Patinetes eléctricos y seguro obligatorio: así cambia la ley en enero
El patinete eléctrico deberá contar con seguro obligatorio, registro estatal y documentación para circular legalmente en España
Sanciones para patinetes eléctricos si no llevan seguro
El patinete eléctrico dejará de circular por las calles españolas sin cobertura legal a partir del próximo año. La Dirección General de Tráfico y el Gobierno han dado luz verde a un cambio normativo de calado que obligará a estos vehículos de movilidad personal (VMP) a contar con seguro de responsabilidad civil, registro oficial y documentación identificativa. La medida entrará en vigor el 2 de enero de 2026 y supone un punto de inflexión en la regulación de un medio de transporte que ha crecido de forma exponencial durante la última década.
Hasta ahora, el marco legal del patinete eléctrico se apoyaba en una normativa básica estatal y en ordenanzas municipales dispares, lo que generaba una aplicación desigual según el territorio. Algunas ciudades exigían seguros, otras no, en unos municipios el casco era obligatorio y en otros no existía esa obligación. La nueva ley pretende poner fin a esa desigualdad normativa y establecer reglas comunes para todo el país.
Una respuesta al aumento de accidentes
El endurecimiento de la regulación llega en un contexto marcado por el incremento de accidentes en los que se ven implicados patinetes eléctricos tal y como hacían referencia los compañeros de Las Provincias. Según datos de la propia DGT, extraídos por Europa Press, en los últimos años se ha registrado un aumento sostenido de siniestros, tanto con peatones como con otros vehículos, muchos de ellos con consecuencias económicas y personales difíciles de gestionar por la falta de un seguro obligatorio.
En la práctica, cuando se producía un accidente grave, las víctimas podían encontrarse con que el responsable carecía de cobertura para hacer frente a indemnizaciones por daños personales o materiales. La ausencia de una póliza obligatoria convertía muchos conflictos en largos procesos judiciales o, directamente, en situaciones sin reparación efectiva.
Cambios a partir de 2026
Con la entrada en vigor de la reforma legal, el patinete eléctrico pasa a asumir un nivel de responsabilidad similar al de otros vehículos a motor, aunque adaptado a su naturaleza. El cambio se articula en tres grandes ejes tal y como detallaba Europa Press.
El primero es la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil. Todas las personas propietarias de un patinete eléctrico deberán disponer de una póliza que cubra los daños que puedan causar a terceros. Aunque el precio final dependerá de cada aseguradora, las estimaciones apuntan a costes anuales moderados, muy inferiores a los de un automóvil.
El segundo eje es la inscripción en un registro estatal de la DGT. Cada patinete eléctrico deberá estar identificado y vinculado a su titular, lo que facilitará la labor de las fuerzas de seguridad en caso de infracciones, accidentes o abandono del vehículo en la vía pública. Junto al registro, será obligatorio portar una etiqueta o distintivo visible que permita su identificación.
El tercer elemento clave son las sanciones. Circular sin seguro o sin estar registrado podrá conllevar multas económicas que oscilarán entre los 200 y los 1.000 euros, además de la posible inmovilización del patinete. La DGT considera que el régimen sancionador es imprescindible para garantizar el cumplimiento efectivo de la norma.

Fin de la dispersión municipal
Uno de los objetivos principales de la reforma es acabar con la disparidad normativa entre municipios. Hasta ahora, el uso del patinete eléctrico estaba sujeto a interpretaciones locales que generaban confusión entre los usuarios y dificultades en la aplicación de la ley.
Con el nuevo marco, según Europa Press, las condiciones básicas de circulación serán las mismas en todo el territorio nacional, independientemente de la ciudad o comunidad autónoma. Las administraciones locales podrán seguir regulando aspectos concretos del uso del espacio urbano, pero siempre dentro de un marco común definido a nivel estatal.
Un nuevo estatus para la micromovilidad
Más allá del debate, el cambio normativo consolida al patinete eléctrico como una pieza estable del sistema de movilidad urbana. Lo que comenzó como una alternativa informal y flexible pasa ahora a integrarse plenamente en el entramado legal del tráfico, con derechos, obligaciones y responsabilidades claras.
A partir de 2026, circular en patinete eléctrico ya no será solo una cuestión de comodidad o sostenibilidad, sino también de cumplimiento normativo. La micromovilidad entra así en una nueva etapa, más regulada y, según defienden las autoridades, más segura para todos los usuarios de la vía pública.