La tregua de Buenos Aires: perspectivas de un acuerdo duradero

Las fuertes caídas bursátiles han provocado que Donald Trump frene su escalada proteccionista

Los mercados, inversores, exportadores, agricultores y agentes económicos de muchos países pueden permitirse un suspiro de alivio. En la cumbre del G20, las delegaciones de EEUU y China pactaron una tregua de tres meses en su guerra comercial.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no aplicará aranceles sobre 267.000 millones de dólares de exportaciones de China y no elevará en enero del 10%  al 25% los aranceles que ya impuso sobre 200.000 millones de exportaciones chinas de muebles, productos de electrónica, ropa y calzado, entre otros bienes.

Beijing ha exigido transferencias de tecnología a empresas inversores extranjeras

China se ha comprometido a llevar a cabo compras “muy sustanciales” pero sin concreción numérica de productos agrícolas, industriales y energéticos de EEUU para reducir su superávit comercial.

Ambas partes acceden a profundizar sus negociaciones en relación con la protección de la propiedad intelectual, las transferencias de tecnología que exige Beijing a empresas inversoras extranjeras, la disminución de barreras no arancelarias, el comercio de servicios, agricultura, piratería e incursiones informáticas.

Los dos gobiernos se conceden de plazo hasta el 1 de marzo para lograr un acuerdo amplio. De lo contrario, Washington activará el mencionado incremento de los aranceles existentes del 10 al 25%. Hay diversos factores que explican la tregua.

China, por su parte, había respuesto con aranceles sobre 110.000 millones de dólares de exportaciones de EEUU, especialmente productos agrícolas.

A principios de noviembre, el Partido Demócrata consiguió recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes por un margen holgado. A partir de enero dispondrá de 235 diputados en la Cámara de Representantes, frente a los 200 del Partido Republicano. La ganancia neta de 41 diputados de los demócratas en la cámara baja fue su mejor resultado desde 1974.

Las exportaciones de soja a China han descendido un 98% en 2018

Los demócratas superaron a los republicanos por 8,4 puntos en el voto popular, el mayor margen para un partido en la oposición desde 1946. Los demócratas arrebataron diputados y cargos de gobernador al Partido Republicano en estados agrícolas como Kansas, Iowa, Wisconsin y Nebraska.

El ministerio de Agricultura de EEUU prevé que en 2018 la renta de los agricultores disminuirá un 13%. Más de una quinta parte de la producción agrícola de EEUU se destina a la exportación. Las exportaciones de soja a China han descendido un 98% en 2018. Las de porcino cayeron un 36% a China y un 31% a México, respectivamente, de enero a septiembre.

Las fuertes caídas de los índices bursátiles también han moderado la postura de Washington. El ministro de Finanzas, Steven Mnuchin, y el director del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow, habían aconsejado a Trump que detuviera la escalada proteccionista.

Pero el halcón proteccionista, Peter Navarro, y el radical consejero de seguridad nacional, John Bolton, tienen bastante ascendencia sobre el presidente. Hay argumentos tanto para el pesimismo como el optimismo.

Relanzamiento de la guerra comercial

Si Trump se siente muy acosado por las investigaciones que impulsará la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, puede reaccionar con un relanzamiento de la guerra comercial. El presidente y algunos de sus asesores creen que la desaceleración económica de China y el excelente cuadro macroeconómico de EEUU refuerzan su posición negociadora.

Un trimestre es poco tiempo para resolverse tantos temas complejos. Por otra parte, el presidente chino, Xi Jinping, es consciente que la UE comparte la postura – aunque no los métodos – de Washington. Las potencias occidentales también exigen a China una mayor apertura de su sector financiero y de licitaciones públicas.

Y los aranceles en vigor continuarán perjudicando a los consumidores y agricultores estadounidenses.