El próximo jueves empieza el curso y Pisarello apunta a presidente

El PSOE necesita un candidato que pueda encajar entre sus aliados políticos, y entre las opciones surge el nombre de Gerardo Pisarello


Siempre se criticó las largas vacaciones de nuestros parlamentarios, pero esta vez tendrán que fichar mientras los que se lo pueden permitir vacacionear. El Congreso se constituye el próximo jueves y a pocos días de la puesta de largo de una nueva legislatura todo está por decidir.

El presidente del Congreso no es conocido por el gran público pero es la tercera autoridad del Estado tras Su Majestad el Rey y el presidente del Gobierno. Su elección jamás había sido tan incierta ni decisiva.

En las manos del nuevo presidente de la cámara baja estará el control del calendario de una investidura también incierta. De su papel depende, en parte, poner las cosas fáciles para la investidura o empujar a España a unas nuevas elecciones como ya sucedió en las dos últimas convocatorias generales de 2016 y 2019.

Las negociaciones desde el PSOE

Los socialistas, al igual que en la elección del presidente del Gobierno, necesitan que Junts les ceda algunos votos para controlar la presidencia de la mesa. La renuncia de Batet a repetir como presidenta ha sido un gesto del PSOE a sus socios: “estamos dispuestos a hablar de todo, incluso a que la presidencia del Congreso la ostente un socio de investidura con tal de que no la ocupe el PP”.

Algunos flecos entre el PSOE y sus más que posibles socios de investidura parecen ya pactados. Tanto ERC como Junts, al no haber alcanzado el 15% del voto en las circunscripciones donde concurrieron a las elecciones del pasado 23J, necesitan que el PSOE les ceda diputados para formar grupo, en ello les va tiempo de intervención desde la tribuna del Congreso, capacidad de interpelación en las sesiones de control al gobierno, mucho dinero y muchos asesores. Eso está hecho porque para el PSOE es una concesión gratuita.

Es difícil que el PSOE decida a quien entregar el sillón más noble del Congreso porque sus socios se miran de reojo entre ellos

La elección de un candidato

El PSOE también está dispuesto a ceder la presidencia del congreso y ahí está la clave de la renuncia de Meritxell Batet, pero es difícil decidir a quien entregar el sillón más noble del congreso porque sus socios se miran de reojo entre ellos.

El PNV no puede ser para que no se altere Bildu. Junts tampoco para no enfadar a ERC y viceversa. En esta situación parece que lo mas lógico es entregar la presidencia a Sumar pero dentro del grupo de Yolanda Díaz también hay rencillas entre Podemos con el núcleo cercano a Díaz, entre los dos diputados de Compromís, etc.

Quién es Pisarello

El nombre que suena con más fuerza es el de Gerardo Pisarello, secretario primero de la mesa del congreso actual y persona de confianza de Ada Colau, que apunta a ministra de Vivienda si Sánchez consigue el placet para seguir siendo presidente.

Pisarello estaría bien visto por todos los independentistas por que siempre ha defendido la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña y salto a la fama cuando en 2015 intento evitar que una bandera de España se mostrara en el balcón del ayuntamiento de Barcelona durante el pregón de las fiestas locales de la virgen de la Mercè.

El PP aguarda

Lo único que une al PSOE, Sumar, Junts, ERC, Bildu y el BNG es su aversión al PP a Vox y a UPN pero por lo demás todos quieren la destrucción de sus vecinos y socios de bancada. Si no hay acuerdo entre ellos para investir a uno de los diputados de Sumar, como Pisarello, el PP podría alcanzar la presidencia del Congreso si llega a un trato con Vox, UPN y Coalición Canaria.

Los de Abascal han comprometido sus votos en caso de una investidura de Feijóo y es posible que también pacten la mesa para evitar quedar arrinconados en el Congreso. Si ese acuerdo se alcanza el control de los tiempos y sesiones de investidura quedaría en manos de la actual oposición lo cual sería un nuevo contratiempo para Sánchez e incrementaría la incertidumbre sobre la investidura.

Las negociaciones en la mesa

Los socios del presidente en funciones no pueden mostrarse demasiado dispuestos al acuerdo ya que si facilitan una mesa bajo tutela de Sánchez estarán abaratando la investidura dado que habrán dado una señal inequívoca de su predisposición al pacto.

La concesión del uso de las lenguas cooficiales en las comunidades bilingües puede ser una cesión suficiente para agrupar el voto alrededor del hispano argentino Pisarello y a la vez un paso más hacia la confederación y la conversión de España en una reedición del fragmentado e ingobernable Imperio Austro Húngaro.

Los batasunos, vasco hablantes, se comunicarán fuera de cámara con los catalano hablantes de ERC en español pero luego presentarán toda la documentación y realizarán sus intervenciones en su lengua; y es previsible que más de una de sus señorías se niegue a utilizar la traducción simultanea. El caos esta servido.