El cordón sanitario contra Vox: boicot en las votaciones y vetos para cargos en el Parlament

PSC, ERC, JxCat, CUP y Comuns se emplazan a que las propuestas de Vox fracasen y a no "normalizar" su "acción parlamentaria"

El líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, junto al líder nacional, Santiago Abascal / Vox

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A menos de un día para que dé inicio la constitución del Parlament, se ha cerrado entre PSC, ERC, JxCat, la CUP y Catalunya en Comú Podem el protocolo para marginar a Vox de la institución. Los cinco partidos se han comprometido a evitar que cualquier iniciativa de la formación prospere y se han comprometido a no «normalizar» su «acción parlamentaria».

«Los partidos firmantes quieren mostrar su compromiso con una Cataluña plenamente democrática, defensora de los derechos humanos y garante de iguales derechos y libertades para todo aquel que viva y emprenda su proyecto vital en Cataluña, orgullosa y comprometida con su diversidad», explica el documento.

En cuanto a la posibilidad de que Vox ocupe algún cargo orgánico en la cámara catalana, las formaciones firmantes han acordado establecer «todos los acuerdos necesarios para impedir la presencia de la extrema derecha en la mesa del Parlament, las mesas de las comisiones, en la coordinación de los intergrupos y la relatoría de los grupos de trabajo».

Exclusión de Vox de las reuniones de trabajo con entidades

El veto contra el partido que dirigirá Ignacio Garriga también se llevará cuando se hagan reuniones de trabajo entre los grupos parlamentarios y colectivos para abordar temáticas concretas. «Los grupos firmantes informarán a las entidades peticionarias que no se convocará a las formaciones de extrema derecha».

Los acuerdos también han supuesto cierta confrontación directa con Vox. Los cinco partidos se han emplazado a usar «los espacios de intervención en el Parlament para combatir los discursos de odio, defendiendo los derechos humanos y contrarrestando las informaciones falsas que puedan inducir a discriminaciones y vulneraciones de derechos humanos».

Además, también se han emplazado a «mantener un espacio de trabajo conjunto durante la legislatura entre los grupos parlamentarios firmantes, para coordinar la acción parlamentaria y las respuestas alrededor de acciones concretas de las formaciones de extrema derecha».

El fin de las votaciones por unanimidad

La entrada de Vox en el Parlament generará, como ya ha pasado en otras instituciones, que algunas declaraciones institucionales de temas que hasta ahora tenían amplio consenso –en defensa de los derechos de la mujer, de las minorías sexuales o contra el racismo, entre otras– no puedan aprobarse por unanimidad.

Vox bloqueó en más de una ocasión la declaración institucional contra la violencia de género del ayuntamiento de Madrid. También ha pasado en el Congreso de los Diputados, donde la formación de Santiago Abascal vetó que se aprobara un texto de las mismas características.

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