9 restaurantes de A Coruña avalados por la Guía Michelín

Modernos o clásicos, con estrella, como Árbore da Veira, o bien con el distintivo Bib Gourmand como Terreo o El de Alberto, estos son los restaurantes que no hay que perderse en A Coruña

Pistas para comer en A Coruña. Foto: NaDO.

Como buena ciudad costera, el mar es la salsa de la mayor parte de los platos, mesas y manteles de A Coruña. Desde los barcos que acercan a A Mariña los mejores productos a los bares, tascas y restaurantes que construyen con ellos una cocina sorprendente, pero sin artificios, la ciudad es Atlántico puro y, sin duda, un destino ideal para los amantes del buen comer.

Seas de cocina tradicional o moderna y te guste lo que te guste, hay cosas que tienes que probar sí o sí en A Coruña, como el pulpo a feira, el raxo (lomo de cerdo adobado y rehogado), los pimientos de padrón, los mejillones, las algas, el lacón con grelos, el caldo gallego, la empanada, las filloas o los deliciosos panes de Carral, Neda, Cea o Ousá y, por supuesto, todo el catálogo de mariscos y pescados y la ternera gallega.

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Con estrella, como Árbore da Veira, o bien con el distintivo Bib Gourmand que destaca los establecimientos de mejor relación calidad-precio, estos son algunos de los mejores restaurantes para comerse A Coruña que cuentan con el aval de la Guía Michelin.

El pulpo, uno de los imprescindibles. Foto: Turismo A Coruña.

Árbore da Veira

El único restaurante con estrella Michelin de A Coruña ofrece también unas de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Encaramado en lo alto del monte de San Pedro, junto a las baterías de artillería que protegían la ría, las ventanas del minimalista comedor de Árbore da Veira permiten acariciar con la vista tanto el casco urbano como el mar.

Su chef, el coruñés Luis Veira, es un claro ejemplo del espíritu local y, como él mismo dice, “pone los cinco sentidos sobre el Atlántico”.

De sus fogones salen platos que juegan constantemente con los sabores y los productos, que bucean en las recetas tradicionales para actualizarlas y que sirve en originales combinaciones (y una vajilla de autor que es digna de mención).

Bonito con aguacate, lima, manzana y wasabi. Foto: Árbore da Veira.

El restaurante trabaja con carta y diferentes menús degustación: Semente (60 euros) con snack y siete pases, Raíces (70 euros) con snacks y diez pases, y Árbore (90 euros) con snacks, 12 platos y tres postres.

En la bodega, Árbore cuenta con unas 250 referencias que renueva cada trimestre, con especial atención a vinos originales y poco corrientes. Además, permite encargar por adelantado cualquier vino que deseemos para acompañar el menú.

Terreo Cocina Casual

Restaurante a la carta con un punto informal, dicen de si mismos en Terreo Cocina Casual (San Andrés, 109).

De línea moderna, platos ligeros y tremendamente sabrosos, la pareja formada por el chef Quique Vázquez tras los fogones y Ana Señarís en la sala lleva tiempo seduciendo a los comensales (actualmente se encuentra en el primer puesto de todos los restaurantes de A Coruña según los usuarios de Tripadvisor), pero también a los inspectores de la Guía Michelin, que distinguen a este establecimiento con el sello Bib Gourmand.

Foto: Terreo Cocina Casual.

En su propuesta ‘casual’ destacan especialmente la delicadeza de las salsas, un interesante juego con los crudos (marinados y ahumados) así como un completo apartado de arroces.

Recomendamos empezar medias raciones para probar varios platos estrella como las croquetas de lacón, el jurel marinado, el capuccino de centollo, huevo de Mos con alcachofa y cecina, cabrarroca a la plancha con beurre blanc, canelón de Jarrete con mornay, lubina con jugo de cocido o bacalao confitado con parmentier de coliflor y ajada, entre otras.

El de Alberto

También entre los top de A Coruña se encuentra El de Alberto (Calle Comandante Fontanes, 1), que cuenta además con el distintivo Bib Gourmand de la famosa guía roja.

Con solera, el restaurante es capaz de mantener un excepcional nivel pese al paso del tiempo y, lo mejor, continúa sorprendiendo. Tras el cambio de local recibe ahora en un espacio más grande, céntrico y confortable, cerca de las playas del Orzán y Riazor, con una gran cristalera que llena de luz natural el comedor.

Foto: El de Alberto.

También mantiene sus raciones generosas y la buena relación calidad-precio. Entre los preferidos, platos como el canelón de aguacate, el puerro relleno, el ceviche o un cochinillo es una explosión de sabor. Cuenta con carta y menú degustación (41 euros) con platos que cambian cada temporada.

