El abogado de Puigdemont se queda sin amparo del colegio de letrados

El colegio de abogados de Madrid rechaza por unanimidad "y sin reservas" la petición de amparo presentada por Gonzalo Boye

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El colegio de abogados de Madrid (ICAM) ha rechazado «por unanimidad y sin reservas» la petición de amparo que presentó Gonzalo Boye, uno de los abogados de Carles Puigdemont, por los ataques recibidos a raiz de la apertura de un proceso civil en Bélgica contra el juez Pablo Llarena.

Boye, que forma parte del equipo de defensa de Puigdemont, solicitó amparo a la entidad, en la que está colegiado tras las invectivas recibidas vía Twitter y la denuncia que el eurodiputado Enrique Calvet presentó contra el propio Boye ante el mismo ICAM, que aún tiene pendiente resolver esta cuestión.

El colegio s solidariza con Boye respecto de los ataques de que ha sido objeto en las redes

En su resolución, el colegio se solidariza con Boye respecto de las «presuntas amenazas, injurias, eventuales calumnias y, en general, los mensajes ofensivos de los que ha sido objeto en las últimas semanas en las redes sociales» y muestra su «rechazo del uso de un lenguaje lacerante, grosero, insultante, desafortunado o descalificador respecto del letrado Sr. Boye».

Pero, más allá de eso, el ICAM recuerda que «el amparo colegial» se reseva para situaciones en que es un juzgado o un tribunal el que «coarta o menoscaba» la tarea del letrado, y concluye que no es el caso.

El colegio, con Llarena

La semana pasada, el colegio ya emitió un comunicado en defensa de Llarena, coincidiendo con el inicio del proceso civil iniciado contra el juez del Supremo en Bélgica.

Como reacción a eso y a la querella presentada contra él por el colectivo de juristas 24DOS, que incluye a varios miembros del colegio, Boye presentó su renuncia como profesor en el Centro de Estudios del ICAM y solicitó que el colegio se abstuviera de resolver la petición de amparo que había presentado y la trasladara al Consejo General de la Abogacía Española. Pero el ICAM también ha encontrado esa petición fuera de lugar.

Boye ataca al decano

Este mismo miércoles, horas antes de que se adoptara la resolución, Boye cargó contra el decano del colegio, José María Alonso Puig, por unas declaraciones en las que este critica lo que califica de «ataque absolutamente inadmisible» de las autoridades belgas y de los políticos catalanes expatriados al juez instructor de la causa del procés en el Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena.

En su defensa de Llarena, Alonso Puig alega que «la abogacía tiene que estar siempre en primera posición cuando se producen ataques injustificados a nuestro sistema de administración de justicia». 

Boye, en un hilo de Twitter, afea a Alonso Puig que haga esas declaraciones en nombre del ICAM y a través de sus canales oficiales, y acusa al decano de crear «un grave perjuicio» al ICAM, de comprometer «la independencia» de la institución «de manera gratuita e irresponsable» y de «echar leña al fuego de forma premeditada para crear un incidente internacional sin que nadie le haya pedido opinion, fuera del ámbito de su competencia con base en hechos inventados».

Suscríbase a nuestro canal de Telegram para estar informado con las últimas noticias sobre política en Cataluña

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp