Los retos de la Telefónica de Marc Murtra en 2026: de la salida de Latinoamérica a devolver la confianza al mercado

El ejercicio de Murtra comenzó el pasado 18 de enero, cuando la compañía le nombró presidente en sustitución de José María Álvarez-Pallete

El presidente de Telefónica, Marc Murtra, durante la presentación del ‘Día del inversor’ de la compañía, a 4 de noviembre de 2025, en Madrid (España).

Marc Murtra va camino de cerrar su primer año al frente de Telefónica con numerosos cambios realizados y varios retos a los que hacer frente. La revolución directiva que ha llevado a cabo, los ajustes a nivel financiero y laboral, así como las desinversiones han marcado la nueva etapa de la teleco en 2025.

Ahora, la dirección del grupo inicia un nuevo curso con el foco en finalizar la salida de Latinoamérica, la reducción de la abultada deuda que aún acumula Telefónica y devolver la confianza al mercado tras el recorte de la remuneración.

El ejercicio de Murtra comenzó el pasado 18 de enero, cuando la compañía controlada por la Sepi, la saudí Stc y CriteriaCaixa le nombró presidente en sustitución de José María Álvarez-Pallete y tras abandonar Indra.

Comenzaba así la nueva etapa accionarial de Telefónica y meses de máxima agitación en su cúpula directiva. Murtra se ha rodeado desde entonces de perfiles afines como Borja Ochoa o Salvador García Ruiz, ha ascendido a un hombre de la casa como Emilio Gayo a CEO de todo el grupo y ha sustituido a históricos como Ángel Vilá, Nuria Abasolo o Chema Alonso.

Son más de 20 los cambios ejecutados desde principios de año sumando los de la alta dirección y los que han vivido los consejos de administración de las diferentes filiales de la multinacional.

Paralelamente, ha iniciado la salida de Latinoamérica vendiendo la gran mayoría de sus filiales que lastraban su negocio para centrarse en los mercados europeos y Brasil. La teleco ha vendido sus activos en Ecuador, Argentina, Perú, Colombia y Uruguay por unos 2.200 millones de euros.

Las ventas de Chile, México y Venezuela

No obstante, aún tiene por vender las filiales de Chile, México y Venezuela que se integraban en Telefónica Hispam, a través de la cuál operaba en el continente.

La venta de su filial chilena, la que tenía más potencial para sumarse a la lista este año, se ha complicado. America Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, rompió su acuerdo con la empresa pública del país Entel por el que exploraban la compra de los activos de Telefónica.

Por lo que, de producirse una operación, será por separado. En los últimos meses también ha transcendido el interés que la filial de México ha suscitado en diferentes inversores, si bien aún no se ha producido ningún movimiento público en este sentido.

Por último, Telefónica deberá hacer frente a su salida de Venezuela. La teleco opera desde hace más de 20 años en el país que preside Nicolás Maduro a través de su marca Movistar, pese a la controvertida situación política que atraviesa.

La falta de compradores se suma a la tensión que vive Venezuela en las últimas semanas, con Estados Unidos estrechando el cerco sobre su mandatario y amenazando con una invasión, hechos que complican aún más una posible venta a corto plazo.

Salir totalmente de Latinoamérica (excepto Brasil), como pretende Telefónica, será uno de los principales retos que tendrá que afrontar Marc Murtra en 2026.

La reducción de deuda y la remontada bursátil

A dichas operaciones hay que sumar el recorte de dividendo anunciado el pasado noviembre como parte del nuevo plan estratégico Transform & Grow, así como el expediente de regulación de empleo (ERE) que acaba de firmar con los sindicatos y por el que se espera un máximo de 5.500 salidas.

La reducción a la mitad del dividendo, principal activo bursátil de Telefónica durante años, ha sido una decisión controvertida que ha borrado las ganancias que la teleco acumulaba desde principios de año.

Así lo reflejan los títulos de la compañía, que cotizan con un descenso del 12,5% en lo que va de año y se prevé que cierren en negativo el ejercicio.

Pese a lo mal que ha recibido el mercado la decisión, en la dirección del grupo parecen tener claro que las medidas adoptadas surtirán su efecto en el medio y largo plazo.

En los pasillos de la dirección del grupo es el mensaje que más se repite, así como la seguridad de que no sólo saben hacer números, sino que también saben hacer las cuentas de los analistas del mercado.

Por su parte, el ajuste de plantilla tampoco saldrá gratis, ya que la compañía ha cifrado el coste total en unos 2.500 millones de euros en indemnizaciones.

Lo positivo es que, tanto este gasto como las minusvalías de todo lo vendido en Latinoamérica hasta la fecha se incluirán en las cuentas del ejercicio 2025, para así iniciar un ejercicio económicamente «limpio».

Con este escenario, el principal objetivo de Telefónica es la reducción de la abultada deuda que lleva décadas apretando las finanzas de la compañía.

Actualmente se sitúa en los 28.233 millones de euros, pero la intención del grupo es reducirla hasta el entorno de los 26.000 millones tras las ventas de sus negocios latinoamericanos.

¿Es posible una fusión?

Sólo aplicando esta «disciplina financiera de hierro» de la que presume Murtra y marcando objetivos reales a corto plazo, podrá hacer realidad una futura consolidación en el sector.

Aunque las fusiones a nivel europeo tienen obstáculos importantes a nivel de regulación, en España aún puede darse una oportunidad para Telefónica.

Tras la fusión entre Orange y MásMóvil para dar lugar a Masorange, actualmente quedan 4 grandes operadoras. La opción que el mercado ve más asequible es que Telefónica compre Vodafone España, en manos del fondo británico Zegona, ya que la rumana Digi tiene sus propios planes para salir a bolsa el año que viene.

En cualquier caso, no sería una adquisición barata y la teleco tendría que ampliar capital para llevarla a cabo. Lo mismo pasa con la posible compra de la alemana 1&1 por parte de su filial en el país germano con la que se ha especulado en la recta final del año.

Con todo, de darse este paso, tendrían que ocurrir otros procesos similares en países del entorno como Francia, Alemania o Italia. La idea que se baraja dentro del sector es una reducción a únicamente tres grandes telecos por país para poder hablar entonces de fusiones internacionales. Sería entonces el momento que Murtra ve como clave para que Telefónica fuera protagonista.

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