La derecha disfrazada de Ciudadanos-C’s
Ciudadanos, el partido que encabeza Albert Rivera, intenta huir de las definiciones claras y pretende aparecer como un partido de centroizquierda no nacionalista e incluso progresista con el fin de atraer votantes tanto del PP como del PSOE.
En este sentido, el propio nombre del partido insta a este equivoco puesto que el propio concepto de «ciudadano» surge de la Revolución Francesa, señalando la persona que forma parte de una colectividad de iguales en derechos.
Ciudadanos es una formación impulsada por una serie de personalidades anticatalanistas cómo Félix de Azúa, Albert Boadella, Arcadi Espasa y especialmente Francesc de Carreras, entre otros. Pero dado que ninguno de ellos se quería comprometer en la acción política buscaron alguien joven y con capacidad de discurso para encabezar el proyecto.
Entre varios candidatos el elegido fue Albert Rivera, joven abogado de «la Caixa», ganador de una liga universitaria de debates. El candidato reunía una serie de cualidades: juventud, telegenia y capacidad para difundir un discurso que apareciera moderno en su forma y ambivalente en su contenido.
A pesar de todo Ciudadanos en sus primeros años no pasó de ser una fuerza minoritaria en el Parlamento de Cataluña y de un ámbito de actuación ceñido a Cataluña, pues en el conjunto del Estado era UPyD la que ocupaba un espacio similar que limitaba su expansión.
El momento de su irrupción en el Estado viene motivado por la aparición de Podemos como formación política que cuestiona el actual mapa político, y el rápido crecimiento de los de Pablo Iglesias en intención de voto especialmente después de las elecciones europeas del 2014. En estas elecciones C’s, no pasó de un modesto resultado de dos eurodiputados.
La aparición de Podemos y el desgaste del PP llevan a que los poderes económicos y mediáticos se planteen la necesidad de potenciar alguna alternativa desde la derecha que permita complementar o si se tercia sustituir el papel del PP como partido que representa sus intereses. En este sentido son aclaratorias las declaraciones del Presidente del Banco de Sabadell, Sr. Oliu: «tenemos que crear un Podemos de derechas«. Y dicho y hecho.
Desde finales de 2014, el conjunto de medios de comunicación empiezan a referirse y a publicitar la novedad de los partidos «emergentes», donde incluyen a Podemos y C’s. Progresivamente va decreciendo en el ámbito mediático la presencia de la gente de Iglesias y cada vez se da mayor cabida a C’s y especialmente a Albert Rivera en los medios no sólo televisivos.
En la actualidad ya nadie puede dudar que detrás del lanzamiento de C’s en el ámbito del estado están los grandes poderes financieros y económicos, que controlan los medios, que le dan su máxima audiencia y apoyo. Sólo hay que ver cómo C’s se ha convertido en la opción preferida para diferentes medios como El País, El Mundo o periodistas como Pedro J. Ramírez.
Hoy no hay duda de que Albert Rivera es la opción de la derecha económica, financiera y mediática, en su doble condición de complemento o alternativa del PP.
Pero ¿Qué se esconde detrás de Ciudadanos? ¿Cuáles son sus planteamientos? A pesar de que se cuida el hecho de evitar divulgar de forma clara sus propuestas, detrás de su florido discurso formalmente lleno de modernidad aparecen aspectos propios de la derecha pura y dura.
C’s viene a ser en nuestro país lo que los liberales son en Alemania, un partido que está a la derecha del partido de Merkel en el plano económico, a pesar de que puedan ser más flexibles y laicos en temas de valores como el laicismo.
Analizaremos varios aspectos que nos ayuden a definir a C’s:
1.-Nacionalismo español. C’s no es antinacionalista, al contrario es nacionalista español a ultranza radicalmente enfrentado a otros nacionalismos como el catalán. El partido de Rivera es en buena parte responsable de haber creado un problema y un enfrentamiento a partir de la lengua en Cataluña, donde desde la transición democrática este tema nunca había sido un problema social.
2.- Centralismo constitucional. Quiere aparecer como reformador, pero sus propuestas son similares a las opciones más centralistas, puesto que pretenden un nuevo sistema de competencias basadas en la centralización de muchas de estas como la educación. Sus posiciones son radicalmente contrarias a reconocer una España federal donde se reconozca el carácter plurinacional y plurilingüístico. Es decir, sus planteamientos coinciden con los de las corrientes más rancias del espectro político.
3.- Economía liberal. Sus posiciones pueden ser compartidas por los más puros representantes de la FAES de Aznar. En lo laboral, Contrato Único, es decir, eliminar la causalidad en la contratación, con lo cual bajo este nombre se esconde un contrato eternamente temporal con una indemnización, baja, en función de los años trabajados. En el social, defienden el establecimiento de copagos en educación y sanidad potenciando los conciertos tanto educativos como sanitarios y por lo tanto relegando el servicio público, tanto sanitario como educativo, para los sectores menos favorecidos de la población, es decir el sector público es prácticamente el último recurso o la beneficencia. En impuestos se inclinan por los indirectos, planteando subir el IVA incluso en los consumos más esenciales como los alimentos.
4. Emigración. Rivera llegó a manifestar que él prohibiría toda ayuda a los inmigrantes ilegales, porque según él no tenía que darse ayuda a quien no pagaba impuestos. Posteriormente ha ido matizando sus posiciones cuando alguien le ha hecho ver que sí que pagaban impuestos como el IVA. De todos modos sus posiciones son equívocas, es grave no saber reconocer, en la entrevista con Ana Pastor, la diferencia entre refugiado y emigrante.
5.- Belicismo. En los últimos días y a raíz de los atentados de París han sido los más belicistas de nuestros políticos, partidarios incluso del envío de tropas en Siria.
6.- Corrupción. El discurso de C’s basa una gran parte de su atractivo en la regeneración y en la lucha contra la corrupción. Hasta el momento, el partido de Rivera no ha tenido ninguna responsabilidad de gobierno en ninguna parte. A pesar de esto, el Tribunal de Cuentas ya ha establecido irregularidades en una Fundación de C,s y algunos de sus dirigentes tienen algún aspecto turbio de facturación entre empresa y partido. También sería interesante ver sus fuentes de financiación. Hasta el momento dejaremos este tema a la espera del futuro.
Y ¿cómo está compuesto el partido de Ciudadanos? El partido de C’s es hoy Albert Rivera y sus personas de confianza que mandan absolutamente. Es evidente que sin Rivera no hay Ciudadanos y que él es su máximo y único capital, lo cual comporta que sea un partido al servicio de un «caudillo». La rápida constitución de Ciudadanos como partido estatal, se ha efectuado atrayendo gente y grupos de los más varios pelajes.
Es un partido de aluvión donde hay desde gente procedente del PP, donde se dice que militó Rivera en su juventud aunque él lo niegue, gente procedente de UPyD, grupos locales de todo tipo e inclinaciones, incluso de ultraderecha, a quienes gusta su lenguaje de confrontación entre el nacionalismo español y los nacionalismos periféricos.
Para concluir se puede decir sin miedo a equivocación que bajo una apariencia de modernidad, novedad y regeneración que pretende representar Ciudadanos, bajo su discurso formalmente nuevo y carente de concreción en sus apariciones públicas, se encuentra el más fiel representante de la derecha económica, financiera y mediática, que ha impulsado a Rivera y a su gente para cumplir el principio «lampedusiano» de «cambiar para que nada cambie«.