El estado de alarma pone en peligro la cosecha de fruta en España

El Ministerio de Agricultura admite que faltan 100.000 trabajadores para la recogida de fruta de abril, pero aún "medita" sobre las soluciones

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El sector agrario, con un peso del 2,5% del PIB español, ha quedado a la deriva ante la cosecha de frutas y verduras debido a la crisis del coronavirus. No se le mencionó en el primer Real Decreto del estado de alarma, a mediados de marzo, y solo se hizo alusión a la agricultura indirectamente en la lista de actividades esenciales que pueden seguir operando desde esta semana, al formar parte de la cadena de abastecimiento del mercado. Con la cosecha de abril en jaque en distintas regiones de España, el Gobierno de Pedro Sánchez ha reconocido que está aún «meditando» qué hacer para que no se pierda «ningún fruto».

El cierre de fronteras y las restricciones de movilidad han privado de la llegada de miles de temporeros agrícolas a las empresas del sector desde hace casi tres semanas. La alarma empezó a sonar en el resto de Europa la semana anterior, cuando la Asociación Europea de Productos Frescos (Freshfel Europe) avisó que estaba siendo imposible trasladar a los trabajadores temporales y mucho más permitir el ingreso de los mismos a los países del bloque, toda vez que muchos son migrantes africanos o de otras partes de Europa. La Federación de Industria en Andalucía cifró en un 50% la tasa de ausencia de finales de marzo.

Este miércoles, a la vez que diversas organizaciones agrarias calculaban que se necesitan al menos 100.000 personas en las próximas semanas para las campañas de recogida de frutas y verduras y para labores de ganadería, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación hizo acuso de recibo pero tan solo logró avanzar que el Gobierno todavía está trabajando en la solución a este problema. Mientras, Cooperativas Agro-Alimentarias de España advertía de la urgente necesidad de «bastante mano de obra» en los próximos 15 días y lamentó que por el momento solo se ha cubierto un 60% de la ayuda necesaria.

Y es que con la llegada de abril empieza también la temporada de, entre otros frutos, la fruta de hueso, como las cerezas, nectarinas, melocotones o albaricoques. Aragón, Cataluña, Murcia y Extremadura son las principales comunidades productoras de estas cosechas, y en muchos casos los empresarios son dependientes de la mano de obra extranjera. Por poner un ejemplo, en 2019 en Aragón se contrataron en torno a 30.000 personas para esta campaña, de las que 25.500 (el 85%) eran extranjeros y menos de 5.000 españoles. Lo mismo sucede en otros países como Francia y Alemania. Pero las fronteras cerraron.

Los parados, ¿a recoger frutos?

Las asociaciones agrarias piden a toda prisa ayuda al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Una de las escasas ideas que han salido del departamento en las últimas horas ha sido una que también ha tenido cierto recorrido en Francia: contratar a parados y personal de sectores que han sufrido la oleada de ERTE recientes como la hostelería, el comercio o el turismo. Por otra parte, la Comisión Europea ya pidió esta semana que España abra las fronteras a los temporeros que aún no han podido ingresar al país. El Ejecutivo europeo también publicó una serie de directrices para intentar salvar la cosecha de abril.

«Miles de las mujeres y de los hombres que con tanto ahínco están trabajando para mantenernos sanos y salvos, y con comida en la mesa, tienen que cruzar las fronteras de la UE para ir a trabajar», dijo el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit. «Es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que no se vean obstaculizados en su circulación, a la vez que se toman todas las precauciones posibles para evitar una mayor propagación de la pandemia», añadió. La CE también ha pedido a los estados miembros compartir información sobre sus necesidades de mano de obra para establecer procedimientos inmediatos.

Las consecuencias de la inacción en este sentido son alarmantes, como bien avisó Freshfel Europe desde el pasado 26 de marzo. «Este es un asunto urgente por resolver ya que para algunos productos la temporada se adelanta varias semanas debido a las condiciones climáticas en los últimos meses», dijo la patronal en un comunicado. También advirtió de que si esto no se soluciona se «socavará profundamente la capacidad de los productos para cosechar frescos» y «conducirá a un importante desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena de suministro, además de poner en riesgo el suministro a los supermercados».

Conciliar estado de alarma y recogida

Con la cuenta atrás de la posible pérdida de la cosecha ya planeando sobre Moncloa, Luis Planas intentó transmitir un mensaje de tranquilidad este miércoles. Primero, en una entrevista con Canal Sur, admitió que «en el conjunto del sector hay problemas en relación con los temporeros» e informó de que «estamos analizando con los ministerios de Trabajo e Inclusión Social para ver qué podemos hacer». También dijo a la televisión autonómica andaluza que «evidentemente, también hay una oportunidad de trabajo para mucha gente parada».

Ya más tarde, el ministro de Agricultura participó en una rueda de prensa del Gobierno en la que brindó más detalles sobre todo lo que está en juego. Pero sin ofrecer apenas soluciones. «En el seno del Gobierno estamos meditando y trabajando para dar respuesta a esa necesidad de mano de obra que va a existir de forma inmediata para recoger los productos del campo, para efectuar las tareas de aclarado y recogida de fruta, no solo para abastecer el mercado nacional sino también los flujos tradicionales de exportación, porque en el campo de las frutas y las hortalizas España es la huerta de Europa».

Mirando de reojo al ministro de Transportes, José Luis Ábalos —que participó en la misma rueda de prensa—, Planas mostró una cierta preocupación porque «el problema es cómo hacer conciliable» la necesidad de temporeros con la medida de restricción de movilidad y, en general, con la aplicación del estado de alarma. «El Gobierno va a hacer todo lo que pueda para que no se pierda un solo producto, un solo fruto, con la restricción de movilidad», aseguró.

Alessandro Solís Lerici

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