La economía y la salud coinciden: los datos derriban a la ideología

Los datos muestran una realidad económica y social que derriba los planteamientos sectarios derivados de ideologías que menosprecian la iniciativa privada

Aunque la ideología impregna y condiciona la toma de decisiones políticas, la realidad es a menudo demasiado tozuda. Y a pesar de que los pactos políticos conlleven en ocasiones la asunción de compromisos irracionales, los hechos y los datos se muestran incontestables.

El acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidos-Podemos sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2019 incluye la creación de una comisión de desprivatización de la Sanidad, una postura ideológica que choca contra la lógica económica, social y también sanitaria.

Una fuerte presencia de la iniciativa privada en el sector sanitario permite reducir 30.000 millones de euros de los presupuestos públicos

De los 100.000 millones de euros del gasto sanitario registrado en España al año, en torno al 30 por ciento corresponde al sector privado, lo que permite extraer unas rápidas conclusiones económicas.

En primer lugar, la asunción por parte de la iniciativa privada de alrededor de un tercio de los costes en Sanidad implica directamente que los presupuestos públicos no se hacen cargo de esos más de 30.000 millones de euros.

Además, la descongestión de la sanidad pública gracias a los millones de pacientes atendidos por la sanidad privada ayuda a ahorrar costes y permite reducir las listas de espera y aumentar la calidad de la atención, al disponer de los mismos recursos para una población más reducida.

La sanidad privada realiza anualmente más de 1.400.000 cirugías

Se estima que la sanidad privada atiende más de 6 millones y medio de urgencias cada año y realiza 1.400.000 de cirugías. Son ahorros para el sistema. 85 de cada 100 funcionarios públicos que pueden elegir entre prestación sanitaria privada o pública optan por la privada.

Es una muestra de la calidad percibida de la atención recibida y, de nuevo, ahorros para el sistema. Las encuestas y los estudios realizados por instituciones públicas y privadas, nacionales e internacionales coinciden en resaltar la calidad de la atención sanitaria en los centros privados, a la vanguardia de la tecnología, con más de 250.000 profesionales de alta cualificación y con un exquisito cuidado de la calidad asistencial que hace que los hospitales privados y los hospitales públicos de gestión privada se encuentren entre los más prestigiosos y reconocidos de España.

Complementar el sistema público de salud con la iniciativa privada ha convertido a nuestro país en un ejemplo internacional

Frente a esos datos irrefutables, la ideología lanza sus zarpazos demagógicos y propone: todo el dinero público que se destina a la sanidad privada se debería dedicar a mejorar la sanidad  pública. Es un mensaje que, por su simplicidad, puede calar entre la ciudadanía.

Sin embargo, la suma de 1+1 en sanidad da como resultado mucho más que 2. Complementar el sistema público de salud con la iniciativa privada ha convertido a nuestro país en un ejemplo internacional.

Es precisamente esa complementariedad y cooperación público-privada lo que ha logrado que España sea el primer país de Europa y el tercero del mundo en términos de eficiencia de su sistema sanitario, además de poder presumir de estar a la cabeza en uno de los indicadores más reconfortantes: la esperanza de vida.

Por otro lado, la iniciativa privada, acusada desde los posicionamientos más demagógicos de desarrollar su actividad exclusivamente por motivaciones económicas, puede preciarse de asumir enormes riesgos financieros para dotar a nuestro país de algunas de las innovaciones médicas más extraordinarias del momento, como la protonterapia para luchar contra el cáncer, que estará disponible por primera vez en España a partir de 2019.

La gran mayoría de los usuarios de la sanidad privada está satisfecha con la solución brindada a sus problemas de salud. /EFE

un sector en crecimiento

La media anual de crecimiento del gasto sanitario privado entre 2011 y 2015 fue del 2,8%

Son, por tanto, los datos los que muestran una realidad económica, social y sanitaria que derriba los planteamientos sectarios derivados de ideologías que menosprecian la iniciativa privada solo por el hecho de serlo.

Por mencionar solo un ejemplo más: durante la crisis, la sanidad privada siguió aumentando el gasto mientras el sistema público se veía adelgazado por presupuestos menguantes.

De acuerdo con las cifras del Ministerio de Sanidad, la media anual de crecimiento del gasto sanitario privado en el período 2011-2015 fue de un 2,8 por ciento mientras que el gasto sanitario público presentó una tasa del -0,8 por ciento anual en el mismo período, con una caída muy significativa del 5,6% en 2012.

Sin presencia en la reunión política

Pero todos estos datos no se analizarán en la comisión de desprivatización de la Sanidad creada por el Gobierno y por Unidos-Podemos entre otras razones porque en dicha comisión, que se reunió por primera vez el pasado 26 de noviembre, no hay ningún economista, ningún representante de otros grupos políticos distintos a los que la han impulsado, no hay ningún representante de los sindicatos o de la patronal de la sanidad privada, ni hay expertos independientes que puedan dar una visión alternativa.

El objetivo, sin duda, es que la realidad no impida que la comisión cumpla su propósito.