Iceta se planta: «Mas debe abandonar el rumbo de colisión»

Asegura que la tercera vía "es la primera y la única" y ofrece medidas concretas como una quita de parte de la deuda autonómica que debería asumir el Estado

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El rostro de Marta Rovira era elocuente. La secretaria general de Esquerra estaba sentada en la primera fila, junto a otros dirigentes de otras fuerzas políticas. Y aguantó con profesionalidad todo el discurso de Miquel Iceta, decidido esta vez a desmembrar todo el discurso del soberanismo desde hace dos años.

El primer secretario del PSC quería ofrecer una alternativa, tras las dos conferencias protagonizadas por el President Artur Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras. Y se volcó en ello al sentenciar que la denostada tercera vía, la que propone una vía de acuerdo con el Gobierno central, para reformar lo que sea necesario, es, en realidad, «la primera y la única», y que el movimiento independentista, liderado por Mas, debe ser consciente ya de que no tiene ninguna salida. «Mas debe abandonar el rumbo de colisión», aseguró Iceta.

Ni debate sobre el modelo económico ni sobre el contexto europeo

El dirigente socialista consideró, ante un auditorio de unas 800 personas, en el Museo Marítimo de Barcelona, que el debate político en Cataluña sólo se ha centrado en el proyecto independentista, cuando el problema es otro, es el cambio en el modelo económico que afecta a todos los países del entorno europeo, inmersos en un proceso de globalización que les ha llevado, entre otras cuestiones, a perder un enorme porcentaje del sector industrial en beneficio del sudeste asiático.

Iceta se refirió a la construcción europea, a la posible caída en una nueva recesión, al conflicto bélico en Ucrania, un país esencial en materia energética. «Sin embargo, de todo esto en Cataluña no se habla», aseguró.

Los errores de los socialistas desde el inicio de la crisis

El dirigente socialista no quiso esconder los errores del PSC ni del PSOE, por no haber previsto las dimensiones de la crisis económica, por no haber reaccionado con mayor inteligencia tras la sentencia del Estatut de 2010, o por no haber gestionado mejor los casos de corrupción.

Pero criticó con contundencia las decisiones de Mas, «con errores constantes», desde la convocatoria electoral en 2012, hasta la declaración de soberanía en el Parlament, pasando por el empecinamiento en convocar una consulta que sabía, de antemano, que no podía realizar sin un acuerdo previo con el Gobierno central.

Ni astucia ni épica

Por todo ello, Iceta rechazó «la astucia y la épica» con la que Mas y Oriol Junqueras han impulsado el proyecto soberanista. Y repitió que «está condenado al fracaso, es un callejón sin salida, y, por tanto, Mas debería abandonar ese rumbo de colisión». Para Iceta el President sólo trata ahora de protagonizar «una fuga adelante», con una posible convocatoria electoral con la que quiere esconder «un nuevo fracaso con su partido».

Y es que, según Iceta, «la mayoría de catalanes ya han dejado claro que no son independentistas, como se demostró el 9N». El dirigente socialista remachó que no se debe crear más confusión, y que los catalanistas «no somos independentistas». Los aplausos, tras las dos afirmaciones, fueron rotundos entre los presentes.

¿Y la oferta del PSC o del PSOE?

Esa es la posición del PSC. Iceta abogó por agotar la legislatura, y le ofreció a Mas, de nuevo, apoyo si lo pide. «Nosotros siempre ofreceremos ayuda a quien quiera ser ayudado», afirmó, aunque con la percepción de que Mas ya ha tomado una decisión. El PSC podría pactar los presupuestos de 2015, pero siempre que el President decidiera cambiar el rumbo.

Porque, ¿qué ofrece Iceta más allá de rechazar la vía soberanista? El primer secretario consideró que hay algunas alternativas para lograr mejoras en la financiación autonómica. Aunque se debería negociar y modificar ya el modelo de financiación –el Gobierno no lo considera prioritario porque no puede ofrecer ahora más recursos al sistema– Iceta propuso que el Gobierno central asuma como propia una parte de la actual deuda de las autonomías, que se ha generado tras los déficits generados para asumir el gasto social.

Esperar las elecciones generales

Esa fórmula pasaría «por una quita de la deuda generada en los últimos años», que podría contribuir a sanear la situación financiera y rebajaría el gasto de las autonomías en el pago de intereses», según Iceta.

Para el PSC la única vía, por tanto, es esperar a las elecciones generales, y buscar, con el PSOE, un cambio en las relaciones de Cataluña con España que asegure «el principio de ordinalidad respecto a la financiación autonómica, el reconocimiento de la realidad catalana y del carácter pluricultural y plurilingüe del Estado», y una especie de blindaje de las competencias en materia de lengua, educación y cultura.

¿Eso es mucho, poco o suficiente? Iceta, en realidad, verbalizó lo que muchos dirigentes de CiU no dejan de defender en privado. Algunos, como el conseller de Territori, Santi Vila, lo han explicitado, al constatar que los recortes de la Generalitat desde 2010 se han podido superar mejor liderando un proyecto independentista con el que han ilusionado a una gran parte de la sociedad catalana

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