Puigdemont se inspira en Kosovo

García Albiol reclama "prudencia y equilibrio" al presidente de la Generalitat

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dado este miércoles por hecho que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lo recibirá cuando pida una reunión, como hizo con el primer ministro de Kosovo, territorio escindido de Serbia «a través de una declaración unilateral de independencia».

En la sesión de control al presidente de la Generalitat en el pleno parlamentario, Puigdemont ha replicado al presidente del grupo parlamentario del PP, Xavier García Albiol, quien lo ha acusado de hacer el «ridículo» al presentarse como «presidente de una república independiente» y no ser recibido por Juncker pese a haber solicitado un encuentro oficial con él.

Contradicciones sobre la petición de entrevistas

Puigdemont ha negado que solicitara personalmente esa reunión, aunque ha admitido que el representante permanente de la Generalitat ante la Unión Europea, Amadeu Altafaj, siempre explora posibles «entrevistas con las máximas autoridades» comunitarias.

El president se ha mostrado convencido de que, en el momento en que él mismo envíe una carta firmada de su «puño y letra», recibirá una respuesta positiva de Bruselas, porque «probablemente quien más interés tendrá» en mantener esa reunión será la propia Unión Europea.

Para demostrar que su petición de reunión será atendida con independencia de que en Cataluña siga adelante el proceso soberanista, ha recordado que la semana pasada Juncker recibió en Bruselas al primer ministro de Kosovo, Isa Mustafá.

García Albiol se ha mostrado «muy preocupado» por el hecho de que Puigdemont en la práctica haya «comparado» Cataluña con Kosovo y ha exigido al president más «prudencia y equilibrio».

Fracaso europeo

Según García Albiol, ante su visita oficial a Bélgica el pasado fin de semana, el equipo de Puigdemont no sólo pidió reuniones con el presidente de la Comisión Europea y con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, sino también con dos vicepresidentes de la Eurocámara y con un comisario.

Las negativas recibidas convierten el viaje de Puigdemont en un «fracaso»: «No haga el ridículo cuando vaya a Europa», le ha espetado.

Ridículo con el embajador

En la réplica, Puigdemont ha cargado con dureza contra el «ridículo», a su juicio, de la diplomacia española con episodios como la reciente destitución del embajador en Bélgica, Ignacio Jesús Matellanes, «por gandul y por abuso de autoridad», o la «inducción a la falsificación de una respuesta oficial de la Comisión Europea» sobre Cataluña, o las amenazas de multas de la Comisión Europea a España «por los incumplimientos» en los objetivos de déficit.

«Le garantizo que la gente de la Unión Europea han tomado muy buena nota de estas cosas», le ha asegurado a García Albiol

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