El CIS catalán cambia de cocinero y el apoyo a la independencia repunta

Los cambios del sesgo y las empresas encargadas de los estudios explican las bruscas oscilaciones del apoyo a la independencia en las últimas encuestas del CEO

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En febrero, la publicación de una encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) efectuada en enero disparó las alarmas entre el soberanismo, y dio alas a los constitucionalistas: fracasada la vía unilateral, y tras la aplicación del 155, el estudio indicaba que el apoyo a la independencia caía ocho puntos, pasando del máximo histórico del 48,7% alcanzando en la encuesta anterior, hecha en octubre, al mínimo: el 40,8%.

La publicación del nuevo Barómetro de Opinión Política (BOP), el de abril, ha supuesto un nuevo vuelco. Tres meses después del batacazo, los partidarios a la independencia vuelven a alcanzar el 48%. Pero ¿tan volátil es la sociedad catalana? No. Se trata más bien una cuestión de cocina. O de cocinero. De un episodio que refleja a las claras que los estudios de opinión en los que tanto confían los partidos para diseñar sus estrategias también sirven para vender realidades a menudo confeccionadas al gusto y que siempre dependen de la letra pequeña.

El tercer BOP de 2017 reflejó el mayor porcentaje de apoyo a la independencia desde que el CEO empezó en 2015 a preguntar por la cuestión

El barómetro es una encuesta que la versión catalana del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hace tres veces al año. El tercero y último de 2017, el que reflejó el mayor porcentaje de apoyo a la independencia desde que el CEO empezó en 2015 a preguntar por la cuestión, se hizo entre el 13 y el 29 de octubre. Es decir, en los días de la resaca post 1-O, el angustioso ser o no ser de la vía unilateral y, a la postre, la DUI del Parlament y la aplicación del 155.

Lo de enero conste que no era un barómetro, sino la Encuesta sobre Contexto Político en Catalunya (en adelante, ECPC), un estudio muy similar que el CEO elabora una vez al año con una muestra algo más pequeña. La del barómetro había llegado a ser de 2.500 personas, pero desde 2016 ronda las 1.500, y en el de octubre fue de 1.338. Para la ECPC de enero los entrevistados fueron 1.200.

Encuestas externalizadas

Pero no es eso lo relevante. Ni siquiera que esa encuesta coincidiera con la aplicación del 155, en virtud del cual, la Generalitat está controlada por el gobierno central, porque también el barómetro de abril en que el independentismo ha vuelto a dispararse se ha hecho en esa misma tesitura.

El caso es que el CEO externaliza la confección de sus encuestas. Los barómetros de 2017 los elaboró GESOP, Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública, SL, una de las compañías que más encargos ha recibido desde que en 2010 empezó a colaborar con el organismo que dirige Jordi Argelaguet. Pero, con la ECPC de enero, se estrenaba una nueva empresa: el Instituto Apolda, que nunca había trabajado para el organismo de la Generalitat.

Cambios en el sesgo habitual

El cambio de compañía comportó variaciones en algunos de los parámetros sociológicos aplicados a la hora de seleccionar a los entrevistados, es decir, una modificación el sesgo habitual. Así, el 40,3% de los encuestados eran personas que decían sentirse más catalanas que españolas, cuando ese porcentaje en las encuestas del CEO suele ser más alto, y en octubre había sido del 51%. Y, por el contrario, el de los que se sentían más españoles que catalanes en octubre había sido del 9,6% y en enero, fue seis puntos superior.

El porcentaje de encuestados con el catalán como lengua propia también oscilaba de forma notable entre octubre y enero: en el primer caso, era del 43,1%. En el segundo, del 33,5.

El encargo del barómetro de abril ha sido para Opinòmetre SL, otra vieja conocida del CEO

Apolda no ha repetido. El encargo del barómetro de abril ha sido para Opinòmetre SL, otra vieja conocida del CEO, para el que ya elaboró los BOP de 2014, 2015 y 2016. Y, con ella, han vuelto los parámetros habituales: un 42% de encuestados con el catalán como lengua propia y un 50,9% que se sienten más catalanes que españoles. El resultado ha sido volver a las cifras de apoyo a la independencia de octubre.

Un detalle llama la atención de la presentación de resultados del barómetro. En el dossier de prensa, muchas de las preguntas van acompañadas por gráficas que reflejan la evolución de resultados a lo largo de la serie histórica. Pero los resultados del ECPC de enero, tan llamativos respecto del resto, no aparecen reflejados en las mismas.

La omisión tendría sentido si se tratara de reflejar tan solo la evolución de los resultados en los BOP, pero el caso es que en la serie sí que se hacen constar los de anteriores ediciones de la encuesta anual. Las aguas han vuelto a su cauce y en el CEO parecen querer olvidar el día en que cambiaron de cocinero y la receta habitual y el plato acabó teniendo un sabor diferente.

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