Las brujas del siglo XV sobrevivieron hasta hoy

Si se relé que es una bruja y recordamos que es una persona a la que se le atribuyen poderes mágicos obtenidos por el diablo nos damos cuenta que el debate es de gran actualidad aplicado a los gobernantes catalanes

El Parlamento catalán aprobó esta semana una resolución para rehabilitar la memoria de las brujas catalanas entre los siglos XV y XVII. El acuerdo llama la atención porque viene a reconocer que hasta seis siglos en Cataluña unos vecinos se denunciaban a los otros para adueñarse de un huerto o que la Inquisición campaba a sus anchas por los pueblos de Cataluña y eso señalado por aquellos que, como los independentistas, han construido un imaginario por el cual la Cataluña del pasado era un lugar paradisiaco llama la atención.

A las primeras de cambio el debate en el Parlament puede generar indignación ¿De verdad nuestros diputados no tiene nada mejor que hacer que usurpar las funciones propias de los historiadores? Pero luego si se relé que es una bruja y recordamos que es una persona a la que se le atribuyen poderes mágicos obtenidos por el diablo nos damos cuenta que el debate es de gran actualidad aplicado a los gobernantes catalanes. Si todo el poder de la brujería procede del diablo todo lo que hace una bruja es el mal.

Y es que precisamente el mal, de forma constante, es lo que hace tanto el gobierno autonómico como el municipal lo cual dota al debate de la brujería de rabiosa actualidad. Esta semana hemos sabido que el gobierno de la Generalitat boicotea los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 de los Pirineos. Como en la brujería los subterfugios y los hechizos son el método de boicot a cita olímpica.

El subterfugio no es otro que el renunciar a la responsabilidad de todo gobierno de tomar decisiones y delegar su responsabilidad en “una consulta” en la que participarían los habitantes de algunas comarcas del pirineo ilerdense. La puntilla a los juegos vino por la actuación inquisitorial de Aragonés basada en situarse por encima de los aragoneses y reclamar para él el liderazgo del proyecto. O supremacismo o nada. O sumisión de Aragón o no hay Juegos.

Nada es menos republicano que situarse por encima de un compatriota, nada es menos olímpico que no competir en igualdad de condiciones. Aragonés no debe acordarse de que incluso para viajar de Lleida a Viella la carretera, en tramos cruza por la provincia de Huesca.

También esta semana gracias a otro conjuro maléfico, el de Colau sobre Barcelona, los promotores del Hermitage, que podrían haber contribuido a seguir transformando el litoral barcelonés y a captar un turismo de calidad anunciaron su abandono del proyecto de Barcelona. Un hechizo cubre Barcelona y en poco más de un año, en las municipales, sabremos si la sociedad barcelonesa es capaz de romperlo y ponerse en pie.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la primera sesión de control de 2022. EFE/Quique García

El próximo día 3 la brujería gobernante en Cataluña traslada sus conjuros al congreso de los diputados donde se deberá ratificar el acuerdo de los agentes sociales sobre la reforma laboral. ERC sigue amenazando con no dar apoyo a dicho acuerdo, si bien es cierto que en multitud de ocasiones ERC amenazo con abandonar al PSOE para al final ceder mansamente, si en esta ocasión no sucede lo mismo quizás estemos llegando al final del hechizo colectivo y Sánchez se vea obligado a convocar elecciones para junio.

No obstante una semana más tarde, el día 9, en el mismo congreso se ve otra ley decisiva económicamente hablando, la reforma de la ley concursal y dos rupturas del bloque gubernamental en dos temas tan decisivos en tan pocos días sería muy difícil de superar incluso para alguien como Pedro Sánchez.