«Soy puta, traidora, amargada y malfollada»

Las diputadas de la CUP se defienden de los insultos y ofensas machistas de los que han sido víctimas en los últimos días

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El machismo ha dado en los últimos meses con un objetivo muy concreto: las diputadas de la CUP. Y también ha encontrado  un arma de última generación para cargar contra ellas: el Twitter. Las cupaires han sido víctimas en las últimas semanas de todo tipo de insultos lanzados a través de las redes sociales.

Un ex directivo del Barça, Alfons Godall, llamó en Twitter «feas de cojones» a las activistas de la CUP a finales de diciembre cuando las negociaciones entre Junts pel sí y la izquierda anticapitalistas estaban en su punto álgido.

«Horrorosas y antiestéticas»

Poco después, el 6 de enero, el columnista de ABC Antonio Burgos publicó una columna titulada Las flequis, en alusión al peinado de algunas de estas diputadas, en el que sostenía la siguiente tesis: «¿Por qué las tiorras separatistas, ora vascongadas, ora catalanas, ora de Bildu, ora de la CUP han de ser tan feas?» y concluía: «no es que quieran separarse de España: es que quieren que las echemos. Por horrorosas y antiéstéticas».

Estas ofensas son sólo la punta del iceberg de los muchos recibidos por estas mujeres, todos relativos a su aspecto físico; ninguno en relación a su trabajo o a su preparación. Hartas de ser el blanco de todos los ataques, las diputadas de la CUP se han reivindicado este miércoles en Barcelona.

«Soy vieja, gorda y fea»

Han desfilado una a una ante la prensa y han recordado los insultos recibidos y los motivos por los que los que se los profirieron. «Soy vieja, fea y gorda y pido que se me juzgue por mis 64 años de lucha a favor de la vida y de la solidaridad de los pueblos», ha dicho Gabriela Serra.

«Soy retrasada, estúpida y tonta por defender un sistema de sanidad público y una red de educación catalana y de calidad», ha continuado Eulàlia Reguant, otra de las principales víctimas de los ataques machistas.

Anna Gabriel, la víctima preferida

Pero la principal víctima de las agresiones ha sido Anna Gabriel al estar en primera línea durante las negociaciones entre Junts pel sí y la CUP: «Soy puta, traidora, amargada y malfollada por defender unos países catalanes libres y socialistas y por recordar la impunidad de la extrema derecha», ha recordado Gabriel, quien junto a sus compañeras ha querido   denunciar el «acoso» al que las ha sometido el machismo en las redes sociales.        

Economía Digital

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