Españoles en el día a día de los fondos buitre

Gestionan miles de millones de euros como empleados de los hedge funds o a través de sus propias empresas de gestión

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

No hay prácticamente ningún día que no desayunemos con los nombres de Blackstone, KKR, Cerberus, Fortress, Lone Star, HIG, Goldman Sachs o Apollo, esas grandes firmas oportunistas de capital riesgo que andan como locas por comprar en España todo lo que se pueda, desde carteras de deuda fallida a empresas en apuros o inmuebles. Saben que, ante la restricción crediticia, se convierten en las únicas capaces de inyectar capital de un día para otro gracias a una liquidez casi infinita.

Firmas instaladas en Nueva York o Londres que tienen como colaboradores a un sinfín de españoles, encargados de estar al tanto de todas las operaciones que se puedan acometer. Algunas han decidido montar oficinas representativas en Madrid, otras prefieren delegar por completo en una gestora española de activos, y algunas simplemente optan por contratar, de manera puntual, a grandes bufetes de abogados, intermediarios inmobiliarios o consultoras de prestigio.

Desconocidos

Auténticos desconocidos como Juan Vizcaíno, Jesús Olmos, Ismael Clemente, Jaime Bergel, Luis Cebrián, Ignacio del Pino o José María Aznar –estos dos últimos no tanto por ser hijos de quien son– son algunos de los agentes que se afanan cada día en presentar ofertas, realizar contraofertas y negociar hasta el último minuto por intentar cerrar una operación. La competencia es brutal porque, al final, todos buscan lo mismo para su patrón o cliente. Bueno, bonito y barato.

Hacerse con la gestión de los activos inmobiliarios de las entidades financieras ha sido, en los últimos meses, uno de los campos de batalla en el que estos fondos se han batido el cobre. Apollo se quedó con el 85% de Altamira, la filial del Banco Santander, Santander, por 664 millones de euros. Caixabank cedió el 51% de Servihabitat al fondo TPG, Bankia hizo lo propio con la cesión a Cerberus –aunque solo por diez años– y el Popular compartió la venta con las firmas estadounidenses Värde Partners y Kennedy Wilson, valorando la operación en 815 millones.

CXi, otra vez a punto de venderse

La operación con el Popular fue una de las razones por la que esos dos fondos abortaron hace un mes el acuerdo que se había dado por hecho Catalunya Banc. Pensaron que con una gestora sería suficiente. Ahora, el Estado, a través del FROB, deberá elegir a uno de los tres pretendientes en liza. Apollo, Cerberus y Magic Real Estate, que parece apuntar como el máximo favorito para quedarse con la gestión de activos inmobiliarios (CXi) de la entidad catalana nacionalizada.

Al frente de Magic RE figura el pacense Ismael Clemente, uno de los gestores más activos. No en vano tiene entre sus clientes a dos de los inversores con más recursos, los fondos Blackstone y Brookfield o el Deutsche Bank, entidad para la que trabajó hasta hace ocho años como responsable de la filial inmobiliaria en España.

Deutsche y Magic RE

La venta del hotel Arts en Barcelona, por la que el banco alemán obtuvo unos beneficios de 170 millones tras el traspaso a inversores holandeses y a un fondo de Singapur, puso fin a la andadura del gigante alemán por el ladrillo español. Hasta ahora. Los germanos han vuelto a confiar en Clemente, y la colaboración ya ha dado sus frutos, con la compra a la Sareb de 35 préstamos hipotecarios, valorados en un nominal de 423 millones de euros, cuyos garantizados colaterales son una auténtica ganga.

José María Aznar –primogénito del expresidente del Gobierno y de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella– también ha visto un filón en la gestión de activos. De la mano del fondo Cerberus y a través de Poniente Capital, la firma constituida junto a su amigo Borja Álvarez-Ossorio, se ha quedado con la cartera de Bankia.

Vizcaíno, ex Lehman Brothers

Un ex empleado de Lehman Brothers, Juan Vizcaíno, lleva ya ocho años al frente de Hipoges, tiempo en el que ha logrado acumular la gestión de unos 2.500 millones de activos tóxicos adquiridos por fondos de inversión y entidades financieras.

Jesús Olmos y Jaime Bergel dieron el salto desde la city londinense a Madrid para dirigir el negocio inversor en España de otros dos fondos relevantes, KKR y HIG Capital, respectivamente, que han cerrado varias operaciones en los últimos meses. El fondo HIG protagonizó la primera gran venta de la Sareb el pasado mes de agosto, cuando compró por 50 millones de euros el 50% de casi 1.000 viviendas.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp