Boeing: “lo último que pensamos fue en renunciar” al Dreamliner

“Nuestra marca saldrá fortalecida” de la crisis de las baterías

La aerolínea nipona All Nipon Airways (ANA) reanudó este mes las operaciones con los 17 aviones del modelo Boeing 787 Dreamliner que adquirió al fabricante norteamericano, aparcados durante meses por fallos en las baterías.

Las dificultades técnicas, los sustos en las operaciones o las investigaciones de los reguladores de distintos países han estado ligadas al modelo de Boeing en la primera mitad del año. Pero la compañía nunca quiso tirar la toalla. “Lo último que pensamos fue en renunciar”, afirmó Jim McNerney, presidente ejecutivo de Boeing, que asistió a la gran feria del aeródromo de Le Bourget.

El rompecabezas de las baterías

Un día después de que el A350 XWB de Airbus realizara su primer vuelo de prueba, McNerney habló ampliamente del Dreamliner y de la crisis de las baterías. Aseguró que la solución planteada por el fabricante es “sólida”. Un mensaje de tranquilidad, teniendo en cuenta que la propia empresa admitió en abril que no estaba segura de qué fallaba en las baterías de su modelo.

“Tenemos una idea muy formada de una o dos cosas que podrían haber sido. Francamente, estamos convencidos de que la solución es mucha más amplia y sólida que si nos hubiéramos concentrado en un solo aspecto”, explicó.

Una cuestión de actitud

Esta solución «amplia» está relacionada con la actitud con la que afrontó Boeing su crisis, que tomó forma cuando la Autoridad Federal de Aviación de EE.UU. llamó McNerney a mediados de enero para decirle que el Dreamliner se quedaría en tierra. Desde ese día, “nos remangamos y nos pusimos a trabajar”, relata el ejecutivo.

«Nuestro enfoque era conseguir que todos los expertos mundiales en la tecnología de iones de litio trabajara con nosotros y armar un esquema de fallos, de las 84 cosas que podrían haber salido mal. Trabajamos cada elemento de ese esquema. Por eso creemos que tenemos una solución sólida”, expone.

Nuevo lanzamiento

El próximo lanzamiento del fabricante será de la familia 777X, aviones de fuselaje ancho y un rival más para la serie de Airbus A350.

Las alas del avión se harán de materiales compuestos – con nuevos motores – y McNerney estima que, a partir de la aprobación del consejo, se lanzará en los «entre finales de 2019 y mediados de 2020».

a.
Ahora en portada