan y Sánchez hace campaña contra Podemos lanzando la idea de que: ¿Para qué un votante de izquierdas va a votar a Iglesias si Sánchez ya hace su papel?

La estrategia de Sánchez pasa por ser el único espacio de la izquierda. Iglesias anda distraído entre tarjetas telefónicas, líos personales y problemas de partido, que en su caso son una misma cosa. Sánchez, en cambio, no pierde nunca el tiempo.

Sánchez celebrará la práctica desaparición de Podemos en Galicia y la caída de los de Iglesias en el País Vasco

El presidente del Gobierno celebrará la práctica desaparición de Podemos en Galicia y la caída de los de Iglesias en el País Vasco. ¡En esas circunstancias, qué más da que a él le vaya regular!

El paseo que se está dando Su Majestad El Rey por España debería dárselo Pedro Sánchez. El Gobierno ha rechazado simultáneamente la subida de impuestos y ha denegado la rebaja del IVA para el turismo. España anda al ralentí y el dato de paro de junio es el peor desde 2009, poco después del crack de Lehman Brothers.

Sánchez anuncia la nacionalización de empresas si es preciso, la limitación del pago de dividendos, o lo que es lo mismo, el no dar estimulo alguno al ahorro de millones de españoles. Además, se pone de perfil frente al turismo cuando poco más del 10% de los Hoteles de Madrid y Barcelona tienen sus puertas abiertas.

Juego a dos bandas

Nada es gratuito ni inconsciente en Sánchez: no ayudar a las empresas, amenazar con nacionalizaciones, torpedear a la escuela concertada y pedir subida de impuestos tiene como fin, por un lado, noquear a Podemos y, por el otro, dar respiración asistida por el centro a su nuevo socio naranja, ahora naranja sanguíneo.

El interés de Sánchez de mantener vivo a Cs no es altruista. Si Cs entra en crisis y vuelve a girar su política, él se queda sin socio. Además, mientras Cs esté ahí el PP tiene un problema. 

El péndulo de Sánchez oscila constantemente. El Presidente del Gobierno es el Carlos Latre de la política; puede hacer varios papeles simultáneamente. Ahora hace dos a la vez: el de moderado pactando con Cs y el de izquierdista lanzando propuestas que debiliten a Podemos en Galicia y País Vasco. 

El Presidente del Gobierno, al igual que Macron con las municipales francesas, ya da por descontado su discreto resultado del 12 de julio y lo que verdaderamente le preocupa es que la convocatoria anticipada de elecciones catalanas para el 27 de septiembre o el 4 de octubre le dificulte la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.