El PSC quiere mandar en el PSOE durante 10 años

Los socialistas catalanes vuelcan su estrategia política en conseguir un PSOE a su medida para facilitar la colaboración con Podemos y ERC

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El PSC aprovechará su congreso de diciembre para sentar las bases de su estrategia política de cara a los próximos años. Su rumbo es claro: quiere devorar al partido de Ada Colau, Catalunya en Comú, con el propósito de convertirse «en el referente de la izquierda social federalista y ecologista».

Para lograrlo, el PSC quiere tener una posición destacada en el puente de mando del PSOE. Quiere a un PSOE a su imagen y semejanza para que los catalanes comprueben hasta dónde llega su influencia. 

El partido dirigido por Miquel Iceta expresa con toda claridad sus ambiciones respecto a la influencia que desea ostentar en el PSOE. Quiere presencia en el partido, en el Gobierno y en las instituciones del Estado. Y la quiere durante al menos diez años.

«El PSC tiene que construir en la primera línea del PSOE la España moderna y progresista ayudando a reafirmar el proyecto socialista al frente de la sociedad española durante al menos una década», dice el documento estratégico que los socialistas catalanes debatirán en su congreso del 13, 14 y 15 de diciembre. 

A los socialistas catalanes no les va mal hasta ahora, puesto que Pedro Sánchez ya situó en la anterior legislatura al frente de las Cortes a dos de sus dirigentes: a Meritxell Batet en la presidencia del Congreso de los Diputados y a Manuel Cruz en la del Senado. Pero el PSC no se conforma con estas posiciones y desea más.

La España que imagina el PSC, el partido «rótula»

Considera el PSC que sólo así, sólo una España «progresista y europeísta» volverá a ser «atractiva para la inmensa mayoría de catalanes». Y para este cometido los socialistas catalanes se arrogan un papel crucial, como «partido rótula en Cataluña y entre Cataluña/España».

Los socialistas catalanes asumen premisas de difícil digestión para amplias capas del PSOE, tales como «el reconocimiento de Cataluña como nación» y la definición de España como «estado plurinacional». Así es la España que imagina el PSC para ganar terreno al independentismo.

Los documentos estratégicos que ha elaborado el PSC descartan por completo el camino de un gran pacto con las formaciones de centro-derecha. Es decir, que descartan de un portazo la posibilidad de un frente constitucionalista en Cataluña y abogan sin matices por acuerdos con las izquierdas.

«Las grandes coaliciones nostálgicas con los conservadores con la excusa de cerrar el paso a los comunitarismos sólo hacen que darles la razón o abrir la puerta a otras opciones para que nos sustituyan en nuestro espacio político (los verdes en particular)», argumenta el PSC en su documento interno. Así evidencia su obsesión por no regalar espacios a los comunes de Colau.

Los aliados del PSC

El PSC se propone abanderar asuntos como el comercio «justo y sostenible», la implantación de la tasa Tobin (para gravar las operaciones de conversión entre divisas), la erradicación de los paraísos fiscales y la «gestión humanitaria» de los flujos migratorios.

Todo ello con el propósito de dar pie a alianzas que abarquen un espacio comprendido desde «el progresismo reformista al eurocomunismo y desde el sindicalismo a los grandes movimientos emancipadores o ambientalistas».

La lectura de los documentos del PSC permite intuir con toda claridad el tipo gobierno que desean los de Iceta: el tripartito con los comunes y con una supuesta ERC neoautonomista. El rumbo está trazado. 

 

 

 

 

 

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