Los miradores de La Gomera para caminar por el cielo
Desde el vertiginoso mirador de Abrante, suspendido sobre el mar, hasta el de Morro de Agando, La Gomera es una isla para atrapar desde las alturas

El Mirador de Abrante es uno de los más espectaculares de La Gomera. Foto: Reiseuhu | Unsplash.
Cierto que no hemos probado a caminar por el cielo, pero recorriendo los miradores más espectaculares de La Gomera podemos hacernos una idea de lo que se debe sentir. La tercera isla más pequeña del archipiélago canario esconde ingentes maravillas naturales por contemplar, algo que puede hacerse desde los más de 30 miradores que se reparten por todo su territorio.
Desde el increíble Mirador de Abrante, que nos invita a conquistar el vacío con un paseo por una pasarela de cristal a más de 600 metros de altura sobre el mar y los acantilados hasta los de El Santo y la Cruz del Viento, el de César Manrique o el del Bailadero: sobre bosques de laurisilva y palmerales, playas salvajes, paisajes volcánicos o exuberante vegetación, cada uno de estos miradores regala una panorámica que va un paso más allá en cuanto a espectacularidad. Pero, ¿quién ha dicho que haya que quedarse solo con uno?
Mirador de Abrante
La primera impresión es que es un desafío a la gravedad. Ubicado en Agulo, al norte de la isla, el Mirador de Abrante es una pasarela voladiza de suelo y paredes transparentes que permite dar un paseo de 7 metros por el mismísimo cielo.
Bajo los pies, el que muchos consideran el pueblo más bonito de La Gomera y los pintorescos barrios que lo rodean.
Además, y siempre con el permiso de las nubes, se puede alcanzar a ver la silueta del Teide y las costas de la vecina Tenerife. Construido en 2014, sin embargo, la magia y las vistas de vértigo que envuelven a este lugar venían de mucho antes.
También la leyenda: según se cuenta, el nombre de Abrante proviene de una joven local enamorada que perdió a su amado. Presa del dolor, encontró en esta imponente vertical la única manera de volver a reunirse con él.
Mirador del Morro de Agando
Aunque pueda parecer que las mejores vistas tienen que tener sí o sí al rugiente océano Atlántico como escenario, en La Gomera existen también impresionantes miradores de interior.
Es el caso del Mirador del Morro de Agando, en el centro de la isla, próximo a la carretera principal que atraviesa el Parque Nacional de Garajonay.
Entre imponentes roques, la vista alcanza, por un lado, el propio parque Garajonay, mientras por otro se deja ver el Monumento de los Roques y también de la reserva de Benchijigua. En el horizonte, la cima nevada del Teide suele hacerse presente entre nubes poniendo el broche a una panorámica idílica.
Mirador de la Punta
La silueta del Teide nos acompaña también el Mirador de la Punta, que encontramos al norte de La Gomera, próximo a Hermigua. En este caso nos asomamos a un paisaje salvaje dominado por una playa virgen de arena negra volcánica, la de Santa Catalina.
En los alrededores se encuentran algunas de las mayores extensiones de plataneras de la isla, con cultivos que en ocasiones parecen llegar casi al mar, una vista enmarcada por la Montaña del Hueco y la Punta de Hermigua.
Mirador de los Roques
En la parte central de la isla de La Gomera, en el término municipal de San Sebastián de La Gomera y dentro del Parque Nacional de Garajonay encontramos el Monumento Natural de Los Roques, una oda a estar formaciones rocosas que no son sino solidificaciones volcánicas con 12 millones de años de antigüedad y formas absolutamente caprichosas.
El monumento tiene su propio mirador, desde donde se obtienen las vistas más hermosas de los roques. También es uno de los miradores más frecuentados de La Gomera.
Mirador del Bailadero
Menos visitado que el anterior, el Mirador del Bailadero ofrece también vistas al Monumento Natural de Los Roques, en concreto a su cara norte, con vistas a los roques de Ojilla, el Roque de Las Lajas, el Roque de Carmona, y al fondo, el Roque de Agando.
Los imponentes roques se entremezclan con bosques de laurisilva dibujando aquí un paisaje totalmente espectacular.
Mirador de César Manrique
También llamado Mirador del Palmarejo, lo encontramos en Valle Gran Rey, al oeste de la isla, precisamente la localidad que admiramos desde esta atalaya.
Inaugurado en 1995, el mirador ofrece vistas a todo el valle y dejan ver uno de los paisajes rurales más típicos de La Gomera, con los cultivos en bancales escalonados que se derraman por la pendiente y caseríos que salpican las laderas, todo ello rodeado de palmerales.
Además, el mirador de César Manrique cuenta también con un restaurante.
Mirador del Almendrillo
Nos desplazamos ahora Vallehermoso, el municipio más extenso de La Gomera que encontramos al noroeste de la isla. Desde el Mirador del Almendrillo se puede divisar la localidad en todo su esplendor, donde la naturaleza y la mano del hombre parecen haber colaborado para crear este hermoso paisaje con terrazas de cultivo y pinceladas de exuberante vegetación.
También se alcanza a ver el Roque Cano
Alto de Garajonay
No podemos dejar de acercarnos al punto más alto de la isla (se eleva a 1.497 metros sobre el nivel del mar) en el Alto de Garajonay.
Ubicado en el Parque Nacional del mismo nombre, muchas veces el mar de nubes domina la vista desde este mirador y es que, desde tiempos antiguos, este lugar ha estado envuelto en un halo de magia (se cree que los antiguos gomeros llevaban a cabo aquí ritos y sacrificios) y de hecho se han encontrado restos arqueológicos de origen prehispánico en la zona.