Las dudas de 2022

Trias está dispuesto a dejar en entredicho todas las veces que sea posible a la alcaldesa y apunta a que será moderado con Collboni, aunque sea “de la banda del 155”

Milito en la duda. Ni creo que signifique equidistancia, ni falta de criterio, simplemente que de entrada prefiero seguir buscando respuestas ante las que se me ofrecen. La duda es sana y ayuda a profundizar ante cualquier debate. Nuestro trabajo es ese. ¿O no?

Lo es. Ante eso no existe duda, aunque también podríamos abrir esa puerta deontológica, pero dejaríamos de hablar del año que ya es historia, aquel 2022. Todo pasa rápido y lo que parecía una gran noticia ayer, hoy puede estar olvidada. Lo sabemos los que nos hemos dedicado muchos años a hacer portadas de diario de papel. En Internet, la velocidad se quintuplica.

Pero echando la vista atrás podría proponerles varias dudas sobre aquello que dicen que pasó. Tres cuestiones que fueron noticia, lo siguen siendo y deambulan por la información diaria con enfoques diferenciados y, en ocasiones, contradictorios.

Sobre la malversación se ha escrito mucho. La mayoría de los enfoques son de parte como si fueran temas a los que hace unos cinco años sólo se pudiera sentar un posicionamiento único y lógico. Hace no más de diez años la malversación era mala para todos, sin ningún tipo de dudas. No existían diferencias entre el enriquecimiento personal o de las arcas de una organización, digamos que con intereses políticos.

Hace no más de diez años la malversación era mala para todos, sin ningún tipo de dudas

En definitiva, se trata de dinero público que sólo debería dedicarse a cuestiones públicas. Esa es la razón de su existencia. En absoluto a formaciones políticas u organizaciones instrumentalizadas por los partidos para sus intereses, que pueden ser muy lógicos, pero segmentados en posiciones muy concretas. Las propias.

El intento de pacificar las cosas en Cataluña, de alinear en vías más normales las ganas políticas del independentismo en general ha provocado que se vea como un camino de solución una acción que, como hemos visto, es sospechosa. Encontrar al malversador menos malo. Las dudas.

¿De verdad un corrupto por malversación es menos malo si el dinero lo roba para una organización que para sus intereses personales? La duda es insultante, aunque ahora muchos defiendan la postura.

Sobre el Constitucional. La polémica suscitada por las propuestas de leyes exprés para cambiar las mayorías en la elección de los nuevos miembros del Tribunal ha desatado un lío político que, desde mi punto de vista, genera muchas dudas.

Los motivos de la polémica reparten culpabilidad para unos y otros. Puede que unos más que otros, pero hasta en eso tengo dudas. La cuestión es que se llegó a una situación límite y ridícula. Una situación de peligro para los cimientos de la democracia constitucional en la que vivimos por un enroque de los partidos a ver cuál de los dos lo complicaba con más saña.

¿De verdad un corrupto por malversación es menos malo si el dinero lo roba para una organización que para sus intereses personales?

Las razones de la situación pueden contentar por barrios. Lo innegable es que elegir a cualquier tipo de persona para la institución por una mayoría cualificada de tres quintos es mejor que por una mayoría más uno. Y eso estuvo a punto de saltar por los aires.

Las aguas volvieron al raciocinio dialogante. El discurso de Navidad del Rey tuvo mucho que ver, aunque algún sector lo haya ninguneado. Cada uno a lo suyo.

La última duda me lleva a Barcelona. La contienda municipal será una batalla política de alto nivel con cuatro contrincantes de altura, a falta de conocer al candidato del PP y de Ciutadans, probablemente, Anna Grau.

Ada Colau, Jaume Collboni, Ernest Maragall y el último en llegar a la fiesta, Xavier Trias, nos darán debates muy interesantes. Mi duda está en Xavier Trias. Sus intenciones son las de ganar. Las de convertirse en el próximo alcalde de Barcelona. Pero el mismo ya ha alertado que de no ser así, no hará oposición. Se irá a casa.

Esta posibilidad nos provoca una duda: ¿se presenta para ganar o para castigar a la persona que le arrebató la alcaldía hace ahora casi ocho, Ada Colau? ¿La intención es desgastar o ganar de veras?

En este caso las dudas se disiparán el día de las elecciones y habrá que ver cómo se desarrolla la campaña. Trias está dispuesto a dejar en entredicho todas las veces que sea posible a la alcaldesa y apunta a que será moderado con Collboni, aunque sea “de la banda del 155”. Que nadie olvide que el pacto de la Diputación de Barcelona, el que mejor ha funcionado seguramente de toda España, y del que se hace habla poco, está formado por socialistas y neoconvergentes. Que el mundo municipal siempre ha ido a su bola.

Todo dudas. Dudas para ente