Puigdemont se venga en público de Sánchez y Junqueras

El presidente de la Generalitat, escocido por la reunión secreta entre los líderes del PSOE y ERC, arremete contra "la visita de paracaidista" del socialista

El 15 de marzo, Pedro Sánchez estuvo en Barcelona. Acudió a la capital catalana a entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Pero cuando acabó esa visita oficial se reunió con el líder del PSC, Miquel Iceta, y ambos se encaminaron a «un  lugar tranquilo» para verse con el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

Fue una reunión secreta en la que se habló de economía, de posibles pactos y de un hipotético referéndum independentista en Cataluña. Una reunión secreta que, como suele ocurrir, fue desvelada un par de semanas después. A Puigdemont se le quedó cara de póker, porque no sabía nada. El president se enteró por la prensa.

«No me ha molestado»

El miércoles, había pleno parlamentario y tras desayunarse con la noticia, Puigdemont llamó a Junqueras para pedirle explicaciones. Al fin y al cabo, el republicano es su vicepresidente y también conseller de Economia y sería lógico que se reportase con su jefe. Hablaron. Junqueras aseguró que en el encuentro sólo se habló de partidos y no de política autonómica y Puigdemont se vio obligado a perdonarlo.

«No me ha molestado», aseguró el presidente de la Generalitat poco después en declaraciones a Catalunya Ràdio. Pero no era cierto. Puigdemont andaba muy escocido. El rencor creció a medida que pasaban las horas. Así que planeó su venganza para perpetrarla en el evento más multitudinario que tenía en la agenda de esta semana: la gala del premio Català de l’any.

El acto, que se celebró en el Teatro Nacional de Cataluña el jueves por la noche, fue emitido por TV3. Puigdemont subió a entregar el premio y aprovechó ese prime time para rajar de lo lindo. El president dedicó la mayor parte de su corto discurso a arremeter con ironía contra Sánchez y Junqueras, quien estaba entre el público ni más ni menos que en primera fila.

«Visita de paracaidista»

«Sánchez ha realizado una visita de paracaidista a Cataluña con entrevistas más o menos discretas», dijo. «En su próximo viaje podría entrevistarse con alguno de los catalanes del día a día y entendería que este es un país de consenso y pacto», añadió. Para luego recordar a Sánchez que Cataluña es muy democrática, porque «es capaz de ponerse de acuerdo en la necesidad de ir a votar».

Esta vez fue Junqueras quien se quedó con cara de póker, pues tuvo que aguantar el chorreo desde la platea y sin rechistar. Ahora, Puigdemont ya se ha desahogado. Presidente y vicepresidente de la Generalitat han quedado en tablas y ya pueden dar el pistoletazo de salida a una renovada amistad. Así lo demuestra el hecho de que el viernes se les viese charlando amistosamente en el congreso de UGT.

Economía Digital

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