Los propietarios de Industrias Titán inyectan más de 20 millones de euros en su holding

La familia Folch-Rusiñol capitaliza Fabricas Folch y reordena su cartera de participadas

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Recapitalizar la sociedad y conseguir que las cifras que constan en los libros de contabilidad sean una fotografía real de los activos que posee la compañía. Éste ha sido el objetivo de una de las familias empresariales más destacada del país, los Folch-Rusiñol, en las tres ampliaciones de capital sucesivas que han realizado en su holding, Fabricas Folch. El montante final de las operaciones han superado los 20 millones de euros, señalan fuentes de la sociedad.

La primera operación culminó a finales de 2012 y fue la más discreta, ya que sólo alcanzó los tres millones. Fue una aportación en efectivo del empresario Joaquim Folch-Rusiñol y se dirigió directamente a los fondos propios de la firma, que está constituida como una SL e incorpora entre sus administradores a la esposa del ejecutivo, Virginia Faixat, y a sus dos hijos, Joaquim y Albert.

Tenedora de las acciones de Titán

En ese momento, el capital base se veían superado “de lejos” por los activos que gestionaba, señalan los mismos interlocutores. Los Folch-Rusiñol controlan las acciones de Industrias Titán, la joya de la corona de todas sus participadas, a partir de esta firma. El 80% de las acciones de la compañía de pinturas (el empresario forma parte de la tercera generación de gestores) son propiedad de la sociedad.

El actual presidente de la industria decidió a mediados de 2013 integrar una parte importante de su patrimonio bajo el paraguas de Fabricas Folch. La segunda ampliación de capital implicó que todos los activos de la inmobiliaria Lulusak pasaran a manos de la holding.

Amortización de un préstamo personal

Finalmente, este mayo Folch-Rusiñol ha culminado el lavado de cara a la sociedad con una tercera operación que supera los 10 millones de euros. Se trata de la amortización de un préstamo personal que realizó el empresario y que ahora ha decidido nominalizar, informan desde el grupo. Una parte ha impactado sobre el capital y la otra consta como prima de emisión.

La holding ya está ordenada. El otro gran reto societario pendiente de los Folch-Rusiñol es reequilibrar el balance de Industrias Titán. El capital social de la firma es de 12 millones de euros, mientras que los fondos propios superan los 100.

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