Los coches chinos ByD desembarcan en el último gran local del boom inmobiliario sin estrenar en Valencia

El fabricante chino de coches eléctricos es el primer inquilino de un local construido en 2008 por Fbex, que cuando empezó la crisis inmobiliaria elevó un 66% los precios por encima del mercado y en 2010 entró en concurso con 640 millones de deuda

Local de las avenidas General Avilés y Maestro Rodrigo de Valencia donde va a abrir el concesionario chino de coches eléctricos ByD

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El gigante de la automoción china ByD va a desembarcar en la rotonda donde cruzan las avenidas Maestro Rodrigo y General Avilés de Valencia. Con Quadis como socio, la apertura del concesionario ByD se producirá en las próximas semanas en el último gran local construido en el boom inmobiliario en zona prime sin estrenar y que ahora logra su primer inquilino 15 años después de su construcción.

La apuesta de ByD en Valencia sigue los pasos de la marcha china en Madrid, Barcelona y Málaga y se producirá de manera inminente dentro del proceso de expansión del fabricante asiático por España. Según explican fuentes de la compañía china a ECONOMÍA DIGITAL, la oferta será de tres vehículos, todos ellos 100% eléctricos: el ByD Atto 3, un SUV con entre 420 y 565 kilómetros de autonomía con un precio de 42.900 euros; el ByD Tang, un SUV familiar de siete plazas con entre 400 y 528 kilómetros de autonomía por 69.990 euros; y el ByD Han, una berlina con entre 521 y 662 kilómetros de autonomía, que también parte de 69.990 euros.

Aunque el hecho de ser un inquilino chino también tiene su relación histórica con lo ocurrido en el mercado inmobiliario-comercial de la zona, la llegada de ByD supone el último episodio de un ciclo inmobiliario que empezó hace 20 años cuando el promotor valenciano Juan Armiñana presidió la recién creada comisión fallera de Nou Campanar. En 2004 debutó en la sección de especial en una falla situada a las afueras de Valencia que se iba a rodear por enormes residenciales con piscina, entre los que estaba la promoción de viviendas que ha elegido la marca de coches chinos.

Paco Roig (ex presidente del Valencia CF, hermano de Juan Roig, presidente de Mercadona y de Fernando Roig, presidente de Pamesa) acordó la venta el 16 de marzo de 2004 a Juan Armiñana de unos solares próximos a la falla. Había dos sobres, según cuentas fuentes falleras. Uno tenía el precio más bajo y se abriría si la falla no lograba el primer premio mientras que el segundo tenía una cifra más elevada y estaba vinculado a que la falla debutante en categoría especial Nou Campanar se alzara con el premio de mejor falla de Valencia. Así ocurrió.

Durante seis años (hasta 2009), la ciudad entera (o por lo menos la inmensa mayoría de visitantes de las Fallas) se desplazaron andando (como es habitual en estas fiestas) a este barrio alejado del centro donde se plantaba la falla ganadora. Y cada año había una nueva promoción en venta durante aquel espiral de precios que formó la burbuja inmobiliaria. Nunca se ha logrado movilizar a tanta gente a un nuevo barrio por construir que con aquel experimento fallero. Además, el público lo hizo gratis (la falla se autofinanciaba) y de manera voluntaria (con el objetivo de ver la falla ganadora) mientras los promotores de la zona recibían a sus futuros clientes.

La crisis subprime no amilanó a parte de los promotores de aquella época. Decían que era una crisis de Estados Unidos que no iba a repercutir a España. Fbex anunció su promoción en la rotonda. Tal y como recuerdan los promotores de aquella época, el piso estándar de tres habitaciones y dos baños en residencial con pisicina se situaba en 2007 en el entorno de los 360.000 euros. Fbex presentó unos precios un 66% más altos. Pedían 600.000 euros. «Se van a vender», decían entonces los comerciales, como pudo escuchar este periodista entonces. Hoy por un piso de estas características disparan la petición hasta los 438.000 euros.

Las viviendas se terminaron de construir en 2008, que fue cuando se refinanció la deuda de Fbex, que tenía como principales financiadores a Caixa Catalunya y a la CAM. También tenía deuda con Caixa Penedés y Sa Nostra. En mayo de 2010, Fbex presentó concurso de acreedores. La deuda de 640 millones de euros era insostenible.

Las promociones de viviendas de la zona fueron bajando de precio según la banca (cajas de ahorro en su mayoría) refinanciaban los créditos al promotor pero la promoción de Fbex se bloqueó. De hecho, no fue hasta 2014 cuando empezaron a entrar los primeros inquilinos de las viviendas, como ahora recuerda alguno de los anuncios que hay de viviendas en venta en los principales portales inmobiliarios.

A nivel comercial, la avenida Maestro Rodrigo se vació aunque progresivamente Quadis fue recogiendo los locales para trasladar a la zona las marcas de lujo. Ahora tiene Ferrari, Maserati… Perdió uno de los locales más llamativos cuando Nissan salió de España y, con ello, su marca de lujo Infiniti, pero el local lo cogió Tesla.

En paralelo a esta zona comercial, está el hormigón del Nuevo Mestalla en la Avenida Cortes Valencianas. La siempre esperada finalización de las obras actuó como freno comercial en la zona porque se esperaba una dinamización y subida de precios que no se producido por el efecto futbolero.

Mientras en la promoción de Fbex empezaban a entrar los primeros inqulinos en 2014, una de las inmobiliarias que han sobrevivido tras la crisis inmobiliaria, Grupo 90, intermedió para intentar llenar los locales de los bloques de viviendas construidos por el boom que no eran capaces de encontrar inquilinos. Como en su momento comentó Carlos García Zaragoza, fundador de Grupo 90, hubo en aquel año un inversor chino que quería instalar bazares en aquellos enormes locales situados enfrente del nuevo Mestalla con las obras paralizadas.

«No voy a devaluar mi local», contestó el promotor valenciano, que acabó entregando el local al banco en dación de pago al no poder atender a sus deudas. Ese local enfrente Mestalla acabó siendo ocupado por Tedi, que es un bazar o tienda multiproducto (no chino sino alemán) pero cuyo producto responde a una gama similar a la que el inversor chino quería instalar.

Años después, la misma marca Tedi abrió en la avenida paralela pero no alquiló todo el local que tenía el edificio levantado por Fbex en la rotonda de General Avilés con Maestro Rodrigo. La mitad del espacio, que hasta ahora ha estado inutilizado pese a llevar 15 años levantado, es el que finalmente utilizarán unos chinos, en concreto, la marca ByD, que lejos de ser un ‘todo a 100 pesetas’ traslada a Valencia su gama de coches eléctricos que están llamados a revolucionar el sector de la automoción. Lo que había deseado aquel promotor valenciano que rechazó el negocio del inversor chino era «una marca de prestigio tipo un concesionario de coches».

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Ahora en portada
El Puerto de Valencia pone en marcha el proyecto de la ZAL