Tendencias clave para ser la novia mejor vestida esta temporada

¿Una apuesta por el minimalismo o todo al romanticismo? ¿Pamela o capa? ¿Complementos níveos o de colores vibrantes? La llegada de la temporada nupcial ha despertado más de un interrogante pero también introducido más de una novedad para las brides-to-be. Desde clásicos que se reinventan -como los cuellos o los volúmenes románticos- a la simplicidad de un slip dress para las novias más lowcost, pasando nuevos tejidos que se adaptan a diseños desmontables y reutilizables, estas son las tendencias que triunfarán los próximos meses.

A continuación, repasamos todas las claves y detalles a tener en cuenta a la hora del ‘sí quiero’, quiero esta temporada, de la mano de Alejandra Oria, Laura Viera y Quique Vidal.

Crepe, organza y telas vaporosas

«Flowers for Spring? Groundbreaking” Es lo que podría aplicarse al hecho de que las telas más vaporosas sean las reinas sin discusión de las tendencias para este próximo SS22.

Junto con el lino para los enlaces veraniegos al aire libre, la muselina de seda y la organza han sido las apuestas ganadoras en las pasarelas tanto de Alta Costura como de Bridal.

El layering -la superposición de capas- gana terreno los largos y las colas como tendencia. Menos es siempre más (al menos en lo que respecta en centímetros), así que todo el tejido que ya no se verá en largos maxi se añade en las superposiciones y mezclas de diferentes materiales “para jugar con el movimiento y las tonalidades de color”, como apunta Alejandra Oria.

“Me imagino a una mujer con personalidad, que se atreve con las tendencias, que quiere gustarse a ella misma por encima de todo y sentirse representada; también que quiere diferenciarse y, por eso, no busca un vestido de novia al uso”, explica a Tendenciashoy.com la diseñadora madrileña.

Entre los tejidos favoritos de la temporada, cobra fuerza significativamente el raso ya que, según esta creadora, “las novias quieren brillar y ser vistas”. Además, y junto con los total looks en este tejido (incluso clave más sencilla), cobran importancia los drapeados y asimetrías en todas sus versiones pues son altamente favorecedores para todas las tallas y estilos, “más o menos pegados al cuerpo, en distintos pesos de tejido e incluso en asimetrías”.

Bicolor y más

Además de las opciones que van desde el blanco roto, el marfil o el tostado, las novias de esta temporada incorporarán al blanco níveo un color complementario. El negro, como binomio infalible, el rosa -en complementos-, los metálicos -como dorado o plateado- o incluso el azul klein -véase el ramo del desfile de Chanel como cierre- toman protagonismo repentino para una propuesta más divertida y original.

Respecto a la inspiración Oria no duda en decir que “cualquier look de Carolina de Mónaco, especialmente los de Alta Costura de Chanel que combinan el color blanco y toques en negro”.

Quique Vidal, director creativo de Becomely, propone diseños adaptables cromáticamente sobre un mismo patrón y con opciones que van desde el verde aguamarina, el rosa ónix o colores para llevar en total look como el rojo o el azul marino, completamente reutilizables y que se presentan como una opción ideal para las novias menos clásicas y atrevidas. “A mí las novias me piden muchísimo pastel; en especial rosa, verde menta o malva”, nos cuenta.

Minimalismo

Otra vertiente que cobra mucha fuerza es el minimalismo. Desde el slip dress (no por nada Zara ha sacado una colección bridal en clave lencera) hasta looks de una sola pieza o vestidos cortos para las novias más diurnas (sobre todo en modo estival).

“Cada vez veo más looks potentes que se componen de un solo tejido y crean una silueta sencilla y detallista”, apunta Oria. “Para mí, la clave es lograr un gusto y una estética que se aleje de los cánones clásicos y respire novedad, por eso son tan importantes las siluetas más modernas, poco explotadas en novias”.

Para Laura Viera, un recurso clave para complementar y subir un look son los sobrevestidos transparentes sobre un slip dress, que también forma parte del imaginario de la marca. “Normalmente pienso en novias súper naturales, con vestidos con poco peso, muy románticos o muy minimalistas”, subraya la diseñadora sevillana.

