El 70% de las ambulancias de Madrid no pueden atender casos graves

Los vehículos low cost de la Comunidad son incapaces de atender a heridos de gravedad, infartados o situaciones de riesgo. Los trabajadores se quejan de que son "taxis con luces y algo de oxígeno"

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El 70% de las ambulancias de la Comunidad de Madrid son incapaces de atender a enfermos de gravedad, heridos en accidentes de tráfico o infartados. Un total de 69 ambulancias low cost –o «taxis con luces y algo de oxígeno», según describen sus propios conductores y técnicos— fueron desplegadas en 2010 por el gobierno regional en el apogeo de los recortes autonómicos.

Este tipo de ambulancias -catalogados como tipo A— han sido diseñadas para trasladar a un solo paciente a los hospitales, pero por su escasa dotación y limitación de recursos, no pueden atender casos graves. 

Las unidades están preparadas para trasladar a pacientes al hospital para realizar algún tipo de prueba y sirven especialmente a personas mayores. Pero las ambulancias low cost sólo están equipadas con  un conductor y, por tanto, el paciente permanece sólo y aislado en una cabina trasera.

«Madrid cuenta con 69 ambulancias de este tipo. La mayoría, un total de 43, sólo tienen asignadas a un técnico. No podemos trasladar a personas con mareos, infarto o heridos en graves accidentes de tránsito. No tenemos capacidad para atender al paciente durante el trayecto».

«Si se marea y vomita, tenemos que parar porque no llevamos a personal sanitario detrás», explica Higinio Delgado, conductor de ambulancias e integrante de Somos Sindicalistas, la agrupación surgida al calor del 15M.

Sin collarines  

Las ambulancias low cost no disponen de collarines, corsé espinal para proteger las camillas o félulas para la inmovilización de fracturas. Contiene un pequeño botiquín y oxígeno limitado. La Comunidad de Madrid dispone de un total de 96 ambulancias, al margen de los vehículos de Samur (pertenecientes al Ayuntamiento de Madrid) y del SUMMA (que atiende emergencias extra hospitalarias).

De estas 96 unidades, el 69 son low cost y el resto, 27, tienen capacidad para atender todo tipo de emergencias. La Comunidad de Madrid apenas destina unos 20 millones de euros anuales para mantener y gestionar las ambulancias de la región.

El actual contrato de ambulancias se encuentra prorrogado y el nuevo concurso para el servicio ha sido impugnado por las patronales del sector: la Asociación Madrileña de Empresarios de Transporte en Ambulancia (Ametra) y la Federación Nacional de Empresarios de Ambulancias (ANEA), según informó el diario El País.

Tanto las patronales como los sindicatos consideran que la cantidad ofrecida por la consejería para el presupuesto de ambulancias como las ofertas a la baja de la mayoría de empresas participantes en el concurso (Alerta, Ferrovial, AmbuIbérica, SGS, Santa Sofía y Degamar) son insuficientes.

Al cierre de esta edición, la consejería de Sanidad de la Comunidad no respondió a las llamadas de este diario, pero el gobierno de Cristina Cifuentes no parece estar demasiado satisfecho con los resultados del servicio.

El gobierno regional anunció hace pocos días que multará a la empresa gestora de las ambulancias si los tiempos de respuesta exceden el máximo estipulado: 25 minutos en ciudad y 35 minutos en zonas rurales.  

Déficit de ambulancias  

El parque de ambulancias de Madrid es insuficiente, según se han quejado los propios trabajadores, los sindicatos e, incluso, la patronal de las empresas que gestionan los servicios de ambulancias.  

La escasez de medios y la falta de coordinación hacen que las ambulancias no cumplan los tiempos de espera máximos estipulados en el contrato. Los conductores de ambulancias se quejan de que muchas veces las poblaciones de Madrid se quedan sin ambulancia disponible porque las asignadas a la zona son trasladadas a la capital.  

Es, en esos momentos de escasez, cuando las ambulancias low cost pueden ser movilizadas para atender casos graves. Entonces, las esperas se multiplican. «Hay ambulancias de bajo coste que llegan al lugar y no pueden atender al paciente por su gravedad. Entonces, ese conductor tiene que llamar a otra ambulancia».

«El problema es que hay vidas en juego y que hay gente que ha muerto», explica Miguel Ángel Lorenzo, portavoz de Somos Sindicalistas, que ha solicitado reunión con Ayuntamientos y grupos políticos de la Asamblea de Madrid. Hasta ahora, Podemos ha aceptado estudiar y valorar la situación de las ambulancias en Madrid.  

Los conductores que se han quejado por el sistema deficitario de ambulancias han recibido represalias y han sido cambiados de turno, según explican los sindicalistas implicados en solicitar mejoras del servicio. Las comunidades autónomas que hasta ahora operaban con este tipo de ambulancias low cost como Cataluña y Castilla La Mancha han desterrado a las unidades para sustituirlas por ambulancias completas y equipadas.

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