Pujol apechuga con la pena de telediario en su refugio de los Pirineos

Las cámaras de televisión cazan al ex president en la casa de la familia de su mujer en Queralbs

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A Jordi Pujol le siguen sin intimidar las cámaras. El ex president de la Generalitat, que hace dos semanas confesó que escondía dinero sin declarar en el extranjero, ha salido a dar un paseo por el pueblo de Queralbs, situado en los Pirineos, pese a la presencia de varios periodistas que desde hace días buscaban su refugio.

«Estoy bien, es todo lo que voy a decir», ha asegurado Pujol. Ante la insistencia del equipo de reporteros de Cuatro, el ex president ha afirmado: «Es todo lo que voy a decir, no insistan».

El periplo de Pujol

Tras su confesión, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, el político caído en desgracia intenta pasar tan desapercibido como ha podido. Los medios han hecho guardia en su casa de Barcelona y de Premia de Dalt para conseguir una imagen. No obstante, Pujol ha optado por refugiarse en los Pirineos.

Primero, en Latour-de-Carol, en una casa de su hijo Jordi Pujol Ferrusola, que también afronta momentos complicados. La Audiencia Nacional ha imputado al primogenito del ex president en una causa de blanqueo de capitales y fraude fiscal. Tras conocerse su paradero, el molt ex honorable huyó de la finca en dirección desconocido.

La casa de Queralt pertenece a la familia de su esposa, Marta Ferrusola. Pujol llego el miércoles por la noche a la residencia.

Economía Digital

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