El sueldo de 800.000 euros de Todó en pleno rescate era «de mercado»

El ex vicepresidente de Catalunya Caixa cubre las espaldas del ex director general en el juicio por el caso de los sobresueldos

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El actual presidente ejecutivo de Enagás, Antonio Llardén, fue el protagonista de la sesión de este miércoles del juicio por los sobresueldos de Catalunya Caixa. Llardén declaró como acusado por sus antiguas responsabilidades en la desaparecida Catalunya Caixa y, en todo momento, cubrió las espaldas al equipo directivo que lideró Adolf Todó.

Llardén, que fue vicepresidente segundo y miembro de la comisión de retribuciones, aseguró que el aumento de sueldo hasta los 800.000 euros que experimentó Todó —el entonces director general de la entidad— en 2010 fue una «medida de sentido común para intentar mantener al timón (de la entidad) a un equipo directivo potente». Añadió que se le pagó una «retribución de mercado».

La Fiscalía pide para Llardén dos años de cárcel por un presunto delito de administración desleal por votar a favor del aumento de sueldo fijo y variable de Todó y de su número dos, Jaume Massana. Este incremento se adoptó en un consejo de administración celebrado el 19 de enero de 2010, pocos meses después de que el FROB inyectara 1.250 millones de euros para salvar a la entidad financiera.

Llardén declaró que Caixa Catalunya fichó a Todó en 2008 procedente de Caixa Manresa con la promesa de situar su salario en la “mediana del sector financiero”. Indicó que su remuneración se estableció siguiendo «como patrón» un informe encargado a la consultora Hay Group.

Llardén cubre las espaldas a Todó

Como exmiembro de la comisión de retribuciones de la antigua caja, Llardén señaló que el consejo de administración tomó una decisión «razonada y no arbitraria» al incrementar el sueldo fijo de Todó de 700.000 a 800.000 euros. Argumentó que el informe de Hay Group determinó que la «media» de retribución de la alta dirección del sector financiero estaba en 2010 en torno a los 800.000 euros.

«Lo último que se nos pasó por la cabeza era decir (a Todó) no te pagamos lo que habíamos dicho y si te enfadas y te vas, mejor”, aseguró el acusado.

Llardén ratificó la declaración ante el tribunal que Todó efectuó un día antes. Este último indicó que se ausentó en la votación del consejo de administración que autorizó su aumento de sueldo fijo y variable.

«Recuerdo perfectamente que Todó se ausentó porque se lo solicitó el presidente Narcís Serra«, declaró Llardén. Indicó que se ausentó “para no votar».

«La idea de fichar a Todó era para salir de una situación difícil. (…) Todó tiene muchas virtudes, pero no era simpático, aunque todos teníamos claro que era un ejecutivo fuerte y supo traer detrás de él a un equipo directivo potente», afirmó.

Protesta por el “halo” creado sobre las retribuciones

Llardén recalcó que en las auditorías externas de todos esos años, incluida la de 2010, el auditor de la entidad financiera no hizo ninguna salvedad a las cuentas. Aclaró que, como miembro de la comisión de retribuciones, no hizo propuestas concretas, sino que se limitó a valorar si las iniciativas que le presentaban estaban fundamentadas con «documentos serios» antes de trasladarlas al consejo.

Expresó su malestar ante el tribunal por el «halo» que se ha creado en torno a los sobresueldos en CatalunyaCaixa. «Se creó un halo de que éramos unos directivos, que ganábamos unos sueldos del carajo, que nos los aumentamos y que incluso teníamos tarjetas black». Precisó que él simplemente cobró dietas. Según el fiscal, percibió 46.000 euros en 2010 por este concepto.

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