La campaña pro-Forcadell sigue con tres expresidentes sollozando en la radio

Benach, De Gispert y Rigol se lamentan, sin fisuras, de la actitud del Gobierno con los mismos argumentos publicados por la prensa catalanista días atrás

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Los últimos tres expresidentes del Parlament —Núria de Gispert, Ernest Benach y Joan Rigol— han avalado la actuación de la actual presidenta, Carme Forcadell, al permitir que el pleno votara las conclusiones de la comisión del proceso constituyente, y han criticado la falta de diálogo del Gobierno.

En unas declaraciones conjuntas a Catalunya Ràdio, los expresidentes han coincidido en considerar correcta la actuación de Forcadell, de acuerdo con el reglamento de la cámara autonómica y teniendo presente que el pleno es soberano para incorporar nuevos puntos del orden del día.

«Nosotros hubiéramos hecho lo mismo», han indicado los tres expresidentes, que han explicado que la llamaron por teléfono para expresarle su apoyo después de las advertencias del Gobierno y tras pronunciarse sobre el asunto el Tribunal Constitucional (TC).

Los tres expresidentes del Parlament han atribuido las «amenazas de inhabilitación» a «la incapacidad» de España para afrontar el diálogo con las instituciones catalanas.

Para Benach, «se trata de un episodio más de todo el ataque que se está produciendo desde el Estado español» y ha advertido de que «un país es su gente, pero también son sus instituciones, y cuando se ataca a la presidenta del Parlament se ataca a la gente».

«Es una actuación política aunque se disfrace como actuación jurídica, y frente a ella», ha indicado, «el mejor camino es proseguir con el proceso hacia la independencia tal y como está previsto», si bien se ha mostrado partidario de «intentar rebajar la presión interna y hacer las cosas más simples».

«El TC debe tener poco trabajo»

De Gispert ha comparado las advertencias a Forcadell con la causa abierta contra el expresidente Artur Mas y varios consejeros por el proceso participativo del 9N, y ha concluido que «el TC obedece lo que le dicen» desde el Gobierno central.

Después de precisar que Forcadell «hizo lo que tenía que hacer y lo hizo correctamente», De Gispert ha pedido «no olvidar un dato importante, y es que sólo se trataba de las conclusiones de una comisión de estudio, poco trabajo debe tener el TC para dedicarse a suspender esto, que no es ninguna ley».

También ha considerado que «si su objetivo es ahogar las instituciones catalanas buscarán todas las razones políticas que quieran para hacerlo».

«Cobardía del Gobierno»

Rigol ha subrayado que «el Gobierno tiene una gran cobardía política al no afrontar la situación y llevarlo todo al TC, lo que demuestra su incapacidad por abrir un diálogo» con las instituciones catalanas.

Según Rigol, «esto no tiene ningún futuro, y si hubiesen repasado la historia de Cataluña verían que esto no es un pronto de Forcadell ni de nadie, sino que es un hecho colectivo».

Ha reprochado que «el Gobierno de España juegue a la mejor agresividad posible» y se ha mostrado convencido de que «en el hipotético caso de que Forcadell fuese inhabilitada, será el pueblo de Cataluña quien la vuelva a habilitar» puesto que «sería causa de una respuesta contundente por parte de la ciudadanía de Cataluña».

«No es el imperio de la ley, como arguye la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, es la ley del imperio», ha concluido Rigol. 

Los mismos argumentos

La entrevista conjunta de los tres expresidentes en Catalunya Ràdio sigue a una serie de artículos en prensa escrita publicados por cabeceras como El Punt Avui, Ara y La Vanguardia que defienden la actuación de Forcadell, curiosamente, con los mismos argumentos expuestos por Benach, Rigol y De Gispert.

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