Trump asesta el primer golpe a Iberdrola: EEUU paraliza su parque eólico Vineyard Wind I de 2.700 millones

EEUU suspende el contrato de arrendamiento del Vineyard I, mientras revisa la autorización de su megaproyecto de 7.000 millones

Pedro Azagra, nuevo CEO de Iberdrola, viene de liderar la filial estadounidense del grupo los últimos tres años

El CEO de Iberdrola y ex CEO de Avangrid, Pedro Azagra, el presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán

Donald Trump asesta un nuevo golpe a la eólica marina en Estados Unidos y estrecha el cerco contra los proyectos de Iberdrola. El Gobierno estadounidense ha anunciado este lunes la paralización de todos los proyectos eólicos marinos a gran escala en construcción en el país, alegando «riesgos para la seguridad nacional». Entre los afectados se encuentra Vineyard Wind I, propiedad de la energética española y operativo desde el año pasado.

El Departamento del Interior de EEUU ha anunciado «con efecto inmediato» la suspensión de los contratos de arrendamiento de cinco proyectos de eólica marina. El organismo asegura que el motivo son los riesgos para la seguridad nacional identificados por el Departamento de Guerra en informes clasificados.

«Esta suspensión permitirá al Departamento, junto con el Departamento de Guerra y otras agencias gubernamentales pertinentes, colaborar con los arrendatarios y los socios estatales para evaluar la posibilidad de mitigar los riesgos para la seguridad nacional que estos proyectos representan», ha señalado el organismo.

El secretario del Interior de Estados Unidos, Doug Burgum, ha señalado que el principal deber del Gobierno es «proteger al pueblo estadounidense» y ha asegurado que la medida aborda riesgos emergentes como «la rápida evolución de las tecnologías adversarias relevantes y las vulnerabilidades creadas por los proyectos eólicos marinos a gran escala cercanos a los centros de población de la costa este».

En este contexto, la Administración Trump señala haber constatado desde hace tiempo que «el movimiento de las enormes palas de las turbinas y las torres altamente reflectantes generan interferencias de radar conocidas como ‘distorsión'».

Trump paraliza Vineyard Wind I

Un fenómeno que, según apunta el Departamento del Interior, es causado por los proyectos eólicos marinos, «oscurece los objetivos móviles legítimos y genera objetivos falsos en las proximidades de los proyectos eólicos».

De este modo, entre los proyectos afectados se encuentran Coastal Virginia Offshore Wind (Virginia), de Dominion Energy; Empire Wind (Nueva York), desarrollado por Equinor; Sunrise Wind y Revolution Wind (Nueva York y Rhode Island), del gigante noruego Orsted; y Vineyard Wind I (Massachusetts), propiedad de Iberdrola a través de Avangrid.

Se trata del primer proyecto de la multinacional que preside Ignacio Sánchez Galán afectado por la política energética de Donald Trump. Iberdrola comenzó su desarrollo junto con la danesa Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) en 2021 y no fue hasta principios de 2024 cuando comenzó su operación.

El parque cuenta con una capacidad total de 806 megavatios (MW) y ha supuesto una inversión total de 3.000 millones de dólares (unos 2.700 millones de euros). Pero no es el único parque eólico de Iberdrola que la Administración Trump ha puesto en el foco.

Amenaza para 7.000 millones de inversión de Iberdrola

A principios de diciembre, ordenó a la Justicia revisar la aprobación del proyecto de la multinacional española para construir y desarrollar los parques eólicos New England Wind 1 y 2, proyectados en el estado de Massachusetts, tal y como informó ECONOMÍA DIGITAL.

El Departamento de Justicia de EEUU solicitó a un tribunal federal que remitiera la aprobación del proyecto eólico marino New England Wind a la Oficina de Gestión de la Energía Oceánica (BOEM) para revisarlo.

Dicho organismo fue el encargado de dar luz verde en 2024 al proyecto bajo el Gobierno de Joe Biden y al calor de los incentivos a las renovables articulados con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés).

El plan de Iberdrola pasa por construir dos parques eólicos situados en el estado de Massachusetts, a través de los cuáles podría proporcionar en conjunto hasta 2 gigavatios (GW) de potencia instalada.

La propia compañía anunció en su día 8.000 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros al cambio actual) en «inversiones directas en toda la región», así como la creación de 9.200 puestos de trabajo.

El Gobierno de Trump ya había avisado el pasado septiembre de que estaba reconsiderando la autorización inicial y ahora ha solicitado que le envíen de vuelta toda la documentación para revisar si cumplió con la normativa.

Ahora,  el Gobierno norteamericano considera que la aprobación original pudo ser legalmente defectuosa y está está reconsiderando la aprobación del Plan de Construcción y Operaciones (COP) del proyecto.

Iberdrola invertirá 16.000 millones en EEUU

El varapalo para Iberdrola y la potencial paralización de su megaproyecto New England afectará al negocio de la compañía española, aunque no condiciona las inversiones futuras de la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán en el país.

Según su plan estratégico, la compañía invertirá un total de 16.000 millones de euros en EEUU en los próximos años, especialmente para el negocio de redes eléctricas.

Y es que, actualmente, en torno al 80% del negocio de Iberdrola en el país se encuentra en las redes eléctricas, un negocio regulado por cada Estado con poco riesgo de ser perjudicado.

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