La Generalitat contrató a Seprotec traductores judiciales de más idiomas de los que existen

La polémica empresa de intérpretes arrasó en el concurso de 2009 al inscribir a especialistas en 523 lenguas. Algunas están muertas o apenas las hablan diez personas en el mundo (se supone que una de ellas colabora con Seprotec)

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En el concurso público adjudicado por la Generalitat en 2009 para proveer de traductores e intérpretes a los juzgados catalanes, Seprotec se impuso en todos los lotes con una oferta técnica imbatible: 660 especialistas y un catálogo de 523 idiomas, además del catalán y del castellano, que son las lenguas oficiales en esta comunidad. La Oficina Antifraude de Cataluña revela en un informe razonado fechado en 2014, al que ha tenido acceso Economía Digital, que entre los 523 idiomas ofertados por Seprotec se incluyeron cuatro lenguas muertas o en peligro de extinción.

Ejemplos: Ainu, hablada en el norte del Japón, islas Kuriles y en el sur de la isla rusa de Sajalin; Baraku, que se ha dado por desaparecida en el Chad; Chiwere, una de las lenguas de las tribus sioux que en la actualidad solo cuenta con un puñado de semihablantes; y Tututni, también conocida por Coquille, la lengua de los indígenas coquille del sur de Oregón, que se da por extinguida desde la década de los ochenta del siglo pasado.

Decenas de idiomas incluidos en el catálogo de Seprotec cuentan con escasos hablantes en todo el planeta. Según el informe de Antifraude, el Ngbinda, originario del Congo, solo tendría unos diez hablantes en el mundo, entre los que se supone que está incluido uno de los traductores de la plantilla de Seprotec; el Ixil, propio de una comunidad indígena de Guatemala, tendría unos 60; el Koyukon, de Alaska, unos 150; el Ket, de las llanuras siberianas, otros 150; el Ido, una versión reformada del Esperanto, unos 200… hasta llegar al Cherokee, con unos 11.000 hablantes.

En el concurso público de traductores judiciales adjudicado por la Generalitat en 2009, Seprotec únicamente competía con KM Alarabi, una agencia de servicios lingüísticos de Barcelona, que presentó una mejor oferta económica en tres de los cinco lotes territoriales a los que se presentó, pero, pese a ello, fue derrotada. Antifraude constata que «la valoración de la oferta técnica, que representa la mitad de la puntuación total, resulta determinante» en la adjudicación de los lotes.

Según Antifraude, Seprotec ganó estos lotes por su oferta técnica, en la que, entre otros criterios, se puntuó la diversidad idiomática y el número de traductores aportado. La oficina que dirigía en aquel momento Daniel de Alfonso considera que Seprotec hinchó el catálogo de idiomas y el número de traductores jurados. En la lista de personal que Seprotec presentó en aquel concurso, constaban 660 personas, de las cuales 510 eran traductores jurados, la categoría profesional que recibía la mejor puntuación según el pliego de condiciones.

Ni Antifraude se aclara con el número de traductores

No obstante, de estos supuestos 510 traductores jurados, Antifraude comprobó que, en uno de los anexos aportados por Seprotec, tan solo constaban 273 «X» en la columna correspondiente a la traducción jurada. Por ello, Antifraude considera que, como máximo, «solo 273 de las 660 personas propuestas por Seprotec serían traductoras juradas».

De manera inexplicable, Antifraude subraya que solo 16 de estos 273 traductores jurados están incluidos en los registros oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores o del departamento de Cultura de la Generalitat.

Otro dato aún más sorprendente es que 414 personas que figuran en la relación de 660 traductores de Seprotec acreditan tan solo el conocimiento, además del catalán y del castellano, de un única lengua no oficial. De los 523 idiomas de su catálogo, un total de 414, el 78%, son conocidos «solo por una persona en exclusiva».

Antifraude señala que «la diversidad idiomática queda desvirtuada», tanto por el elevado número de traductores de una única lengua como porque algunas de ellas estén «extinguidas o tengan un número de hablantes tan extremadamente reducido que resulta absolutamente inverosímil y anormal el pretendido conocimiento de aquel idioma, con el catalán y el castellano al mismo tiempo».

Un único traductor para japonés

Curiosamente, de japonés, un idioma con 130 millones de hablantes, Seprotec tan solo declaraba disponer de un único traductor, el mismo número que de lenguas extinguidas o con una decena de practicantes.

Antifraude también considera «anormal» que en la lista de traductores de esta agencia figurasen seis personas que solo conocían el catalán y el castellano, de las cuales cuatro tienen DNI de extranjero y, de estas, dos aparecen como traductores jurados, aunque en principio solo puedan serlo «del catalán al castellano y viceversa». En setiembre de 2009, el departamento de Justicia de la Generalitat adjudicó a Seprotec el contrato de servicios de intérpretes y traductores de los juzgados y las fiscalías catalanas por un importe total sin IVA de cerca de 6,3 millones de euros.  

Tal como recuerda Antifraude, esta agencia de traductores acumula incidencias, incluso sentencias en contra del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por irregularidades en las ofertas públicas presentadas, pero, pese a ello, la Generalitat les ha adjudicado todos los lotes de los dos últimos concursos de traductores judiciales que se han convocado.

Ahora solo ofrecen traducciones en 66 idiomas

Fuentes del departamento de Justicia de la Generalitat informan que, en la actualidad, Seprotec suministra traductores judiciales para 66 lenguas. Ya no son 523 como hace unos años, sino 66, un 87% menos. En los juzgados de Madrid, Seprotec también ha sido motivo de innumerables polémicas. Incluso contrataron un periodista de Economía Digital como traductor de árabe aunque no sabía ni una palabra de este idioma.

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