Los empresarios saudíes que quebraron Blanco, a un paso del banquillo

El juez Ismael Moreno citará a declarar en diciembre a la cúpula de la cadena de moda por estafa y alzamiento de bienes

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La Audiencia Nacional avanza en su investigación contra la cúpula de Blanco que llevó a la quiebra a la compañía de moda. La Fiscalía del alto tribunal ha solicitado la toma de declaración en calidad de investigados de Simon Marshall, consejero delegado de Alhokair; Masus Mohammad Hussein Mamad y Gerard Louis Water, consejero delegado de Blanco. Se les atribuyen delitos de estafa, insolvencia punible y alzamiento de bienes, penados con dos a seis años de prisión.

En la causa también están querelladas dos mercantiles: Global Leiva, la sociedad propietaria de Blanco; y el grupo Fawaz Abdulaziz Al-Hokairgestor de franquicias de Inditex, Mango, H&M y Gap en Arabia Saudí. En 2014 esta compañía rescató a la firma de un concurso de acreedores y parte de los extrabajadores ven en su gestión la causa del cierre de la empresa.

El juez Ismael Moreno ha aceptado la petición del ministerio fiscal, según señalan fuentes jurídicas a Economía Digital, y la toma de declaración, pendiente de señalamiento; está prevista para el mes de diciembre. La principal dificultad del magistrado es hallar la dirección postal de los investigados, algunos de los cuales residen en la monarquía absolutista.

Los delitos imputados a la cúpula de la firma de moda están penados con dos a seis años de cárcel

En un principio el magistrado desestimó la denuncia, presentada en enero por la Plataforma de Afectados por la Situación de Blanco, al solicitar información al juzgado mercantil de Toledo que se encarga de la liquidación de activos de Global Leiva. En agosto Moreno se declaró competente para investigar el caso, dado que existen afectados en todo el territorio nacional y algunos de los investigados son ciudadanos extranjeros.

La plataforma de extrabajadores denuncia que Alhokair trató de eludir sus responsabilidades en la insolvencia de Blanco, que implicó el cierre de 102 establecimientos y el despido de 850 trabajadores. Para ello, según denuncian, en 2016 el grupo realizó una «venta simulada» de Global Leiva al fondo de inversión dubaití AC Modus, cuyo principal accionista es Fawaz Abdulaziz Al-Hokair, presidente del grupo saudí.

Los extrabajadores acusan a Alhokair de una «venta simulada» de Blanco para no hacerse cargo de la liquidación de la sociedad

Alhokair cifró la venta en 83 millones de euros, pero en realidad se produjo por 1,19 millones de euros, según las escrituras de la transacción, publicadas por Modaes. Los antiguos empleados de Blanco observan en este movimiento societario del grupo saudí una maniobra para esquivar responsabilidades patrimoniales en la liquidación de la firma de moda.

Blanco anunció en diciembre de 2016 que bajaba la persiana tras 56 años de historia. La empresa de moda llegó a tener 2.000 empleados hasta que la Gran Recesión impactó en sus ventas. La llegada de Alhokair al capital agravó la cuesta abajo de la cadena, que perdió 21,71 millones de euros en 2015, un 192% más que en 2014, y se vió abocada al cierre.

Cristian Reche

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