Salvamos el pueblo
Del mismo modo que la consigna “tú puedes cambiar las cosas” tuvo como objetivo canalizar la ira de los indignados para conseguir votos como respuesta a las consecuencias originadas por la crisis financiera de 2007, la apelación “salvamos el pueblo” exhorta a los ciudadanos a identificarse como los únicos agentes efectivos para la acción, al quedar demostrado que el gobierno es una entidad fallida de la que no se puede esperar nada. La afirmación “solo el pueblo salva al pueblo” implica que la desconfianza ha desplazado al descontento en el ánimo de las personas.
Se trata de un lema nacido a raíz de la tragedia de la DANA en Valencia y que ahora ha vuelto a utilizarse para denunciar el abandono que sufre “el pueblo” por parte de los gobiernos, tanto autonómicos como centrales, en la lucha contra los innumerables incendios que han azotado España durante todo el mes de agosto. Pero mientras el lema “tú puedes” tenía una fuerza política concreta que lo representaba y encarnaba – Podemos -, en el caso de “salvamos el pueblo” aún está por determinar qué fuerza política podría estar interesada en instrumentalizar la afirmación de que solo el “pueblo” actúa.
«La arenga a la movilización no busca enfrentar al pueblo unos contra otros, sino a todos contra el gobierno impotente ante los desastres naturales.»
Se atribuye que la divisa «solo el pueblo salva al pueblo» nace de la observación realizada por el poeta Antonio Machado a través de su personaje Juan de Mairena en “Sigue hablando Mairena a sus discípulos”, cuando afirma: «La patria –decía Juan de Mairena– es, en España, un sentimiento esencialmente popular, del cual suelen jactarse los señoritos.
En los trances más duros, los señoritos la invocan y la venden; el pueblo la compra con su sangre y no la mienta siquiera». Nos encontramos ante un pronunciamiento de izquierdas que, sin embargo, ha sobrepasado su marco ideológico para ser utilizado por cualquier persona, sea de izquierdas o de derechas.
La arenga a la movilización no busca enfrentar al pueblo unos contra otros, sino a todos contra el gobierno impotente ante los desastres naturales. “Salvamos el pueblo” no pretende establecer un nuevo frente de lucha por la hegemonía ideológica en España, sino colocar el foco en advertir la escasa o nula capacidad de los gobiernos para actuar frente a las catástrofes naturales.
A la pregunta “¿Cómo evitar que un desastre natural acabe en una tragedia con coste de vidas humanas?”, muchos ciudadanos empiezan a pensar que la mejor forma de hacerlo es, en primer lugar, organizándose como “pueblo” sin esperar a que los gobiernos autonómicos o el central decidan actuar.