Vox entra en la Mesa del Congreso

El diputado de la formación de Abascal Ignacio Gil Lázaro será vicepresidente cuarto del Congreso tras una votación sin "cordón sanitario"

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Resuelto el principal enigma que planeaba sobre la sesión constitutiva de las Cortes. Finalmente no cuajó el llamado «cordón sanitario» contra Vox, de modo que este tendrá presencia en la Mesa del Congreso, aunque ocupando una sola plaza, y no las dos a las que aspiraba. El misterio se resolvió después de que, en ese caso sí cumpliendo con un guión perfectamente previsible, la socialista Meritxell Batet furea reelegida como presidenta de la cámara. Batet resultó escogida en segunda votación con 166 votos, imponiéndose a Ana Pastor, obtuvo 140.

La formación encabezada por Santiago Abascal ha obtenido la última de las vicepresidencias, que será para su diputado Ignacio Gil Lázaro. El PSOE podría haberlo evitado con un acuerdo con Unidas Podemos y los partidos independentistas, pero eso habría supuesto poner en riesgo la vicepresidencia primera, para la que fue escogido el socialista Alonso Rodríguez Gómez de Celis, con 108 votos, y que los de Pedro Sánchez consideraban irrenunciable.

Quien se queda fuera de la Mesa es Cs. Los intentos del PP para evitarlo resultaron infructuosos, porque Vox se negó a llegar al acuerdo que el lunes propuso Pablo Casado para garantizar una plaza para el partido naranja.

De cristalizar, esa entente habría permitido que el bloque de las llamadas tres derechas hubiera contado con cuatro puestos en la Mesa, pero al final, se quedan con tres, mientras que PSOE y Podemos suman seis, tres para cada uno.

Vox va a la suya y deja fuera a Cs

Vox, tercera fuerza en el Congreso, hizo oídos sordos a Casado y destinó la totalidad de sus 52 votos a apoyar a sus candidatos. Le alcanzaron para conseguir para Gil Lázaro una de las cuatro vicepresidencias, que se reparten en una votación única, pero no una de las cuatro secretarias, que se deciden a continuación y también de una sola tacada. ¿Por qué? Porque a la hora de repartirse las secretarías, los socialistas sí estuvieron dispuestos a ceder buena parte de sus 120 votos para garantizar que Unidas Podemos, que también consiguió sumar apoyos de los independentistas, obtuviera dos plazas. 

El resultado de ese sudoku de intercambio de votos fue que a la hora de dirimir las vicepresidencias, Alfonso Rodríguez Goméz de Celis, del PSOE, obtuvo 108 votos que le convierten en vicepresidente primero; Ana Pastor, del PP, 101 —13 más de los que tiene su formación—, María Gloria Elizo, de Unidas Podemos, 77 votos, y Gil Lázaro, que ya fue diputado y senador del PP en varias etapas entre 1983 y 2016, los 52 ya comentados.

El acuerdo de formaciones de izquierdas y nacionalistas que no fue posible en esa primera votación sí se produjo en la de los secretarios. Así, con el PSOE, JxCat, ERC y el PNV cediendo votos a los de Pablo Iglesias, salieron escogidos la socialista Sofía Hernanz; los diputados de Podemos Gerardo Pisarello y Javier Sánchez Serna, y Adolfo Suárez Illana, del PP. Los dos primeros obtuvieron 67 votos cada uno, por lo que hizo falta una nueva votación de desempate entre ambos —en la que se resolvió que Pisarello será secretario primero y Hernanz, secretaria segunda—, mientras que Sánchez Serna obtuvo 60 votos y Súarez Illana, 58, seis más que el candidato de Vox, José María Figaredo, que quedó fuera.

Tampoco entró el aspirante de Cs, José María Espejo, pese al finalmente estéril gesto del PP de cederle parte de sus votos. Espejo consiguió 43, pese a que los de Inés Arrimadas solo obtuvieron10 escaños el 10-N.

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