PP y Vox rozan los 210 escaños: un bloque capaz de borrar el legado de Sánchez

Una coalición PP-Vox ya sumaría 210 diputados, desafiando el legado de Sánchez y limitando la influencia del bipartidismo tradicional

Los políticos son seres que viven de las expectativas. En la España del pasado, este colectivo lo formaban personas con ideología firme, pero con cintura para el diálogo, cuyo objetivo era mejorar la vida de sus compatriotas y transformar sociedades siguiendo la ruta de sus compromisos. «Estadistas», los llamaban. En la política moderna mandan las encuestas, en vez de las convicciones, al ser percibidas como una suerte de tarot que da o quita el poder del futuro.

Asumiendo esta pulsión, era esperable que el verano perjudicara a Pedro Sánchez. Pero lo sorprendente es que también haya erosionado con fuerza a Alberto Núñez Feijóo, según la primera ronda demoscópica del nuevo curso político. Ambos concentran las razones por las que, según Sigma Dos para El Mundo y Sociométrica para El Español, se registra una fuga significativa de votantes hacia los extremos (particularmente Vox) o la abstención.

En el caso del PP, la evasión implica a 1,2 millones de electores. Un 40% de esos tránsfugas se dirige a Vox motivado directamente por la percepción sobre el liderazgo de Feijóo. Otro 20% se va, según dice, por cómo Miguel Tellado conduce la oposición. O sea, también por Feijóo.

En resumen, 700.000 electores, el 8,8%, optan ahora por Santiago Abascal movidos por el descontento con el liderazgo de Feijóo, y no por una reacción contra los presidentes autonómicos del PP. Otros 500.000 votantes encuentran razones para abandonar a los populares en cuestiones más difusas, como la sensación de falta de representación. El vaso medio lleno es que la fidelidad del PP se mantiene en niveles relativamente altos (74,5%), aunque con una caída de 1,6 puntos en apenas un mes.

El matiz importante es que este desgaste se produce cuando el PP se encuentra en máximos de expectativas, con entre 149 y 150 diputados según la encuesta que se consulte.

Sánchez se enfrenta a un deterioro más previsible. Desde el 23J, el PSOE pierde un tercio de sus votantes. La gestión del Gobierno explica el 37% de los fugados, mientras que el liderazgo del presidente y los escándalos de corrupción representan el 21% cada uno. Solo el 0,8% de los antiguos electores socialistas cambia su voto por las cesiones a los nacionalismos.

La fidelidad del PSOE se sitúa en el 67,9%, y los indecisos ascienden al 18,3%. En el voto femenino, los socialistas logran un repunte hasta el 29,7%, 2,5 puntos más, ayudando a contener la fuga hacia el PP tras los audios de Koldo García y José Luis Ábalos.

Sumar modera su caída, perdiendo una décima en agosto y sin variación en su número de diputados, pero su fidelidad se hunde al 39,7%. Pierde electores hacia Podemos y hacia el PSOE, y los indecisos alcanzan el 15,4%, cerca de medio millón de votantes. El liderazgo de Yolanda Díaz explica el 32,4% de la espantada, mientras que el 20,8% se siente huérfano ideológicamente, y el 18,3% opta por el voto útil. A pesar de abanderar el feminismoSumar y Podemos reciben más apoyo de hombres que de mujeres.

Vox: el imán de los descontentos jóvenes y urbanos

Vox se consolida como alternativa al bipartidismo imperfecto resultante del 2010. Su electorado es el más fiel, con el 74,7%, aunque en el último mes se ha reducido cinco puntos. Los indecisos se duplican hasta 272.000 (¿retornarán al PP?), el 8,9% de su electorado. Vox gana fuerza entre el voto joven y urbano, y consolida su posición en comunidades estratégicas como AndalucíaCanarias y Cataluña, donde la tensión migratoria refuerza su mensaje. Aunque aún no alcanza los niveles de 2019, algunas cocinas proyectan hasta el 17% de intención de voto y casi 60 diputados.

El contexto político ha sido un catalizador de estas dinámicas. Los incendios forestales, que afectaron con especial crudeza a Castilla y León y Galicia, tensaron la relación entre los gobiernos autonómicos del PP y el Ejecutivo central del PSOE. La inmigración volvió al primer plano, con el traslado de menores desde Canarias y el veto a festividades musulmanas en Jumilla. Estos factores han erosionado apoyos tanto para Sánchez como para Feijóo, mientras Vox ha logrado consolidar su posición con estas banderas.

El análisis territorial confirma lo anterior. En Castilla y LeónVox gana tres diputados, los mismos que pierde el PSOE, mientras que el PP mantiene 18 escaños. En Galicia, el PP sube dos diputados y el BNG uno, mientras PSOE y Sumar pierden un escaño cada uno. Extremadura no registra cambios. En Asturias, el PSOE de Adrián Barbón arrebata un diputado a Sumar. En la Comunidad ValencianaVox toma uno de Sumar y el PP conserva sus representantes. Navarra no registra variaciones a pesar del encarcelamiento de Santos Cerdán.

El legado de Sánchez

Si la tendencia actual se asienta a favor de Vox, una hipotética alianza Feijóo-Abascal podría sumar alrededor de 210 diputados, suficiente para plantear cambios constitucionales que desmantelen el legado de Sánchez.

Esto coloca al actual presidente en una posición delicada: convocar elecciones anticipadas podría proteger su legado –un país más inclusivo, igualitario y verde, según lo resume él mismo— al limitar el crecimiento del bloque opositor por debajo de ese umbral y asegurar la continuidad de ciertas políticas, aun a costa de perder el poder. Pero eso sería solo esperable de un líder de la España del pasado.

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