Reunión secreta de notables catalanes para defender la cohabitación PP-PSOE

Mas Cantí, Cuatrecasas, Zabalza y Bruguera, entre otros, se basan en la "conspiración civil" de Duran Farell para buscar la estabilidad política, mientras las grandes empresas difunden nombres como el de Margallo o Alfonso Alonso

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Las siglas conculcan los programas. Ante la estupefacción estéril de los políticos, el mundo civil pasa al ataque: un equipo de nueve notables, agrupados en torno a la figura de Joan Mas Cantí, veterano ex presidente del Círculo de Economía, celebra reuniones secretas con empresarios, ex altos cargos, académicos y diplomáticos para difundir la cohabitación PP-PSOE en el Gobierno, destinada a terminar con la indefinición actual.

Estos son los nueve promotores de la iniciativa: Carlos Cuatrecasas, Juanjo Brugera, Pere Vicens Rahola, Vicens Oller, Josep Pujades, Rafael Suñol, Senent Florensa, Antoni Zabalza y el propio Mas Cantí. El modus operandi del Grupo de los Nueve consiste en mantener contacto con decenas de cuadros a base de reuniones discretas, lejos de los medios, en las que se difunden los valores de la estabilidad política, el constitucionalismo y la orientación europeísta de una Cataluña vertebrada en España.

La cena

La última de estas reuniones fue una «cena» celebrada el pasado día 18 de enero a la que acudieron 24 personas y que tuvo como invitado principal al ex president de la Generalitat, Jordi Pujol.

La opinión mayoritaria del grupo está lejos del soberanismo, aunque casi todos comparten el criterio de que la inactividad de Rajoy y del PP han empeorado las cosas. Casi cien años después de la publicación de La España invertebrada de Ortega y Gasset los deberes están todavía por hacer. La necesidad de un proyecto ilusionante de España choca con la nula sensibilidad del bipartidismo respecto a los temas identitarios.

El fracaso de la España inclusiva es un argumento compartido con matices por los grandes empresarios con un papel activo en patronales, foros de opinión y think tanks. El mundo económico apuesta por una nueva entente sin la presencia de Rajoy ni de Pedro Sánchez.

Ni Rajoy ni Sánchez

En la patronal CEOE, en los foros de opinión de Madrid, Bilbao y Sevilla y en instancias influyentes pero alejadas de la política como el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), se apuesta por un Ejecutivo de color PP –el partido más votado- con presidenciables como el canciller José Manuel García Margallo o el ministro Alfonso Alonso.

El Ibex 35 se ha distanciado desde el primer momento del independentismo catalán, pero reconoce la falta absoluta de sensibilidad frente al problema territorial mostrada por Rajoy a lo largo de esta última legislatura. Los grandes de la economía le reprochan a Rajoy «su inacción» y paralelamente sentencian a Pedro Sánchez por su «falta de liderazgo» en un partido dominado por los taifas.

El trabajo de Giró

Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria LaCaixa y vinculado al Consejo Español para la Competitividad es uno de los ejecutivos comprometidos en la superación del paréntesis de la no gobernabilidad. Giró, licenciado por la Universidad de Navarra y por Esade, –entre la formación calvinista del Opus y de los jesuítas– reconstruye desde hace años los puentes entre Cataluña-España, en un momento en que la escena política se ha trasladado de los partidos a las audiencias, con una merma evidente en términos de legitimidad.

El alto ejecutivo del grupo LaCaixa fue director del gabinete de relaciones externas de Gas Natural bajo la presidencia de Pere Duran Farell en los años noventa. Cuando el gas impuso su hegemonía como energía primaria, Giró acompañaba a Duran Farell en la negociación del Gasoducto del Magreb con el presidente argelino Abdel Aziz Buteflika, líder del Frente de Liberación de Argelia desde la independencia de la colonia francesa.

Las lecciones de Duran Farell

El periodista convertido en alto ejecutivo se encargó de cerrar contratos de suministro con el coronel Gadafi en Libia y organizó los conocidos encuentros en el jardín de los bonsáis de Premià de Mar, entre Felipe González y Jordi Pujol, que alumbraron los pactos de legislatura, en el último trienio felipista, 1993-1996.

La memoria del ingeniero Duran Farell recobra protagonismo en un momento que exige la superación de los viejos antagonismos. El pasado día 25, el mundo académico rescató el concepto duraniano de «conspiración civil» para glosar la figura del ingeniero catalán que levantó en el Puerto de Barcelona la instalación de GNL, que forjó una alianza de progreso con el opusdeísta liberal López Bravo durante la dictadura, que fue combatido por la vieja guardia nacionalizadora de Valero Bermejo y que abrió el flanco del sindicalismo de clase al negociar con CCOO desde la presidencia de Maquinista Terrestre.

La batuta de Mas Cantí

Su trayectoria fue resumida por Pere Fàbregas -historiador, economista de ESADE y ex director general corporativo de Gas Natural- en la presentación del libro Pere Duran Farell (La Magrana), organizado por la Societat Catalana d’Economia vinculada a Fomento del Trabajo, bajo el paraguas del Institut d’Estudis Catalans.

Un grupo de catedráticos de las universidades catalanas, acompañados por el presidente del grupo gasístico, Salvador Gabarró y el ex consejero de Economía, Antoni Castells, evocó el compromiso industrial de Duran y su implicación en iniciativas culturales, como el Museo de Arte Nacional, un ejemplo de cruce entre la gestión pública y el mecenazgo privado, responsable de la donación de la Colección Cambó.

En el mismo homenaje a Duran destacó la presencia de Joan Mas Cantí, el propulsor del Grupo de los Nueve en un intento de difundir la necesaria estabilidad política y de disolver el afán soberanista en una nueva vertebración de España.

La defensa del derecho a decidir

Mas Cantí fue uno de los impulsores de la fusión entre las cámaras de Comercio e Industria de Barcelona, estuvo en el núcleo germinal del Círculo de Economía, perteneció a la escudería brillante del Banco Urquijo de Juan Lladó y, en los Juegos del 92, fue nombrado Comisionado Olímpico en el primer acuerdo entre Pasqual Maragall y Jordi Pujol. Mas Cantí es un referente de los pactos entre contrarios.

Él sabe que Duran Farell hubiese aproximado a Rajoy con Artur Mas y con Puigdemont. No acepta la idea de que, «a día de hoy, Duran sería independentista», como dijo Fàbregas citando una fuente heterónima, pero admite la lógica catalanista del ingeniero.

«Donde estaría hoy Duran, nadie puede saberlo. Pero seguro que no se encontraría cómodo con la etiqueta de independentista ni con la de unionista», resume por su parte Jaume Giró.

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