La plaza |Nuevos ayuntamientos: la ciudad se empodera contra el Estado

Los poderes estatales quieren recuperar feudos urbanos y éstos se resisten a ser conquistados. ¿Cuál será el desenlace?

“Si el XIX fue el siglo del imperio y el XX de los Estados nación; el XXI es el siglo de los alcaldes y las ciudades. Es donde está la acción”, afirmó en una ocasión Sadiq Khan, alcalde de Londres, y defiende hay con similar convicción, Josep Maria Martí Font, autor de, entre otros libros, La España de las ciudades y Barcelona y Madrid; decadencia y auge, ambos editados por ED Libros.

Lamentablemente, ese análisis se estrella con la realidad de la mayoría de poderes locales que están asumiendo estos días la vara de mando en las corporaciones surgidas tras las elecciones del pasado 26M.

Si el futuro es de las ciudades frente a otras instituciones territoriales, el debate de cómo se debe abordar ese futuro, la confrontación de ideas sobre diferentes proyectos metropolitanos, ha brillado por su ausencia antes, durante e, incluso, después de la campaña.

¿Qué liderazgo pueden jugar en ese papel futuro, y no tanto, de las ciudades aquellos que no han expresado otra cosa que grandes adscripciones políticas o meros deseos de ocupar el poder? ¿Qué piensan los Almeida, Colau, Ribó… sobre esos espacios metropolitanos, plurimunicipales, mucho más extensos que sus estrechas y cortoplacistas miras?

Necesitamos al frente de nuestros municipios hombres y mujeres que puedan pensar ordenamientos urbanos, equipamientos culturales, infraestructuras, sistemas de movilidad… que necesariamente desbordan los angostos límites de sus fronteras con los consistorios vecinos.

Reparto lastimero

Nada que ver, como pueden comprobar, con ese reparto lastimero de los cuatro años de mandato municipal que en algunos casos se está produciendo. ¿Cómo podemos exigir ambición ciudadana a quién es incapaz de pactar un proyecto político de largo alcance y se conforma con una jornada parcial como alcalde?

Este es el debate que ha ocupado La plaza de esta semana, donde además de Martí Font, hemos contado con la presencia de los más habituales Miquel Porta Perales y Xavier Bru de Sala. Estoy convencido de que las opiniones de nuestros analistas les harán reflexionar sobre una realidad que se impone tozuda frente a limitaciones de la disputa política. Y, seguramente, también les resultará ameno.