Los hermanos de Italia

Los hermanos de Italia deberán aprender a someterse al desgaste del ejercicio del poder, que permitirá valorar el grado de totalitarismo que pueden ejercer

Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) expone, ya en su nombre, el motor que los mueve a actuar. Los hermanos de sangre, la familia, las hermandades con su unión de voluntades, expresan la nítida idea de que, para entrar en su círculo, uno debe ser aceptado.

Los Fratelli d’Italia se cimenta en defender Italia y entiende el deber patriótico como fuerza de cambio, como ancla que lanza un capitán de barco para fondear y sentirse protegido. La victoria de la ultraderecha en Italia se ha centrado en esperar a que los partidos tradicionales se hundan en sus contracciones y se desgarren en sus luchas internas.

En poco menos de seis meses, Italia va a pasar de ser liderada por Mario Draghi a serlo por Georgia Meloni, si el bloque de derechas logran llegar a un acuerdo. Se pasará de más Europa a menos Europa, como ha manifestado Meloni. Los hermanos de Italia que buscan la redención y resurrección de Italia van a estar en disposición, si logran formar gobierno, de difundir su mensaje cargado de prejuicios y antiguas disputas.

Sin un gobierno italiano, sin una Italia totalmente comprometida con Europa, va a resultar más difícil afrontar el conflicto con Rusia. Se sumará al coro totalitario de la Hungría de Viktor Orbán, de la ultraderecha de Suecia o incluso de la voracidad territorial de la Rusia de Putin.

Giorgia Meloni, presidenta de Fratelli d’Italia. EFE

Italia es clave para el control migratorio, para trazar una política de solidaridad con los países del Norte de África. En España, tanto desde la izquierda como desde la derecha política, deberán entender la victoria de la ultraderecha italiana, no como una señal de lo que puede suceder en España, sino como un factor desestabilizador para Europa.

La utilización del éxito político de Meloni para activar los fantasmas del pasado en España no conseguirá cambiar la orientación, cada vez más conservadora, de la sociedad española. Utilizar el argumento de que la amenaza totalitaria también puede llegar a España gracias al posible pacto entre el PP y Vox, generando simetrías con la coalición de ultraderechas en Italia, puede acabar provocando el efecto contrario del esperado.

Los hermanos de Italia deberán aprender a someterse al desgaste del ejercicio del poder, que permitirá valorar el grado de totalitarismo que pueden ejercer.