Los presupuestos de ‘guerra’ llegan al Congreso en código bidi

Montoro recuerda que las cuentas de este año están pensadas para recuperar la credibilidad en la economía española así como la senda del crecimiento

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El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha entregado este martes al Congreso de los Diputados el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012, los primeros que ha elaborado el Gobierno popular de Mariano Rajoy, quien los ha definido como «duros» pero «imprescindibles» para recuperar la senda del crecimiento económico y del empleo, la credibilidad de los inversores, y para cumplir los exigentes objetivos de déficit fijados por la Unión Europea.

El presupuesto para 2012, marcado por el objetivo de reducción del déficit del 8,5 al 5,3%, incluye un nuevo ajuste de 27.300 millones de euros, el mayor de la democracia. Este ajuste procede de una fuerte reducción del gasto y de una serie de medidas fiscales incluidas en un decreto ley que acompaña a las cuentas.

En dicho decreto el Gobierno ha introducido cambios en el impuesto de sociedades y en el de las labores del tabaco, y ha dado vía libre a una amnistía fiscal para el capital que retorne a España o que esté oculto dentro del país, que sólo tendrá que pagar un gravamen especial del 8 o el 10%.

Con esta medida, el Ejecutivo pretende recaudar 2.500 millones de euros, cantidad que junto a otras medidas puestas en marcha por Rajoy desde que llegó al poder, sumaría unos 12.314 millones de euros, según los cálculos de Hacienda.

Menos gasto

Por su parte, los gastos caerán un 9,6% este año hasta los 122.083 millones de euros, con especial afección a los ministerios, que verán sus partidas reducidas en un 16,9%, hasta los 65.803 millones lo que, según el Gobierno, permite mantener congelado el sueldo de los funcionarios y las prestaciones básicas (pensiones y seguro de desempleo).

Tras el registro este martes de los presupuestos en el Congreso y su publicación en el Boletín oficial de las Cortes Generales, comenzará la tramitación parlamentaria. Hasta el 11 de abril los grupos políticos podrán solicitar las comparecencias de los altos cargos en las diferentes comisiones parlamentarias, que se celebrarán del 16 al 19 de abril.

Un vez el proyecto reciba el visto bueno del Congreso, las cuentas serán remitidas al Senado, donde se reproducirán las mismas etapas. La previsión es que regrese al Congreso para su aprobación definitiva en la primera sesión plenaria de junio y, cuando se aprueben, estas cuentas sustituirán al Presupuesto prorrogado de 2011, actualmente en vigor y que fue adaptado por el actual Gobierno con una serie de cambios que ya permitieron un ajuste de unos 15.000 millones.

El proyecto de ley de Presupuestos Generales, tal y como establece el Reglamento del Congreso de los Diputados, goza de preferencia en su tramitación sobre el resto de proyectos y proposiciones de ley.

En código bidi

Montoro ha entrega las cuentas públicas en código bidi, es decir, con la presentación de un cartel con una imagen que, leída con una aplicación informática, permite acceder directamente a una gran cantidad de información. En años anteriores, los presupuestos se entregaban en un lápiz de memoria o ‘pen drive’, acompañado de un CDROM y el clásico Libro Amarillo de índice-resumen de las cuentas públicas.

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