Joaquín Rivero, el ‘zorro plateado’ del ladrillo sale malparado al final de su carrera

El juzgado anuncia la venta de activos para liquidar Bami por 316 millones y, en Francia, el septuagenario jerezano ha recurrido una condena por malversación y blanqueo en Gecina

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Bandeado en mil y una batallas, de las que siempre solía ser airoso, los últimos años de Joaquín Rivero, el ‘zorro plateado’ del ladrillo español, están resultando ajetreados y con un final desastroso para sus intereses.

En Francia, tuvo que recurrir hace tres meses una sentencia del Tribunal Correccional de París, que le condenó a cuatro años de cárcel, tres de prisión firme, 375.000 euros de multa y una indemnización de 208 millones de euros. Todo por ser culpable de varios delitos, entre ellos malversación y blanqueo de capitales, durante los cuatros años (de 2005 a 2009) que estuvo al frente de la inmobiliaria francesa Gecina.

Auto de venta de activos

Y en España, el juzgado 2 de lo Mercantil de Madrid acaba de hacer público, a instancias de Álvaro Hidalgo Fernández-Zúñiga –administrador concursal en funciones de liquidador de Bami Newco–, un auto autorizando la venta de activos de la inmobiliaria controlada por el empresario jerezano, dentro del plan de liquidación iniciado el pasado mes de enero.

Los bienes objeto de la venta son cuatro edificios de oficinas situados en zona norte de Madrid (los parques empresariales Adequa e Isla de Manoteras y los edificios Isla de Chamartín I y II), para los que se ha fijado un precio de 316 millones de euros.

M-IB y Octopus Investment

M-IB Bank  Aktiengesellschaft y LSREF 3 Octopus Investment serán en principio, como oferentes autorizados y acreedores principales, los que se quedarían con estos activos. En este caso, M-IB Bank cerraría la operación mediante la cancelación de un importe igual del crédito privilegiado especial del que es titular.

El mismo procedimiento se seguiría si el adquiriente final fuera uno o varios terceros designados por el propio banco alemán. Si el adquirente no fuera ni la entidad germana ni un tercero asignado por esta, el pago deberá realizarse al contado.

En la condiciones de la venta se recoge la transmisión de los inmuebles libres de cargas y gravámenes, y M-IB o los terceros que se designe como adquirentes de los activos se subrogarán como arrendadores de todos los derechos y obligaciones de los contratos que estén en vigor, así como de las fianzas o cualquier otro depósito realizado por los arrendatarios.

Oferta de mejora

En el edicto, el juez otorga un plazo de 15 días hábiles –hasta el 17 de julio– para que terceros interesados puedan mejorar la oferta de 316 millones de euros. En este caso, deberán presentar aval, fianza o caución por un importe de 9,48 millones de euros, equivalente al 3% de la oferta autorizada por el juez. De presentarse mejores ofertas, se procedería al acto de apertura el próximo 21 de julio.

En camisa de once varas

Dicen algunos que este final lo podía haber evitado Rivero de no haberse metido en camisa de once varas tras su salida de Metrovacesa en 2007, tras perder el pulso mantenido con la familia Sanahuja. Pero no lo hizo. Prefirió seguir endeudándose con múltiples enjuagues societarios, tanto en España como en Francia. Y ahora se ven las consecuencias.

Entonces, cuando Rivero dejó Metrovacesa nadaba en la abundancia, y su nombre figuraba entre los mil millonarios del planeta, con una fortuna de unos 1.700 millones de euros. Pero, todo vino mal dado y se fue al garete.

Su problema, como el de otros muchos, fue no saber parar a tiempo. Pensó repetir las mismas estrategias seguidas al principio de su carrera, pero nada le salió. En 1997 se había hecho con el control de Bami, una pequeña inmobiliaria que pasó de acumular pérdidas a lanzar una opa hostil, por 290 millones de euros, sobre Zabálburu, una empresa cuatro veces mayor. Y tan solo cuatro años se convirtió en la cuarta inmobiliaria de España, lo que permitió desembarcar en Metrovacesa en 2002 tras comprar el paquete accionarial del BBVA.

La salida de Metrovacesa, el principio del fin

La soñada entrada acabó de manera traumática cinco años después, aunque su salida le permitió seguir en la brecha, la misma que ahora le ha llevado a esta situación crítica para su patrimonio.

Rivero y los Sanahuja firmaban, en febrero de 2007, un acuerdo sobre Metrovacesa. El jerezano se quedaba con activos de la inmobiliaria en España y el 16% de la francesa Gecina. Además, Bautista Soler, socio de Rivero en Metrovacesa, adquirió el 15% de Gecina, y Bami recibió un crédito de 720 millones en 2007, que fue renovado en 2009 reduciendo el importe del préstamo inicial a 625,7 millones.

El mismo que hace dos años no pudo refinanciar, y que le llevó, primero, a solicitar el concurso y, ahora, a ver cómo finalmente se liquidan los activos colaterales de ese préstamo.

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