La CUP exige elecciones a Quim Torra

La CUP ha propuesto a Junts Per Catalunya (JpC) y a Esquerra Republicana que convoquen elecciones si “renuncian a gobernar”. Ambos partidos, asegura la CUP, se están dedicando a hacer “procesismo 2.0”, que consiste en “retórica y simbolismo republicano”.

En las críticas de la CUP se puede leer el cansancio delante de un ‘procés’ que se lleva toda la atención de los dirigentes catalanes, centrados en el juicio del 1-O y los conflictos de los lazos amarillos. Según los anticapitalistas, el gobierno en coalición de JpC y ERC “no gobierna, no tiene autoridad y no está centrado en los retos colectivos de carácter social y nacional que se plantean los ciudadanos de Cataluña».

Maria Sirvent, diputada de la formación de izquierdas ha subrayado que el gobierno catalán se encuentra en una situación con escaso margen de maniobra, lo que le convierte en “incapaz para mantener unos mínimos aceptables del estado del bienestar”. Según la diputada de la CUP, los dos grandes partidos independentistas se dedican a “gestionar las migajas” de una Cataluña entre un “Estatuto recortado” y un estado intervenido por el 155. 

La CUP ha sido severa hacia Quim Torra, quien, afirman, ha dejado los compromisos adquiridos con los catalanes, para centrarse en los procesos electorales “y el reparto de sillas”. «Ya es que ni disimulan”, sostenía Sirvent, «su acción de gobierno no se la cree ni él mismo». Además, han criticado el considerable aumento de cargos de confianza que han aparecido alrededor del Govern durante su mandato: un total de 523 cargos que, según la formación anticapitalista, perciben un sueldo medio de 70.000 euros anuales.

JxCat acusa a la CUP de “poner trabas” al Govern

Desde la formación de Torra no han tardado en responder a las acusaciones de la CUP, y niegan que vaya a haber elecciones, ya que el gobierno de JxCat y ERC “debe seguir gobernando”. Eduard Pujol, portavoz adjunto de JpC, ha señalado a la CUP, acusándoles de “poner trabas” en vez de “plantar cara” al Estado español.

Pujol ha insistido en que el “rival” no es el presidente de la Generalitat, sino el Estado español que, “totalmente enloquecido utiliza todos sus instrumentos para hacer daño a Cataluña”, y cree que a la CUP le falta “más sentido de la responsabilidad” y aprender a interpretar la situación actual.