Artabria

Otro de los imprescindibles en la zona de Riazor es Artabria (Fernando Macías 28), un restaurante que hace honor a la tribu celta originaria de esta zona, los ártabros.

De su cocina parcialmente vista desde la sala llegan platos de corte clásico y base tradicional que, sin embargo, no renuncian a toques de modernidad.

Cestilla crujiente de zamburiñas con crema de nécoras. Foto: Artabria.

Entre sus especialidades figuran el pulpo en tempura o a la gallega, las cestillas crujientes de zamburiñas con crema de nécoras, los rollitos de salmón ahumado con tártara de langostinos, su arroz de gamba roja o el caldoso con carabineros, el sanmartiño con vinagreta de trigueros, el solomillo de ternera gallega al oporto y la muy aplaudida lamprea (en temporada).

Dispone de menú degustación con aperitivo de bienvenida, dos entrantes, pescado, carne y postre por 35 euros.

Omakase

Cambiamos de zona y de tercio para conocer Omakase (Plaza de María Pita, 3). Una barra de sushi, una cámara de maduración de pescado y un único menú degustación de 15 pases (100 euros) son las cartas de presentación de este local, una propuesta original en la escena coruñesa.

Foto: Omakase.

A destacar el producto fresco del día, que se sirve al modo omakase, es decir, según decida el chef, aunque abusa quizás del formato nigiri.

NaDO

Situado en el frente marítimo y marinero de A Coruña y rodeado de actividad pesquera y de mercado, NaDO (Callejón de la Estacada, 9) respira Atlántico por los cuatro costados.

El feudo de Iván Domínguez aúna dinamismo y espontaneidad con una estética moderna, con cocina abierta a la sala y dos largas mesas que se modulan según la cantidad de comensales.

Foto: NaDO.

En cuanto a sus platos, nacen de una base tradicional con alma esencialmente marinera pero con fuerte impronta creativa. Menú degustación: 70 euros.

La Taberna de Miga

Respeto al producto podría ser la máxima que guía a Adrián Felipez en La Taberna de Miga (Plaza de España, 7).

Desde su apertura en 2016, esta casa de comidas, casa de xantares o bistró a la gallega sirve en un local con encanto con terraza, barra y dos salas con las paredes en piedra vista platos cambiantes según mercado y temporalidad aunque con predilección por productos del mar y las conchas, los huevos y la huerta.

Rape negro en salsa de mandarina y azafrán. Foto: Taberna da Miga.

Entre sus platos destacados, algunos como el brioche de langostinos, los tacos de carrilleras, el tartar de atún, el canelón de pato y un sabroso postre de higos confitados con helado de queso azul y mousse de queso.

Eclectic

No son un restaurante al uso y, de hecho, en Eclectic (San Andrés, 8) Sergio Musso y Paco Chicón reciben a los 16 únicos comensales de cada servicio como si lo hicieran en su propia casa (con una estética del local en consonancia con esta filosofía).

Se ven a sí mismos como una ‘gran utopía culinaria’ y defienden dos únicos menús degustación, Fonte, de 17 bocados (70 euros) y Origen, de 20 bocados (80 euros). Los dos de tinte creativo pero con guiños al territorio y a la antigua cocina gallega y, sobre todo, ecléctios, como reza el nombre del establecimiento.

Foto: Eclectic.

A Mundiña

Terminamos la recopilación con una propuesta que, en realidad, son dos: el restaurante A Mundiña (Real, 77) y la taberna del mismo nombre, que encontramos en el número 10 de la calle Estrella, donde echó a andar este proyecto en 2006, y que ahora renace como una tasca del siglo XXI donde disfrutar del mejor producto en pequeñas porciones junto a una amplia selección de vinos.

Elegante y actual, con mucha madera y una vinoteca acristalada, en la sala se pueden dos murales originales del pintor Urbano Lugrís, que residió en este edificio cuando alojaba la pensión O León.

Recomendable para una cena de tapeo, entre sus bocados destacan el bocata de cigalas, la empanada del día, el pulpo o las xoubas (sardinillas).

Caldeirada de raya y escacho. Foto: A Mundiña.

El hermano mayor del proyecto es A Mundiña que en su nuevo emplazamiento sigue presumiendo de producto de la mejor calidad que se adquiere a diario directamente a los productores, ahora en un entorno más sofisticado y con excelente servivio..

Un lugar donde disfrutar de la ‘cociña mariñeira’ con mariscos y pescados como protagonistas absolutos y platos que siguen encandilando como la caldeirada de pescados de roca.

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