Un antídoto contra el integrismo feminista

Ese “huracán Camille” -como se la ha denominado en los Estados Unidos- que ensaya sin aditivos ajenos a la reflexión

El Día Internacional de la Mujer invita a leer o releer a Camille Paglia. Hay mucho que aprender de sus pensamientos e ideas. Ese “huracán Camille” -como se la ha denominado en los Estados Unidos- que ensaya sin aditivos ajenos a la reflexión.

Camille Paglia -discípula tardía de Harold Bloom y profesora de Humanidades en la Universidad de las Artes de Filadelfia- es una escritora y ensayista que rompe con los lugares comunes y los tabúes –del arte a la educación pasando por la religión y el feminismo- de lo políticamente y culturalmente correcto.

Los idus de marzo del integrismo feminista

Camille Paglia es un excelente antídoto frente a los idus de marzo del integrismo feminista. Ese feminismo –recojo caracterizaciones aparecidas en manifiestos y declaraciones del movimiento– anticapitalista, antiliberal, marxista, ecologista, antimilitarista, pacifista, transfeminista, ciberfeminista y separatista (la mínima relación posible con el hombre), que arremete contra el dicho sistema patriarcal o heteropatriarcal que sería per se el origen de la opresión de la mujer.

¿Por qué Camille Paglia?

1.Porque, cuestiona el tópico feminista de la construcción cultural de lo masculino y lo femenino más allá de lo biológico, diseñado a principios del siglo XX a partir de determinados estudios antropológicos y psicoanalíticos que el feminismo actual (Kate Millet, Política sexual, 1969) reformula a conveniencia.

2. Porque, describe (Sexual Personae, 1990) el sexo como “un subconjunto de la naturaleza”. Prosigue: “Las feministas simplifican excesivamente el problema del sexo cuando lo reducen a una cuestión de convención social… [y creen que basta con] reajustar la sociedad, eliminar la desigualdad sexual, purificar los roles sexuales, y la felicidad y la armonía reinará” entre nosotros. El mensaje de nuestra autora: hay que reconocer, aceptar y promover determinadas características femeninas -psicológicas, emocionales y sexuales- que constituyen y definen a la mujer.

La estatua del humanista Lluis Vives del claustro de la Universitat de València, luce un delantal morado en apoyo a la huelga feminista. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

3. Porque, frente al feminismo integrista (Vamps &Tramps, 2001), propone un feminismo “revampirizado” -revamp, modernizar- que reivindique la figura de la vampiresa. Un feminismo lejos del victimismo, proteccionismo, paternalismo e infantilismo -estalinista y con afán de hacer del mundo una guardería, afirma nuestra autora-, que confíe en unas mujeres autónomas que se defiendan a sí mismas.

4. Porque, reivindica el pensamiento libre (Free Women, Free Men traducido como Feminismo pasado y presente, 2018) frente al feminismo que cree que la “belleza es una conspiración heterosexista”. Propuesta: “liberar el feminismo de las feministas” y ridiculizar una mentalidad feminista que “culpa de todos los problemas humanos a los varones blancos imperialistas”. Un feminismo que la autora tilda de “lloriqueo tremendo”, de “teatro callejero” y de “conducta infantil, adolescente” que es “malo para las mujeres”

Porque, retrata un tiempo en que lo políticamente correcto censura y tritura cualquier pensamiento que se aparte del canon progresista

5. Porque, retrata un tiempo (Provocations, 2018) en que lo políticamente correcto censura y tritura cualquier pensamiento que se aparte del canon progresista. Tiempo en que los jóvenes -bombardeados con imágenes que impiden discriminar lo real de lo virtual- reciben una educación insuficiente y sectaria que se caracteriza por la estrechez de miras y el surgimiento de “políticas de identidad inflamatorias y divisivas”.

6. Porque, invita a rebelarse contra el feminismo integrista con mando en plaza que suele ignorar al común de las mujeres en nombre de una Mujer que solo existe en su imaginario.

7. Porque, brinda argumentos frente al populismo feminista –demagógico, histriónico, antipático, fundamentalista y despótico- que desea imponer –por decreto, o por la vía del yudo moral, o mediante el chantaje emocional, o utilizando el ciberanzuelo que posibilita la Red- la poco democrática “perspectiva de género” en la política, la economía, el derecho, la empresa, la cultura, la sanidad, la ciencia, la educación, el deporte, la filosofía o la moral.

8. Porque, se planta con sus razones ante un feminismo de guante violeta y baile fácil que, engreído como es, se sitúa más allá del bien y el mal, se distingue por su carácter aleccionador, por señalar el recto camino que seguir bajo amenaza de excomunión, y por conceder certificados –incluso entre las mujeres- de buena y mala conducta feminista.

La secretaria de Igualdad del PSOE, Lorena Morales, y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo haciendo el gesto feminista (unir las manos y junta los dedos pulgar e índice para simbolizar la forma de la vagina)

9. Porque, empuja a rebelarse contra un puritanismo feminista que alardea de claridad moral y se caracteriza por un elitismo intelectual displicente, que frecuenta la caza de brujas, que está dotado de un providencialismo inquietante.

10. Porque, es un estimulante contra el integrismo feminista que estrecha la mente, amordaza las ideas y las opiniones, frecuenta la intolerancia, engendra hipocresía, odio y exclusión.

¡Mantente libre!, dice Camille Paglia en sus libros.

11. Porque, reclama una mujer autónoma y un feminismo democrático y liberal -¿por qué no un feminismo femenino que huya de la dogmática del integrismo feminista que conduce al hembrismo?-, que no habla en nombre de la Mujer, sino de las mujeres individualmente consideradas.

12. Porque, reivindica la igualdad ante la ley sin privilegios de género, no impulsa la discriminación positiva de sexos –la mejor manera de no discriminar a nadie es no discriminar a nadie-, apuesta por la meritocracia, no se empeña en recuperar la guerra de los sexos propia del fundamentalismo feminista de los 60 y 70 del siglo pasado, y promueve alianzas estratégicas –en beneficio propio- con el hombre.

¡Mantente libre!, dice Camille Paglia en sus libros.

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