Laura Borràs y Elsa Artadi: la ‘pinza’ de Junts para difuminar el liderazgo de Aragonès

Junts cuenta con otras vías más allá del Consell de Puigdemont para descafeinar la presidencia de ERC en la Generalitat, con dos perfiles fuertes en cargos de poder clave

Laura Borràs, acompañada de Jordi Sànchez y Elsa Artadi en la noche electoral del 14-F en la sede de Junts per Catalunya / Julio Díaz

Laura Borràs, acompañada de Jordi Sànchez y Elsa Artadi en la noche electoral del 14-F en la sede de Junts per Catalunya / Julio Díaz

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El privado Consell per la República ha sido uno de los escollos en las negociaciones. Junts pretende atar en corto a ERC y contrarrestar su poder en la Generalitat. Puigdemont, sin embargo, no es la única figura que puede hacer sombra a Aragonès, también lo son la presidenta del Parlament, Laura Borràs; y la probable futura vicepresidenta, Elsa Artadi.

Borràs y Artadi son dos perfiles de gran trascendencia dentro del universo de Junts. La primera, que fue candidata a las elecciones, ejerce desde hace unas semanas la presidencia del Parlament, con un tono muy distinto al de su antecesor, Roger Torrent. La actual líder de la Cámara marca perfil alto y pretende llevar a la institución hacia la unilateralidad.

En el caso de Artadi, es una de las personas de confianza de Carles Puigdemont. Fue uno de los nombres que sonó en la pasada legislatura para presidir la Generalitat, aunque finalmente el designado fue Quim Torra. La actual diputada fue portavoz del Govern, y candidata a la alcaldía de Barcelona, donde ejerce de portavoz de su grupo.

«Laura Borràs no pasará desapercibida»

La actual diputada se perfila como la número dos del Govern si se termina por rubricar el pacto con ERC. Artadi se convertiría en vicepresidenta de la Generalitat, aunque ahora los dos potenciales socios pugnan por el control económico del Ejecutivo, puesto que Aragonès quiere controlar las finanzas autonómicas.

Fuentes de Junts han explicado a Economía Digital que la presidenta del Parlament «no solo se dedicará a conducir plenos», sino que seguirá haciendo «observaciones», como ha hecho tras algunas intervenciones en el pleno de Vox y Ciudadanos. Los consultados dejan una cosa muy clara: «Laura Borràs no pasará desapercibida».

Desde el partido creen que la situación procesal de Borràs, imputada por un presunto delito de malversación cuando era presidenta de la Institució de les Lletres Catalanes, también contribuirá a ponerla en el foco mediático. Además, marcan distancia con su antecesor, Roger Torrent, y explican que la actual presidenta tendrá una presencia muy activa en Cataluña.

Borràs ya ha sido protagonista de algunas salidas de tono. Tras el discurso de su nombramiento lleno de soflamas para llevar al Parlament de nuevo al límite, se encontró solo con los miembros independentistas de la Mesa del Parlament antes de la primera reunión de este órgano. Además, ha pedido la palabra para criticar los discursos de Vox y de Ciudadanos.

Flanqueado el ala independentista, Artadi podría solaparse a Aragonès en la parte de gestión pública. Si se confirma su nombramiento como vicepresidenta y consejera de Economía, la actual portavoz de Junts es reconocida por tener una figura más abocada al Gobierno, algo que podría potenciar si consigue controlar la caja de la Generalitat.

Negociaciones enquistadas entre ERC y Junts

Aunque el organismo más polémico, por su falta de legitimidad y su cercanía con Carles Puigdemont, es el Consell per la República. El portavoz en el Parlament de Junts, Albert Batet, reprochó en su intervención durante la primera investidura fallida que ERC se resistiera a aceptar una «bifurcación» con este ente privado, y aceptar un liderazgo bicéfalo.

El organismo ha abierto la puerta a «reformularse» para evitar ser un escollo, pero insisten en su legitimidad al ser reconocido por todos los actores independentistas y por tener anexa una Asamblea de Representantes formada únicamente por electos de partidos favorables a la secesión, ignorando al resto de formaciones.

Las negociaciones siguen pese a las prisas de ERC por cerrar un acuerdo, que desde el entorno de Aragonès sitúan a partir del 15 de abril. Junts no tiene prisa, y pretende dilatar las negociaciones apurando los dos meses de margen, mientras algunos sectores de la formación plantean el forzar nuevas elecciones.

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