Trump da un paso más para paralizar los proyectos eólicos de Iberdrola y pone en jaque 7.000 millones de inversión

Trump activa una revisión judicial que amenaza los megaproyectos eólicos de Iberdrola en Massachusetts y reaviva su ofensiva contra las renovables en EE.UU.

Pedro Azagra, nuevo CEO de Iberdrola, viene de liderar la filial estadounidense del grupo los últimos tres años

El CEO de Iberdrola y ex CEO de Avangrid, Pedro Azagra, el presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán

Donald Trump estrecha el cerco contra la eólica marina de Iberdrola en Estados Unidos. La Administración del país norteamericano ha dado un paso más en su ofensiva contra las renovables, ordenando a la Justicia revisar la aprobación del proyecto milmillonario de la multinacional española para construir y desarrollar los parques eólicos New England Wind 1 y 2, proyectados en el estado de Massachusetts.

El Departamento de Justicia de EEUU ha solicitado esta semana a un tribunal federal que remita la aprobación del proyecto eólico marino New England Wind a la Oficina de Gestión de la Energía Oceánica (BOEM) para revisar el proyecto.

Dicho organismo fue el encargado de dar luz verde en 2024 al proyecto que Iberdrola pretende realizar través de su filial Avangrid, bajo el Gobierno de Joe Biden y al calor de los incentivos a las renovables articulados con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés).

El plan de Iberdrola pasa por construir dos parques eólicos situados en el estado de Massachusetts, a través de los cuáles podría proporcionar en conjunto hasta 2 gigavatios (GW) de potencia instalada.

La propia compañía anunció en su día 8.000 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros al cambio actual) en «inversiones directas en toda la región», así como la creación de 9.200 puestos de trabajo.

El Gobierno de Trump ya había avisado el pasado septiembre de que estaba reconsiderando la autorización inicial y ahora ha solicitado que le envíen de vuelta toda la documentación para revisar si cumplió con la normativa.

Según un documento presentado el 2 de diciembre en el Tribunal de Distrito de EEUU para el Distrito de Columbia al que ha tenido acceso ECONOMÍA DIGITAL, el organismo norteamericano considera que la aprobación original pudo ser legalmente defectuosa y está está reconsiderando la aprobación del Plan de Construcción y Operaciones (COP) del proyecto.

Cabe destacar que el proyecto está en los tribunales por la denuncia de Ack for Whales, un grupo activista cuyo foco está en los impactos negativos de la energía eólica marina en las ballenas y el medio ambiente.

Lo que pide la Administración Trump al tribunal es paralizar el litigio para revisar desde el inicio si la aprobación al proyecto se realizó de manera correcta y, en caso de no ser así según su criterio, revocarla tal y como ya ha hecho con otros proyectos de empresas europeas en el sector eólico marino.

La ofensiva de Trump contra la eólica marina

El caso de Iberdrola es el último en la lista de paralización de proyectos que Donald Trump ha llevado a cabo en su ofensiva contra la eólica marina, a la que ha acusado de “arruinar el paisaje” y “matar ballenas”, mientras apostaba por los combustibles fósiles con el ya famoso lema «drill baby drill» («perfora, nena, perfora”).

La estrategia de Trump se inició con la orden ejecutiva que firmó el presidente estadounidense nada más tomar posesión del cargo en enero. De este modo, suspendía temporalmente los nuevos contratos de concesión para la energía eólica y pedía una revisión de las autorizaciones concedidas durante la etapa de Biden por el Gobierno Federal.

En los últimos meses, su Gobierno ha paralizado proyectos multimillonarios de gigantes europeas de la eólica marina como la danesa Orsted o la noruega Equinor.

De hecho, Orsted ha demandado a la Administración Trump por este motivo, alegando que su decisión de bloquear la construcción del proyecto Revolution Wind frente a la costa de Rhode Island es ilegal. Un proyecto en el que ya había invertido 5.000 millones de dólares (unos 4.300 millones de euros).

Estados Unidos, segundo destino inversor de Iberdrola

La potencial paralización al proyecto de Iberdrola supone un revés a su negocio por parte de Trump, si bien no condiciona las inversiones futuras de la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán en el país.

Según su plan estratégico, la compañía invertirá un total de 16.000 millones de euros en EEUU en los próximos años, especialmente para el negocio de redes eléctricas.

Y es que, actualmente, en torno al 80% del negocio de Iberdrola en el país se encuentra en las redes eléctricas, un negocio regulado por cada Estado que poco riesgo puede correr.

Pero Estados Unidos es el segundo destino de inversión de la eléctrica para los próximos años, por lo que conviene que las relaciones con las autoridades del país no se deterioren.

En este marco, el máximo directivo de la multinacional española viajó el pasado marzo para presentar a la nueva administración su hoja de ruta y siempre ha tratado de mantener la buena relación entre las partes.

No obstante, desde la compañía han lanzado en las últimas presentaciones de resultados un mensaje conservador respecto a la inversión en renovables en Estados Unidos, asegurando que serán más «selectivas» y se estudiarán bien, dado el contexto energético actual y la tendencia hacia la que se dirige el mercado estadounidense bajo el mandato de Trump.

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