Lo que conocemos y lo que no sabemos sobre el coronavirus

Después de cinco meses de investigación, los científicos saben que el virus procede de los murciélagos y que la inmunidad dura de uno a dos años

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El coronavirus, algo que tan solo mide 80 billonésimas de metro en su diámetro y que es imperceptible para el ojo humano, está causando una pandemia a nivel mundial dejando a su paso más de 100.000 muertes. Pero, este enemigo común no es la primera vez que aparece, y por lo tanto los estudios que se refieren a él se remontan varias décadas atrás. 

Ya causó problemas en otras versiones al provocar resfriados comunes y, más recientemente, también ha desencadenado otros brotes de enfermedades mortales: el síndrome respiratorio agudo severo (Sars) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (Mers). 

Estas otras enfermedades ya estudiadas y controladas anteriormente tuvieron un impacto más leve en comparación con la Covid-19. En el caso del Sars, el virus provoca que los pacientes enfermen mucho más gravemente y que 1 de cada 10 fallezcan. Esto provoca que, en la mayoría de los casos, estos pacientes son hospitalizados y eso les impide infectar a otros, cortando la cadena de transmisión. 

¿Cuál es el origen del virus?

El virus que está dando la vuelta al mundo es tan solo una bola puntiaguda de material genético recubierto de productos químicos grasos llamados lípidos. Su largo recorrido entre la humanidad ha hecho que sea el tema más estudiado a día de hoy por los científicos, por lo que están apareciendo decenas de proyectos de vacunas, ensayos de medicamentos antivirales y nuevas pruebas de diagnóstico.

Algo muy debatido en los últimos tiempos ha estado la procedencia del coronavirus. Los investigadores, finalmente, han descubierto que el virus Sars-CoV-2 se originó —casi con certeza— en los murciélagos. El motivo por el que estos animales pudieron ser los primeros en distribuir el virus es que poseen respuestas inmunes feroces a los patógenos víricos. Estas defensas hacen que los virus se repliquen más rápido para que puedan superar las defensas de los murciélagos.

Que a su vez, eso transforma al murciélago en un reservorio de patógenos de rápida transmisión y altamente transmisibles. Luego, estos virus de murciélago se trasladan a otros mamíferos que carecen de un sistema inmunitario de respuesta rápida. Se sospecha que ese animal intermedio en el caso del coronavirus pudo ser el pangolín.

«Este virus probablemente saltó de un murciélago a otro animal, y ese otro animal probablemente estaba cerca de un humano, tal vez en un mercado», dice el virólogo Profesor Edward Holmes de la Universidad de Sydney al The Guardian.

¿Cómo entra el virus en las células humanas?

Cuando el cuerpo recibe una partícula que contiene el virus, éste entra en contacto con las células que recubren la garganta y la laringe (que tienen un gran número de receptores, conocidos como receptores Ace-2). «Este virus tiene una proteína que está preparada para bloquear ese receptor y deslizar su ARN en la célula», dice el profesor de virología Jonathan Ball de Universidad de Nottingham.

Una vez dentro, ese ARN se inserta en la propia maquinaria de replicación de la célula y hace múltiples copias del virus. Luego estos salen de la célula y la infección se propaga. El motivo por le que muchas personas son capaces de desacerse del virus —a veces sin ni siquiera presentar síntomas— es la generación de anticuerpos por parte del sistema inmune.

Los casos en los que el virus causa la muerte sucede porque el sistema inmunitario de una persona entra en sobremarcha, atrayendo células a los pulmones para atacar el virus y provocar inflamación. Este proceso puede descontrolarse, se vierten más células inmunes y la inflamación empeora. Esto se conoce como tormenta de citoquinas. En algunos casos, esto puede matar al paciente.

¿Cuánto dura la inmunidad adquirida?

Los anticuerpos creados en una infección proporcionarán protección contra futuras infecciones, pero se debe tener en cuenta que es poco probable que la protección sea de por vida, según indica el virólogo Mike Skinner del Imperial College London. La mayoría de los virólogos creen que la inmunidad contra Covid-19 durará solo uno o dos años, después de analizar a múltiples pacientes recuperados de la infección. En caso de que el virus permaneciera entre los humanos por bastante tiempo, los expertos apuntan también a que podría llegar a ser menos mortal.

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