“Me gusta mucho pensar en esa dualidad siempre, de hecho pienso mucho en el momento diurno y nocturno para tener dos outfits en un mismo día”.

La simplicidad también es sinónimo de los 90s (la década minimalista por excelencia). «Me suelen gustar películas de los 90, por ser de mi adolescencia”, dice Viera; “de hecho me recuerda a lo más limpio, con formas más rectas y ceñidas”.

Romanticismo: lazos y volantes

He aquí el quid de la cuestión; si la tendencia minimal es la cerveza con limón, el romanticismo es la gaseosa en la mezcla. «De hecho, lo romántico siempre lo veo muy parecido a los 70”, continúa Viera; “con encajes, bordados, drapeados, mangas y faldas acampanadas. También esa nostalgia por ser la época de mis padres”.

Esta temporada los volúmenes vuelven a coronarse como tendencia predilecta, con un especial foco en las mangas. “Yo soy fanática de los volantes y los lazos y, para mí, nunca deben desaparecer del todo de un mundo tan romántico como el nupcial”, explica Alejandra Oria. “Además, me encantan los encajes y guipures que vuelven con un aspecto modernizado y con motivos geométricos”.

Acompañando a escotes halter o simplemente para novias que eligen manga larga o francesa, “se llevarán con fuerza los cuellos chimenea o altos en todas sus versiones”, como apunta Viera.

También las faldas vuelven a cobrar protagonismo en su versión maxi, evocando la silueta Dior e influencia del rocoso “a la francesa”.

Un ejemplo es la última propuesta de Becomely, que apuesta por un corte imperio, escote en V y una una falda romántica con volumen (marca de la casa), completamente customizable; desde con unos tirantes-lazo hasta con cuellos falsos, mangas de quita y pon, o guantes y camisas “que pueden complementar el estilismo para ofrecer diferentes opciones a partir de una misma pieza”, nos dice desde su atelier el diseñador valenciano. “Si tengo que quedarme con una esta temporada, definitivamente mi tendencia favorita es el lazo”.

Complementos

Desde botines, bolsos de cadena o asa tipo bombonera, pasando por sombreros, cinturones o capas, esta temporada está permitido todo que revele y ensalce la personalidad de la novia. Para Oria, estas últimas son claves en enlaces de invierno y primavera, “incluso en un color a contraste”.

«Otro complemento que me fascina son los sombreros, aunque reconozco que no son aptos para todos los vestidos”, dice la diseñadora. Uno que nunca pasa de moda es la pamela a lo Bianca Jagger, que tan bien replicó Miriam Giovanelli enfundada en traje pantalón blanco perla un en su enlace con el arquitecto y diseñador Xabier Ortega.

“En mi opinión, un complemento clave son unos pendientes maxi para después de la ceremonia, y unos salones color en crudo”, dice Viera. Estos últimos representan la dualidad de una temporada que apuesta por ellos como elemento complementario o rompedor; en el primer caso, el satén, los encajes o las aplicaciones de strass (siempre a juego con el outfit) resultan las más solicitadas.

Por otro lado, los contrastes (tan celebrados esta temporada) invitan a la fantasía total añadiendo propuestas de color block y de fantasía para la noche; desde sandalias plumas o hebillas (Nodaleto), hasta salones tonos flúor en tejidos iridiscentes (The Attico) o pumps de charol (como los de Carel).

Y en cuanto a joyería, las opciones son tan variadas como estilos que las acompañen; perlas y nácar para acompañar las propuestas más románticas o vestir los trajes diurnos, strass y plata para los slip dress y las propuestas más minimalistas, o dorado 80s (una de las propuestas que vuelva con más fuerza esta temporada).

Así, y como ya venían dictando las pasarelas el pasado año (desde Carolina Herrera, Jacquemus o Chanel) las joyas XL denotan personalidad que huyen de lo convencional tanto en looks de día como de noche.