La Generalitat cubre la espalda a Bañuelos con BCN World

El Gobierno catalán se convierte en el gestor de los terrenos propiedad de La Caixa

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La Generalitat apuntala Barcelona World. El Gobierno catalán firmará un acuerdo este jueves con La Caixa por el que se convierte en el gestor de parte de los terrenos donde se edificará el macro-complejo de juego y ocio. El pacto estipula un año y medio de duración y ofrece una segunda oportunidad a Enrique Bañuelos para encontrar la financiación que le permita comprar la parcela.

El proyecto de levantar el parque recreativo en Salou (Tarragona) se ha tambaleado este miércoles cuando la empresa del constructor valenciano, Veremonte, ha emitido un comunicado en el que anunciaba su renuncia a adquirir los terrenos. La firma ha achacado la decisión a que el Centro Recreativo y Turístico, el espacio donde se debería edificar, aún no tenía el Plan Director Urbanístico definido y, por tanto, existen riesgos en la inversión.

Acuerdo vía Incasol

El acuerdo da una oportunidad más a Bañuelos. El Incasol, empresa pública catalana que gestiona terrenos e inmuebles, se reserva 150 hectáreas. Se trata de un área inferior al terreno que pretendía comprar Veremonte, de unas 500. Fuentes de la Generalitat explican que en ese terreno caben perfectamente cuatro resorts y, añaden, que incluso se podrían construir los seis previstos inicialmente. El pacto tiene coste cero para las arcas públicas.
El titular de Economía, Andreu Mas-Colell, ha explicado que de esta forma el Gobierno catalán tiene un control directo sobre todo el proceso hasta su puesta en marcha. El consejero se ha mostrado seguro al afirmar que el parque estará listo a finales del año que viene. «Todo está funcionando bastante bien», ha relativizado.

Segundo frenazo

La Generalitat podría buscar otros inversores aunque la opción de Veremonte sigue en pie. Mas-Colell se ha comprometido a tener acabado el plan urbanístico en julio, por lo que a Bañuelos ya no le quedarían más excusas para no comprar. No obstante, el Govern haría bien en desconfiar. No es la primera vez que el constructor valenciano les deja en la estacada.

Es la segunda vez que Bañuelos fracasa en su búsqueda de financiación. Antes de verano, ya pidió una prórroga a La Caixa. Veremonte, que firmó un contrato para obtener el derecho preferente en la compra, debía encontrar 390 millones de euros para adquirir la sociedad Mediterránea Beach & Golf Community, empresa filial del banco barcelonés y propietaria de los terrenos adyacentes a Port Aventura (Salou) en los que se alzará el nuevo complejo.

Economía Digital

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