La embajadora de Marruecos amenaza a España con un empeoramiento de las relaciones

La embajadora asegura que Marruecos ha sometido a la Justicia española a una prueba para valorar "la independencia judicial española, en la que confiamos plenamente".

La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich. EFE/ Javier Otazu

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La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich ha amenazado este viernes con un empeoramiento «de las relaciones bilaterales entre Marruecos y España» si el comandante el Frente Polisario, Brahim Ghali, «sale el país de la misma manera que entró».

La embajadora, en Rabat desde el inicio de la crisis migratoria entre Marruecos y España que llevó a que varios miles de inmigrantes, muchos de ellos menores e incluso niños, a intentar traspasar la frontera que separa Ceuta y Marruecos, ha asegurado que esta crisis es una prueba «para la independencia de la Justicia española, en la que confiamos plenamente».

También es otra prueba para saber si España «opta por reforzar sus relaciones con Marruecos o prefieren colaborar con sus enemigos«, ha asegurado la embajadora a en una entrevista telefónica en Radio 5 recogida por el periódico ABC.

El inicio de la crisis. para la embajadora, comenzó cuando España decidió acoger al líder del Frente Polisario del Sáhara Occidental, Brahim Ghali, y le dejó entrar al país con lo que Marruecos dijo que era un pasaporte argelino con un nombre falso. Ghali se encuentra hospitalizado aquejado de coronavirus.

Por su parte, el ministro de Asuntos exteriores del país vecino, Nasser Bourita, ha asegurado que no devolverán a la embajadora «mientras persistan las causas de la crisis». «Si hay un problema o una crisis es porque España prefirió actuar y coordinarse con los adversarios de Marruecos frente a los sentimientos del pueblo marroquí en relación a un tema fundamental para el reino», asegura.

Por su parte, desde el Ministerio de Defensa de España, la titular de la cartera, Margarita Robles, ha acusado a Marruecos de querer chantajear al país por la cuestión fronteriza que implica a los territorios de la excolonia española del Sáhara Occidental, territorio ocupado por Marruecos y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

La ministra ha calificado también la crisis migratoria provocada por una presuntamente deliberada relajación de los controles fronterizos por parte de Marruecos que provocó que en dos días unas 10.000 personas migrantes, buena parte de ellos menores de edad e infantes intentaran pasar al país como «una grave crisis para España y Europa».

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